1. LAS RIVALIDADES ENTRE
OBRERAS(OS)
XXI CONFRATERNIDAD DE MUJERES
CRISTIANAS.
Iglesia de Cristo en Zaragoza.
Sábado 06 de Octubre de 2012
2. LAS RIVALIDADES ENTRE
OBRERAS(OS)
¿Qué es la rivalidad? :
• Oposición entre quienes aspiran a conseguir
lo mismo.
• Enfrentamiento entre dos o más personas
que aspiran a lograr una misma cosa.
• Enemistad entre dos o más personas.
• Competencia, contienda.
3. LAS RIVALIDADES ENTRE
OBRERAS(OS)
¿Creen ustedes
que existe : La
oposición, el
enfrentamiento, la
enemistad y la
competencia entre
nosotras?
5. LAS CAUSAS DE LAS RIVALIDADES
ENTRE OBRERAS(OS)
Enemistades
Pleitos
LA VIEJA
NATURALEZA
( Gálatas 5:19-20)
Celos
Iras
6. LAS CAUSAS DE LAS RIVALIDADES
ENTRE OBRERAS(OS)
Evodia y
Síntique
LA VIEJA
NATURALEZA Caín y Abel
( Ejemplos)
Saúl y David
7. LAS CAUSAS DE LAS RIVALIDADES
ENTRE OBRERAS(OS)
No acepto Síntique
que
Julieta necesito
a los
demás
(1 Corintios
12:12-21) Evodia
Francisca
8. LOS RESULTADOS DE LAS
RIVALIDADES ENTRE OBRERAS(OS)
Iglesia
estancada
Peligra
salvación
Desprecio
de Dios
Confusi
ón
Daño
9. EL REMEDIO DE LAS RIVALIDADES
ENTRE OBRERAS(OS)
Decidir morir a
nuestra vieja
naturaleza
10. EL REMEDIO DE LAS RIVALIDADES
ENTRE OBRERAS(OS)
Vestirnos de la
nueva
naturaleza
11. EL REMEDIO DE LAS RIVALIDADES
ENTRE OBRERAS(OS)
Producir el
fruto del
Espíritu Santo
12. EL REMEDIO DE LAS RIVALIDADES
ENTRE OBRERAS(OS)
Someternos
a Dios Someternos
unos a
otros
Solo el
fruto del
Espíritu
nos
capacita
para Tener un
mismo
sentir
Tener
gozo y
Desechar
paz discusiones
13. EL REMEDIO DE LAS RIVALIDADES
ENTRE OBRERAS(OS)
Todo es
posible si
tenemos el
fruto del
Espíritu.
14. EL REMEDIO DE LAS RIVALIDADES
ENTRE OBRERAS(OS)
Oremos por
la unidad
entre
nosotros
como Cristo
lo hizo
15. EL REMEDIO DE LAS RIVALIDADES
ENTRE OBRERAS(OS)
Perdonemos
a nuestros
hermanos
(as)
16. CONCLUSIONES
1. Reconocer que entre nosotras(os) aún hay rivalidades
2. Reconocer los estragos que hacen las rivalidades en
nosotras(os) y en la Iglesia.
3. Lo más importante pidamos a Dios que nos ayude a
morir a nosotras mismas y a vestirnos de nuestra nueva
naturaleza en Cristo y pidamos al Espíritu Santo que
produzca su maravilloso fruto en nuestros
corazones, para que seamos
amorosas, pacientes, bondadosas, y humildes con
nuestras consiervas y consiervos y vivamos en el reino
de Cristo (Su iglesia) de la forma que Dios lo estableció.