Nuestros cuentos se pasean por la matallana

Nuestros

cuentos se

pasean por

La Matallana.
CEIP Miguel de Cervantes. 3º de primaria. Curso 2012-2013

Nuestros cuentos se pasean por La Matallana.

Miércoles es igual a lectura. Este
miércoles fue matallanero. Sí, la
conferencia dada por Antonio Contreras,
estaba escrita. Leer, leer, leer, recordar,
dialogar, risas y motivación. Se les
propone realizar un cuento o fábula con
unos protagonistas conocidos, habitantes
de La Matallana. Aceptación general.


LA CASA PALMITO. José Antonio Bravo Fernández 8 años


Había una vez una planta llamada
Palmito, que vivía en la parte baja de
La Matallana. Sus vecinos eran más
palmitos, pero la diferencia de Él con los
demás palmitos, es que Él no cobijaba a
ningún animal.
Un día pasó una liebre muy
apurada y el señor Palmito le preguntó:
-¿Qué te pasa señora liebre?
Y ella le respondió:
- ¡Los cazadores! ¡Los cazadores!

El señor Palmito se ofreció a
esconderla entre sus ramas llenas de
pinchos. La liebre se agazapó y se quedó
quieta.
Cuando pasó el peligro, le dio las
gracias y le comentó que no tenía casa.
El señor Palmito volvió a ofrecerse como
su casa, ya que estaba deseando de
servir de casa.
Y así el señor Palmito nunca más
estuvo sólo, ya que la señora liebre tuvo
numerosa familia.

EL PLANTABOSQUE Y SUS AMIGOS Lola Barrios Naranjo. 8 años


Un día el plantabosque fue a meter
una semilla dentro de un agujero y
después taparlo. Luego llegó a casa de
su amiga la señora ardilla, pasado un
rato, ya se marchaba y se le olvidó
recoger la semilla.
Fue a casa de su amiga la cigüeña.
Su mujer le había prometido a la
cigüeña una fuente de sus galletas.


El vencejo común, muy amigo
del plantabosque, llegó al mismo
tiempo que el plantabosque, a casa
de la cigüeña, y también la señora
ardilla. Todos los amigos entraron
juntos y se repartieron los regalos
que habían traído.


UN SUEÑO HECHO REALIDAD. Andrés David Pérez Carbonell. 8 años


Érase una vez un niño al que le gustaba mucho
ver la naturaleza, sus animales…Se llamaba Pedro.
Un día Pedro leyó unos folletos de un hombre
llamado Antonio Contreras, se quedó asombrado por
las maravillas que había escrito sobre un Parque
Natural cercano a Lora del Río.
Desde ese mismo día, lo único que pensaba era
poder visitar ese lugar.
Sus padres trabajaban mucho y no tenía
hermanos mayores. Así que no encontraba nunca el
momento de decir en casa que por favor lo llevaran a
ese magnífico lugar.


Pasaban los días y se acercaba su cumpleaños.
Todos en casa le preguntaban que quería de regalo. A
él se le ocurrió la idea de decir ¡Papá, mamá, no
quiero ningún regalo, pero mi sueño sería que
pasáramos los tres el fin de semana en un Parque
cercano llamado La Matallana. He leído que existe una
gran flora y fauna, que podremos ver animales como
el jabalí, zorros, conejos, un ave muy especial llamado
búho real…Estoy deseando ver todas estas maravillas.
¡Por favor decirme que sí!

Entonces sus padres contentos, lo prepararon
todo para ese fin de semana. Fue inolvidable para
Pedro.


VISITA A LA MATALLANA. Carlos Maestre Segovia 8 años


Una vez Juan fue a la Dehesa del Parque de La
Matallana. Estuvo contemplando la flora y la fauna. Se
detuvo un momento y se sentó en una piedra para
observar el paisaje. La flora que veía era muy
diferente: pinos, abetos, chaparros, muchas clases de
setas, palmitos, encinas, y más.
También contempló la fauna que era muy diversa.
Había muchas clases: aves, venados, conejos, ardillas…
Se entretuvo en ver como se alimentaban y jugaban
los animales.
Se lo pasó muy bien y aprendió mucho de la
naturaleza, del parque de La Matallana.


LOS ANIMALES DE LA MATALLANA. Ana María Cepeda Gala. 8 años


Érase una vez un zorro que se perdió en La
Matallana. Se encontró con un conejo y le dijo:
-¿Has viso alguna madriguera?
Y el conejo le respondió:
-Sí,, he visto una madriguera cerca del río.
El zorro preguntó:
-¿Hacía donde queda el río?
El conejo le dijo:
-Por el norte.
Amablemente, el zorro le dio las gracias.
El zorro fue al norte como le habían indicado y
cuando llegó al río no sabía cómo cruzarlo.


