El salmo 84 expresa la alegría de acercarse a Dios y habitar en su casa. El salmo describe cómo el corazón y la carne del creyente se regocijan en el Dios vivo y cómo es dichoso aquel que saca fuerzas de Dios cuando proyecta su peregrinación. Finalmente, el salmo declara que vale más un día en los atrios del Señor que mil en cualquier otro lugar y que Dios no negará sus bienes a aquel que confía en él.