Este documento describe el surgimiento y desarrollo del arte popular en Venezuela a través de los años. Resalta a los "doctores ilustrados" que descubrieron y promovieron el trabajo de los primeros artistas populares como Feliciano Carvallo. También destaca a varios imagineros, pintores e imagineros-pintores populares notables y cómo algunos han podido transmitir su oficio a través de generaciones de sus familias. Finalmente, menciona a algunos artistas populares que complementan su trabajo con la escritura a través de poemas, historias u or
La historia de la plástica popular venezolana y sus doctores ilustrados
1. A salto de mata
UNA POCA NOTICIA DE GENTE QUE DICE COSAS SOBRE UN ARTE
LLAMADO POPULAR
Texto y fotos Mariano Díaz
2. DICE LA CRÓNICA QUE EN 1948, el país (Caracas?), pudo
conocer y apreciar las manifestaciones de nuestra cultura
popular tradicional, gracias al festival folclórico que en honor
a la toma de posesión del Presidente Rómulo Gallegos,
organizara Juan Liscano. El entusiasmo que deja esta Fiesta
de la Tradición, promueve investigaciones hacia la provincia
y se descubre que en cada comunidad, entre los artesanos,
"hay quienes dan a su ofício una dimensión artística".
Son cultores espontáneos que en la lejanía rural o al margen
de poblados, donde trabajan solitarios para inventarse cosas
como pintar una tela, labrar un palo, figurear un barro o tallar
una piedra.
“Te quedas solo con tú mismo, y tu vida es pintar y pintar, y
vas amontonando cuadros hasta que el destino te manda un
doctor ilustrado que se empieza a interesarse por tus cosas y
te ayuda y te saca a descubrir”, afirmaba categórico Esteban
Mendoza.
Esteban Mendoza - “pintar y pintar hasta dar con un doctor ilustrado”
DOCTORES ILUSTRADOS, por este decir, fueron Alirio Oramas,
Luis Rawlinson y Mario Abreu del Taller Libre de Arte, que
dieron a conocer en 1949 la obra de Feliciano Carvallo,
recibida con elogios: A la cabeza de los descubrimientos
estará el mulato de Naiguatá Feliciano Carvallo... Pocos
casos habrá de éxito tan fulminante y completo como el del
pintor ingenuo Feliciano Carvallo... Desde 1948, con la
aparición de Feliciano Carvallo, el primero de los ingenuos,
arranca la historia de la pintura ingenua en Venezuela... Los
jóvenes artistas nos libramos del academicismo, ampliamos
nuestros criterios y nuestra sensibilidad y eso nos permitió sentir
3. y entender la belleza de ese otro tipo de pintura ante el cual
habíamos permanecido ciegos. palabra de santo.
DOCTORES ILUSTRADOS, para la plástica popular, han sido
otros adelantados como Carlos Contramaestre, Juan
Calzadilla, Francisco Da Antonio, Alfredo Armas Alfonzo, Raúl
Nass, Rafael Pineda, José Antonio Rial, Oswaldo Vigas, Willy
Aranguren, Enrique Hernández de Jesús y Perán Erminy,
quienes vinieron. revelando, apoyando, impulsando y
defendiendo el valor de los primeros artistas populares, desde
hace más de 50 años bandeados entre la terminología de
naives, espontáneos, naturales, inocentes, primitivos, ingenuos
o del común. Gracias a ellos, comienzan a circular las obras
de A.J.F. El Hombre del Anillo, Salvador Valero, Isabel Rivas,
Federico Sandoval, Víctor Millán, Esteban Mendoza, Carmen
Millán, Andrés Álvarez y Bárbaro Rivas el hallazgo insólito,
puesto que no se dará otro caso como el del ingenuo de
Petare, indiscutiblemente uno de los artistas más notables que
ha dado Venezuela.
LA IMAGINERÍA APARECE DE LA MANO de Carlos
Contramaestre (1934-1996). Gracias a su gran sensibilidad
para encontrar y revelar talentos artísticos en campesinos y
ciudadanos al margen. A él, a Flor Romero y a Antonio Luis
Cárdenas, se debe el estudio y difusión de muchos cultores
como Salvador Valero, El Hombre del Anillo, Emerio Darío
Lunar, Rafael Vargas, Josefa Sulbarán, Eloísa Torres o Juan Ali
Méndez.