Se puso triste, se sentó en una roca, que en
realidad era una tortuga que también quería cruzar
el río. La tortuga se metió en el río y los dos
cruzaron el río. Después de darles las gracias, vio la
madriguera. Llamó y espero a que le abrieran. Al
abrirle, no eran zorros sino conejos.
Entonces preguntó el zorro:
-¿Sabéis dónde hay una madriguera de zorros?
Y la mamá coneja le respondió
-Sí, en aquella colina del sur.
Agradecido, el zorro se marchó.
Esta vez dio un rodeo, llegó a la colina y allí estaba
la madriguera. Por fin encontró una familia.


EL LOBO Y LA ENCINA Patricia Gomero Fernández 8 años


Había una vez un árbol que vivía en La
Matallana, su nombre era Encina. Era feliz, junto al
resto de árboles. Cada día, lo visitaba su amigo el
lobo y se contaban historias de lo que pasaba en el
Parque Natural.
-Buenas noches lobo – dijo la encina. Hoy he visto a
hombres cazando por aquí. ¡Ten cuidado!
-¡No te preocupes encina! – le dijo el lobo. He escuchado
los ruidos de las escopetas y he corrido rápido hasta
llegar aquí. Me quedaré contigo hasta que se marchen.
A la mañana siguiente, les despertó un ruido extraño.
-¿Qué es eso? – dijo la encina
- Están matando árboles. – le contestó el lobo.
Se miraron los dos y comprendieron que había
llegado su despedida. Por culpa de los hombres, no se
volverían a ver.

EL PÁJARO CARPINTERO Y EL JABALÍ Carlos Javier Cruz Ramírez 8 años


Hace mucho tiempo en La Matallana había un
pájaro carpintero que estaba haciendo un agujero en un
árbol.
El pájaro vio a su amigo jabalí junto al árbol y le comentó
que había visto un cazador cerca de aquí. El jabalí no le
escuchó y siguió su camino.
El pájaro continuó con su trabajo cuando de
repente escuchó disparos del cazador. Miró a lo lejos y vio
que habían herido al jabalí entre las plantas del palmito.
El pájaro carpintero fue volando a buscar la ayuda del
cuidador Antonio Contreras. Antonio se dio cuenta que
pasaba algo cuando vio al pájaro revolotear mucho.
Antonio siguió al pájaro y llegó, encontró al jabalí
herido, lo cogió y lo llevó a curarlo.
Al pasar unos días, el jabalí fue a ver al pájaro
carpintero para darles las gracias.

EL GRAN CONEJO DE LA MATALLANA Gonzalo Vázquez León 8 años


Érase una vez un conejo muy astuto que un
cazador siempre lo quería cazar. Un día al conejo le
pilló despistado y lo cazó. Cuando lo iban a montar
en el gran coche, el conejo no estaba. Se les había
olvidado en un palmito. Al llegar encontraron la caja
vacía.
Se refugió con una codorniz muy amable. El
conejo estuvo con ella hasta que los cazadores se
marcharon.
El conejo, muy agradecido, le dijo que le pidiera
lo que necesitara, ya que había encontrado un buen
amigo. La codorniz no quería molestar, pero estaba
muy preocupada por sus pequeños, se habían
perdido.


El conejo fue de inmediato, a buscar a las
pequeñas codornices. Pasaban los días, días… el
conejo no las encontraba. Al fin llegó el día, el conejo
paseaba, vio en un pino piñonero, escondidas las
codornices, perdidas, asustadas…El conejo las montó
en su espalda, las llevó con su mamá.

La codorniz madre se puso muy feliz, ya que
no pensaba en volver a sus pequeños. Para
celebrarlo, todos los animales de La Matallana
hicieron una gran fiesta. Saltaron, bailaron y rieron
juntos. ERAN MUY FELICES.

Y COLORÍN, COLORADO, ESTE CUENTO SE HA ACABADO.


