Alfred Nobel inventó la dinamita para facilitar la extracción de minerales en las minas, pero se dio cuenta de que su invento también se estaba usando para la guerra y la muerte. Para compensar esto, decidió dejar su fortuna para establecer los Premios Nobel de la Paz, que reconocen a personas que han hecho contribuciones excepcionales en áreas como la física, la química, la medicina, la literatura y la paz.