Antonio José Fernández, "El Hombre del Anillo"
primer imaginero oficializado
4. Emerio Dario Lunar - "Primero fueron las letras y después la pintura"
En 1965 bajo El Techo de la Ballena, se dan a conocer
los trabajos de A.J.F. Antonio José Fernández, un vendedor
de verduras en el mercado de Trujillo, conocido por lo
huraño y malhumorado, que carga en su mano derecha un
gran anillo de piedra. Artista solitario, creador de Los
tormentos del ensueño, que lo revelan como escultor
ingenuo, con un variado universo de imágenes de madera,
yeso, piedra y cemento, entre sus muchas pinturas en telas
y tablas. El bautizamiento de la obra de AJF, marca la «
aparición» de la imaginería en la plástica popular.
Años más tarde, encontramos a José Belandria en Mérida,
trabajando finamente la talla en sus horas de vigilante
nocturno, “inventándome hacer maromeros, adanes con
evas, Simones Bolívar y muñecas para entretenerme el
sueño”; a José Márquez en Tovar, a quien se le llena la casa
con pájaros de madera,”por una hernia que no me dejó
seguir de albañil, fue que me salió la idea hacer una garza
como las que había tanto mirado por Canaguá y así me
entusiasmé y seguí”.
José Belandria, toda una vida tallando finura
5. José Marquez, garzas y pájaros en vuelo por toda la casa
En El Rincón de la Laguna, Juan Alí Méndez se las inventa
para tallar a Simón Bolívar “que ha sido lo más arrecho que
nació de Venezuela y Cristos que si no te los bendice el padre
yo mismo te los bendizco”. En La Enriquera de Guanare,
Chemaría Rodríguez en el corredor de su casa y protegidos
por rejas y alambres de púa amontona ángeles, pájaros,
cruces, héroes anónimos, hace “cosas que una inventa, que
significan misterio, y que yo escarbo en pedazos de leña, con
estroponomía, como al Libertador, que fundó a la Virgen del
Coromoto”. Lucio Apure, en un rinconcito de la bloquera
Batista de Boconó, labra tallas de notable corte colonial,
“curando con oraciones las maderas que trajeron aquí los
alemanes cuando la otra guerra, y que he recogido de las
casas que se han caído; maderas que tienen vida de espíritu,
porque fueron de casas habitadas sin exageraciones y sin
burguesía”.
DE LA IMAGINERÍA DEL BARRO también surgen cultores. En
Escuque la Niña Eloísa Torres, ceramista de pequeño formato,
recrea santidades y escenas campesinas y a falta de hijos
propios, “…adopté al Niño Jesús de Escuque con el que
cuando lo hago con mi barrito, hablo muchas familiaridades.”
Eloisa Torres, Un niño adoptivo moldeado en cerámica
6. Edicta La Cruz, una de las muditas de La Mucuy Baja de
Mérida, modela cuadros e imágenes de nacimientos, a José
Gregorio y a Bolívar quemados al calor de fogón y entre la
brasa,” hasta que la buena de Dios la apaga”.
Mérida arriba, Clemente Uzcátegui en la Mesa del Tanque,
dueño de los secretos de la arcilla que “me vinieron por
familia y los regué a quien los quiso, ya para descansar de
tanto hacer loza, me comencé a figurear animalitos, músicos,
matrimonios y nacimientos que montaba sobre un plato”.
Mas allacito, en Aguas Calientes, Natividad Niño entre loza y
loza, modela al Libertador, a Florentino con el Diablo,
crucifijos, vírgenes, santas y muñecas diversas “que las hago
sólo de la mente mía y propia, porque si se hacen de
copiado una pierde su fama, y fama es lo que te da cariño
por el oficio”.
LA HERENCIA TRANSMITIDA tiene su principal referencia en la
familia Ferrer de Borojó, en Falcón, dinastía de tallistas
excepcionales que fundaron Abraham y Concilio Ferrer, tras
dejar sus oficios de albañiles, zapateros de componer,
músicos y magos de feria.
Abraham Ferrer, la herencia transmitida
“Aquello no nos resultó porque decían que teníamos pacto
con diablos y espíritus malos. Como nos gustaban los tallados
de los altares coloniales, comenzamos a aplicarnos a hacer
espejos, mesitas, atriles y figuras. La armonía de las formas y la
vibrante policromía de sus pájaros, mariposas, ángeles,
libertadores y muñecas, relumbran en la aridez del paisaje.
7. Para meterle el color a la madera, nos pusimos primero a
darle un fondo de blanco y barniz antes de colocarle los
colores vivos”. Víctor, Mercedes, Aura, Minerva, Isaac y
Salvadora formaron las ramas de la sucesión, que se va
transmitiendo a hijos y nietos.