ANIMALES Y FLORA DE LA MATALLANA Miguel Ángel Jerez Díaz 8 años


Érase una vez unos animales que vivían en un
espacio natural llamado Matallana. Juan, el zorro, Daniel,
el conejo, Clara, la liebre y Ángel el gorrión. Ellos fueron
a comer. Al terminar, jugaron al escondite.
Clara les comentó que iba a ser madre, que iba a
tener un hijo. Sus amigos Juan, Daniel y Ángel estaban
muy contentos. La felicitaron.
Y llegó el día, Clara llamó a sus amigos. Todos se
reunieron alrededor del nuevo animalito. Clara les dijo
que su hijito se llamaría Sergio.
Sergio creció rodeado de todos los animalitos de
La Matallana. Cuando su madre estaba ocupada, él
jugaba con sus amiguitos, debajo de las encinas y los
pinos.


LOS AYUDANTES DE LA NATURALEZA Manuel Vicente Fernández 8 años


Había una vez una mangosta que paseaba cerca del
río, cuando de repente vio a un águila culebrera atrapada
en un helecho. Como el helecho flotaba cerca de la orilla fue
a rescatarla. EL Águila le dijo:
- Muchas gracias por ayudarme. Estoy buscando a
mi amigo el pájaro pico gordo. ¿Quieres venir a conocerlo?
- Sí, iré contigo – dijo la mangosta.
Comenzaron a hablar sobre algunas personas que
se portaban mal con los animales y las plantas de allí.
A la mangosta se le ocurrió formar un grupo
protector de la naturaleza. Cada vez que una persona
hacía algo malo se le acercaban a ella y la acosaban hasta
que dejaba de hacerlo.
Funcionó muy bien y consiguieron que las personas
respetaran la naturaleza.


ANTONIO Y LA NATURALEZA Yolanda Manzanares García 8 años


Érase una vez un señor llamado Antonio
Contreras González.
Él, desde niño le gustaba mucho la flora y la
fauna. Quería ser como su padre y el conocido Félix
Rodríguez de la Fuente, a los cuales admiraba. Leía
muchos libros con fotografías de La Matallana.
Se informó que el hombre arrancó las encinas
que había en ese lugar. Se plantaron palmitos, en la
parte de abajo y pinos, en la parte de arriba. También
aprendió que existía una encina con 300 años y que
en el año 2012 se secó su tronco. Algunos árboles viejos
sirvieron de refugio a muchos animales.
Sabía mucho de todo esto. Me he enterado que
todavía sigue leyendo para saber mucho más. Pronto
tendrá la sabiduría de su padre y de Felix Rodríguez
de la Fuente.

LA BELLEZA QUE LOS HUMANOS NO CUIDAMOS
Lidia Buzón Ruiz 8 años


Algunos humanos no comprenden la belleza de
los animales y las plantas de La Matallana.
Los cazadores son tan malos que hasta
mataron a una zorra.
Algunos matan a animales que no le han hecho
daño porque le tienen miedo. Dónde creen que están,
disparan.
También los humanos le hacen daño a las
plantas. Algunos árboles se secan porque los pinos
absorben todo el agua.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.


EL DIAMANTE DE COLORES Mª de Setefilla Rincón Pinto 8 años


Érase una vez un zorro y un pájaro carpintero.
Los dos estaban recién nacidos. ¡Y ya sabían hablar!
Les gustaba recorrer aventuras de miedo y de
alegría. El pájaro carpintero picaba un árbol y
encontró un diamante de 300 quilates, Como pesaba
mucho no podía cogerlo con su pico. El zorro, escaló al
árbol, lo cogió en su boca, y bajó hasta el suelo.
Se lo llevaron corriendo a la casa del zorro.
Como la madre del zorro era científica examinaron el
diamante. Vieron que tenía una bola de colores dentro.
Cuando la movía, salían unas luces de colores muy
graciosas.


Mamá zorra se la dio al conejo. A este no le
gustaba, le daba miedo.

Se la quería regalar a la serpiente pero
cuando llegó a la puerta de su casa, llamó y no
contestó nadie. Le dejó una nota que decía:

“Amiga serpiente te dejo este regalo porque a mí no
me gusta. De tu amigo el conejo saltarín “

La serpiente llegó a su casa, cogió el diamante
y se lo quedó. Nunca se lo dejó a nadie, sólo lo
enseñaba.


LA GRAN FAMILIA Jorge Luís González Romero 8 años


Érase una vez unos animales, un conejo, una
coneja y una liebre. Formaban una familia. Vivían en
La Matallana.
Todos eran cantantes. Siempre cantaban a coro.
La liebre dijo: - ¿Vamos de concierto?
Contestaron al unísono ¡Vale, vale!
- Bien ¿Qué nombre le pondremos al club? –
dijeron
- ¡qué tal LOS CHIPS!
- SIIIIIIIIIII, GRITARON TODOS.
- Pues vamos mañana.
- Vale.
- Invitaremos a todos los animales de La
Matallana.
Les salió perfecto.

