2. Se denomina con el nombre de ingeniería a aquella
disciplina que se ocupa del estudio y de la aplicación de los
conocimientos que de este y de la experiencia resultan,
para que a través de diseños, técnicas y problemas puedan
ser resueltos los diferentes problemas que afectan a la
humanidad.
La ingeniería, básicamente, requerirá de un ajustado
conocimiento y manejo de las matemáticas, por un lado y
de las ciencias naturales, por el otro, para desarrollar
formas económicas que permitan utilizar determinados
materiales y las fuerzas de la naturaleza en absoluto
beneficio del ambiente y de la humanidad. Pero también, la
ingeniería, va un poco más allá de esto y entonces también
utilizará los conocimientos científicos para ponerlos al
servicio de la invención, perfeccionamiento y utilización de
cualquier tipo de tecnología.
3. Si bien la ingeniería es una actividad absolutamente
humana, por lo cual debería venir acompañando al
hombre prácticamente desde sus orígenes como tal, en
realidad, su campo de conocimiento específico está
estrechamente vinculado al inicio de la Revolución
Industrial.
Los individuos que dedican su vida profesional a este
menester se conocen con el nombre de ingenieros.
Tal como bien señalamos más arriba cuando
comentábamos la finalidad que la ingeniería ostenta, la
principal función de un ingeniero será la de promover y
desarrollar soluciones tecnológicas para aquellas
necesidades sociales, industriales y económicas que
vayan suscitándose en la vida.
4. Por esto, entonces, es que un ingeniero ante todo
deberá tener una acabada comprensión de los
obstáculos que se susciten en esta tarea, ya que de esta
manera con los obstáculos bien identificados es que
podrá deducir las mejores soluciones al respecto y así
encontrar el objeto o sistema que mejor calce para dar
las mejores respuestas a los problemas que se susciten.
En tanto, la matemática, la ciencia y algunos programas
de diseño específicos serán sus mejores aliados a la hora
de esa búsqueda, ya que le permitirán hacer prototipos,
escalas, muestras y simulaciones de cómo quedaría el
resultado o trabajo final y la ventaja, claro está, es que
estos permiten realizar modificaciones.
5. Dada la tamaña responsabilidad que la actividad supone,
cualquier persona que interviene en ella deberá observar algunos
patrones éticos, como por ejemplo no aprobar planos o diseños
que no supongan un diseño seguro, realizar periódicas
revisaciones de seguridad, compromiso a la hora de resolver un
ambiente, entre los más importantes y que seguramente de no
observarse tendrán nefastas y directas consecuencias contra la
comunidad.
La ingeniería abarca un variado abanico de campos como ser del
mar (ingeniería naval), de la tierra (ingeniería agrícola), del aire y
del espacio (ingeniería aeronáutica), administrativas y de diseño
(ingeniería de sistemas, ingeniería comercial), derivadas de la
física y química (ingeniería nuclear), derivadas de las ciencias
biológicas y la medicina (ingeniería biónica), de la agricultura y el
ambiente (ingeniería forestal), por objeto de aplicación
(ingeniería automotriz) y de las ciencias de computación
(ingeniería de software, ingeniería en conectividad y redes).
6. La palabra software se refiere a las instrucciones que se
incorporan a un sistema informático para que este lleve a
cabo una determinada función. Partiendo de esta sencilla
definición, el campo que se esconde detrás es inmenso,
porque engloba desde pequeñas aplicaciones para llevar a
cabo tareas muy específicas, a archiconocidos sistemas
operativos con capacidad para realizar miles de funciones.
El software es imprescindible para cualquier sistema
informático o basado en informática, puesto que sin él, este
no funcionaría. Es el software quien dá las órdenes, quien
indica que debe hacer cada máquina con sus elementos,
cuando y como. Un ordenador sin software sería
simplemente un conjunto de chips, cables, periféricos e
interruptores totalmente inerte y sin función alguna.
7. Es el software quien ordena todo ese material, lo reconoce, le asigna
una función según sus características, y permite que funcione todo en
su conjunto. Imaginaos una orquesta tocando una pieza: el director
sería la parte central del ordenador, los músicos, el hardware
periférico, y el software, la partitura de esa pieza. Está claro que sin
partitura no habrá música, pero también que sin músicos tampoco.
Continuando el símil, si en el caso de las partituras son los
compositores quienes las crean, en el caso de la informática son los
programadores, quienes diseñan el software para que cumpla con la
función deseada. En grandes programas, como por ejemplo los
sistemas operativos, existen equipos de cientos y miles de personas
que trabajan en ellos durante largos periodos de tiempo, sobre todo
debido a su complejidad. Y de hecho empresas como Apple, Microsoft,
Google… son básicamente empresas dedicadas al software y su
desarrollo, lo cual nos permite hacernos una pequeña idea del valor
del software. Contra esta corriente de grandes empresas que
obtienen beneficio económico del software, hay una corriente
mundial que aboga por el software libre o gratuito, pero bueno, esa es
otra historia.
8. Resumiendo y volviendo al hilo principal, el software
controla al hardware, aunque evidentemente sin este
último el software tampoco puede funcionar. De hecho
cada software suele ser específico para determinados
equipos o máquinas. Si intentas ejecutar un software para
una centralita de coches en un ordenador, no encontrará ni
los mandos de las puertas, ni los elevalunas, ni el
climatizador, y por tanto te dará errores, si es que llega a
ejecutarse. Un software adecuado es de vital importancia,
pues, para llevar a cabo la tarea que se quiere hacer de
modo correcto. Cuando un software no funciona bien en un
determinado hardware, se habla de incompatibilidad entre
ambos.
9. La importancia del software radica también en que permite una
comunicación entre el usuario y la máquina, e incluso una
interacción entre ambos. Pongamos otro ejemplo muy sencillo;
ahora mismo, escribiendo esto, al pulsar un botón del teclado, se
activa automáticamente una serie de órdenes, que permiten
identificar que botón se ha pulsado, traducirlo a lenguaje de
máquina, mostrarlo en pantalla para el usuario y almacenarlo.
Así, el software que tengo instalado en mi ordenador se ha
ocupado de todo eso ante un simple gesto mío. Y esa es
precisamente otra de sus grandes funciones: facilitar las tareas a
los usuarios. Gracias al software podemos ejecutar tareas que
hace décadas hubiesen llevado años de trabajo, y ello ha
supuesto sin lugar a dudas una revolución mundial en la
sociedad moderna. Está tan presente en nuestra vida cotidiana,
que muchas veces pasa desapercibido que no sólo tenemos
programas y aplicaciones en los ordenadores, sino que la mayor
parte de los electrodomésticos, coches, mandos… llevan su
propio software (más o menos simple) incorporado.