Otro tanto ha hecho José Ramón Zambrano en La Grita,
enseñando el oficio a sus tres hijas, donde todos cuatro
hacemos personajes diferentes usando desde el cedro hasta
el anime.
Por la Quebrada Grande de Guadalupe en Lara, el viejo
Francisco Torres inicio con su saber de imaginero a los
primeros tallistas de Quibor, cuando estos hijos bonillas,
lobatones, arangúrenes y otros, se dieron de cuentas que era
mejor sacar muñecos de los palos de vera, antes que
cucharas, bastones y bolas criollas.
De Ramón Antonio Moreno, el padre, heredó Orangel
Moreno el oficio de la talla. Una foto del año 84 lo muestra en
su taller de La Mucuy Baja en Mérida, junto a Ana Josefa la
esposa, y a los hijos Zoraida, Nelson Antonio, Jhonny, Carlos
Alberto y José Gregorio. “A ellos les enseñé el oficio y cada
quien hace lo suyo, distinto a los demás. Trabajan sólo en las
vacaciones, porque primero está el estudio para que logren
ser profesionales”. Y lo lograron. “Orangel y Ana Josefa
siguieron tallando y los muchachos vienen y de vez en
cuando, toman maderitas y hacen su arte para no perder la
mano”.
Del padre carpintero y de la madre María Ismenia, talladora
de anime, Tadeo, Mariano, Laureano, Patrocinio, Francisco,
Blanca y Carlos Rangel sintieron el llamado de la madera.”
Tadeo fue el primero que enseñé y luego él siguió con los
otros”.
8. Mariano Rangel fundador de una dinastía de buenos talladores
Actualmente, Mariano Rangel tiene un taller en la Mucuy Baja
de Mérida, donde laboran 14 talladores, todos de su familia.
Son libres de tallar lo que quieran, siempre que no se copien
del otro.
En la pintura se dio el caso de Andrés Antonio Álvarez,
compañero de inicios con Feliciano y Víctor Millán, que logró
fundar un grupo familiar de característica homogénea donde
destacan su esposa Juanita, Irma la hija, Rafael Bustamante y
Gerardo Avendaño.
CONTRA LA IDEA DE LA ORIGINALIDAD, otros artistas han
surgido recreando y remozando el estilo de sus antecesores.
Por Cabimas, el arte de Rafael Vargas resucitó en los cuadros
de Emilia y en las aves de Rafael Navarro, sus hijos, "porque
cuando papá murió, todos venían a buscar pájaros y cuadros
y comenzamos a hacerlos igual a como él, porque papá nos
hizo así aprenderlo".
La inconfundible elegancia de las tallas de José Belandria
encontró seguimiento en su hijo Heriberto, quien en su taller
de Los Llanitos de Tabay, ha logrado emular el estilo del
padre, mientras su esposa Luz Marina, decora las piezas con
el colorido sin par de los insustituibles creyones.
En La Blanquera de Sabana de Parra en Yaracuy, María
Yolanda Medina, que comenzara a tallar entusiasmada por
los trabajos de los Ferrer de Borojó, ha formado un grupo
familiar donde todos trabajan remedando las formas y rasgos
de las piezas de ella, “porque admiramos mucho los trabajos
de maíta y porque todo el mundo busca las piezas ella y no
se da abasto con los encargos”.
María Yolanda Medina, toda una familia siguiendo su huella
9. La Dualidad PINTOR-IMAGINERO también está presente con
características muy propias; el artista conserva en la talla
rasgos similares a los de su pintura, llevando a una tercera
dimensión los personajes de sus cuadros.
Han destacado Malú Fuenmayor en Maracaibo, Francisco
Luna y María Antonia Urbina en La Grita; Antonia Azuaje en
Caracas, Felicinda Salazar en Maracay y en Valencia,
Antonio Ramón Pinto y Aracelis de Mariño que, junto a sus
coloridas escenas talladas en tablones, logra expresivas
piezas individuales. Miguel Ángel Parada, Luis Barón y Amelia
de Carrero en Bailadores; Navor Terán en Trujillo, que con la
misma pasta de cola y aserrín de sus cuadros en relieve,
modela esculturas. Blanco Aparicio en Cabimas, traslada sus
personajes del lienzo a tallas sobre juguetes con movimiento.
Navor Terán, obras en relieve con regaños en versos
LA PALABRA TAMBIÉN VA CON LA OBRA del artista popular.