EL PICO GORDO MENTIROSO Antonio López Elena 8 años


Érase una vez un pico gordo mentiroso, que
mentía a todos los animales. Una vez dijo al pobre
zorro: Ahí hay un conejo con un catalejo.
El zorro fue hasta allí, pero sólo había una vieja
encina. A la culebra le hizo lo mismo.
Un día, una despistada gineta cayó en una
trampa de arbustos con un agujero. Todos los
animales esperaban que el pico gordo cayera en esta
trampa.
Pasados unos días, el animal cayó en la
esperada trampa pegajosa.

Y colorín, colorado este tramposo cuento se ha
acabado.


UN DÍA INOLVIDABLEMaría Expósito Sánchez 8 años


Había una vez un niño que quería ir al campo y
su padre lo llevó a La Matallana. Se sentaron en unos
merenderos y allí estuvieron toda la familia pasando el
día.
Su mamá estaba haciendo la comida y su papá con
su hermana y él fueron a buscar animalitos. Llegaron a
una mata de palmitos y les salió una lagartija.
Continuaron hacia delante y de repente la hermana
dijo: ¡ Mirad, mirad ! Un conejo
Salieron corriendo detrás de él para cogerlo pero el
conejo corría mucho más. Su papá les dijo: dejadlo ya que
no hay quien lo coja. Se me acaba de ocurrir una idea: ¿Le
hacemos un ramo de flores a mamá?.
Vale, sí, sí papá, - dijeron los niños muy contentos.


Empezaron a coger margaritas, amapolas,
jaramagos y romero.
Su papá formó un ramo muy bonito y les dijo a
sus hijos que volvieran a los merenderos porque su mamá
tendría lista la comida .
Al llegar le dieron el ramo a su madre y se puso
muy contenta.
Después de almorzar se fueron todos de excursión
al puente romano. Estuvieron un rato y vieron en el
arroyo algunos renacuajos y ranas.
Más tarde merendaron y jugaron en los columpios.
Y así fue, estuvieron jugando hasta que empezó a
oscurecer. Recogieron y volvieron a casa. El niño dijo:
- Papá este día no se me va a olvidar nunca. ¡HA
SIDO MARAVILLOSO!.
Y COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO.


LA VACA PRESUMIDA Triana Pérez Gómez 8 años


Había una vez una vaca muy presumida que
siempre estaba presumiendo.

Un día, la vaca presumida se encontró con una
perra sucia y solitaria. La vaca se la llevó a su
hogar y la bañó, la vistió y la peinó. Y se fue al
parque. Nadie quería jugar con ella.

La vaca se fue cansando de ser y estar
presumida. Y dejó de ser presumida.

Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.


UN PEZ Y UNA CIGÜEÑA Coral Reyes Campos 8 años


Érase un pez y una cigüeña. El pez era de un
huevo y la cigüeña de otro. Eran muy amigos.
Un día la cigüeña tenía hambre y le dijo su
padre:
¿Por qué no te comes ese pez tan rico?
La cigüeña le decía que no, no, no, no, no me lo
comeré, es mi amigo.
Continuaba teniendo hambre y pensaba que el
pez estaba muy rico, pero insistía que la amistad es
mayor que su hambre. Ella se sentía feliz de tenerlo
como amigo.
Al final entre los dos se comieron unas
codornices.
Este cuento se ha acabado.


LA BELLEZA NATURAL Juan Luís Gil Garrote 8 años


En la montaña se puede encontrar un motón
de herbívoros y Omnívoros.

Una cigüeña y una zorra no se llevaban bien
debido a la comida. Porque una comía en un tarro y
otra en un plato. Sin embargo, en todo lo demás, eran
muy buenos amigos. Pero hicieran lo que hicieran,
siempre la comida era una gran pelea.

Se pegaban y discutían…

Un día decidieron que cada uno comiese donde
quisiera y lo que quisiera.


Nuestros cuentos se pasean por La Matallana.

La lectura de los cuentos fue
emocionante. Escuchaban atentamente.
Identificaban los animales y plantas de La
Matallana, se miraban entre ellos cuando
el protagonista era Antonio Contreras y se
sonreían al escuchar los finales.


Si queréis leer la conferencia de
Antonio Contreras González, puedes entrar
en nuestro blog, y seguro que aprenderás y
conocerás nuestra Dehesa la Matallana.
Aquí te dejamos el link:
La Matallana, espacio a proteger.

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