Para algunos de ellos, la escritura es complemento de su
trabajo. Antonia Azuaje redacta historias que pega o escribe
en el reverso de las telas, Carmen Sánchez en Caracas,
escribió sentidos versos de amor a sus pinturas de
enamorados, Emiliana de Nadal en Villa de Cura, le escribía
una oración a cada santo que tallaba, y Navor Terán de
Trujillo, no contento con los nombres demoledores de sus
obras, por extensión critica ácidamente a la sociedad, en
largos poemas rimados que no duda en leérselos a quien se le
ponga por delante. Elsa Morales, autora además de varios
libros de versos, pudo mostrar en dos exposiciones sus poemas
ilustrados.
10. Elsa Morales, poesía pintada y pintura poética
Antonia Azuaje, escribir con humor la historia pintada
POR LA PALABRA ESCRITA de Salvador Valero rescatada por
Carlos Contramaestre, sabemos del rico mundo de sus
“Reminiscencias de vida”, cuentos, leyendas, poemas y
ensayos. Por Alberto Arvelo y el Grupo Cinco conocimos de
primero la obra y los testimonios de religiosidad, fantasía y
buen humor de Juan Félix Sánchez. La devoción de Josefa
Zambrano rescató del deterioro y el olvido los papeles de
reflexiones, poesías y cuentos, pegados en las paredes o
regados por los rincones de la casa del Hombre del Anillo.
Por Juan Calzadilla conocemos el pensamiento de Emerio
Darío Lunar.
De Grone Romepri, el nuevo pintor de El Tocuyo, tenemos
los originales de su “Cuadresma autobiográfica, diario de
vida, logros y decepciones”, y de la multifacética Rafaela
Baroni su “Muchos años entre las espinas hasta que las rosas
florecieron”, que suscribe como “fascinante historia de mi
vida, muy auténtica, pero destacada siempre a la voluntad
del Señor...”
INVESTIGADORES de profesión y oficio, no toman en cuenta la
oralidad de los cultores. Les basta con sus parámetros y
11. conceptos, desaprovechando un material valioso
complementario de la obra.
¿Cómo seria de maravilloso el universo hablado de Bárbaro
Rivas?...
Con cuatro frases atribuidas al pintor, han dado por
investigada su religiosidad
¿Acaso no era importante conocer de su palabra ese mundo
que él vivía y visualizaba para volcarlo luego en su pintura ?...
¿Alguien se preocupó por saber de boca del pintor que qué
hace Fray José en plena calle desierta con un catre al
hombro?...
Qué delicia no sería leer una historia sagrada relatada por
Bárbaro Rivas a través del centenar de cuadros bíblicos que
pintó
Hay omisiones que no tienen justificación.
Manases, los rostros como constante de recia pintura
EN ESTOS SALTOS DE MATA por los años ochenta, otros
nombres y testimonios importantes quedan en espera con sus
decires y quehaceres. Entre ellos están individualidades y
grupos de importantes cultores en Caracas, Aragua,
Carabobo, Yaracuy, Lara, Zulia, Boconó y La Grita, sobre los
que volveremos.
12. A más de medio siglo del "nacimiento" del arte popular en
Venezuela, es bien dejar constancia del decir de uno de sus
principales parteros, Mario Abreu :
“No he tenido que hacer investigaciones para conocer la
cultura popular y las creencias populares, porque ese es el
mundo de mi propia infancia y de mi formación.
Lo que deseo es que la gente reencuentre en mis obras lo
que dentro de ellos mismos habían extraviado o no podían
entender. Que se encuentren a sí mismos.”
El Junko, Junio 2007
13. REFERENCIAS:
“Bárbaro Rivas”, José Antonio Rial
Inciba 1969
“El Ojo que Pasa”, Juan Calzadilla
Monte Avila Editores 1969
“El Arte Ingenuo en Venezuela”, Francisco Da Antonio.
Tecnocolor 1974
“Pintores Venezolanos del Común”, Juan Calzadilla
Tecnocolor 1975
“Pintores Populares de Caracas”, Perán Erminy
Tecnocolor1976
“Textos sobre Arte”, Francisco Da Antonio
Monte Avila Editores 1982
“Bárbaro Rivas, la Intuición Pictórica”, Catálogo
Museo de Arte Contemporáneo de Caracas 1984
“Por un Cielo de Barros y Maderas”, Mariano Díaz
Cerámica Carabobo 1984
“Fabuladores del Color”, Mariano Díaz
Fundación Bigott 1988