5.
LAS RECETAS IDEOLÓGICAS NEOLIBERALES PARA LA SANIDAD PÚBLICA
1. Existe una relación entre crisis económica y gasto sanitario, de tal manera que lo segundo es uno de los
elementos que ha contribuido a lo primero, ya que el gasto sanitario constituye una parte muy relevante del gasto
público.
2. El gasto sanitario es excesivo, porque “hemos gastado en salud más de lo que nos podíamos permitir”. Los
culpables son los ciudadanos y, en menor medida, los profesionales. Todos son unos irresponsables despilfarradores
que han incurrido en riesgo moral.
3. Para paliar el desastre hay que actuar tanto por el lado de la oferta como por el de la demanda.
* Recortar el derecho de acceso al sistema sanitario público, destruyendo así la idea del derecho a la
atención sanitaria como un derecho humano universal.
* Recortar la inversión en el sistema sanitario público, especialmente en su partida presupuestaria más
importante: los recursos humanos, los profesionales.
* Recortar la cartera de servicios todo lo posible
* Extender el copago por los servicios sanitarios en destinatarios y conceptos, para:
‐ incrementar ingresos directos
‐ reducir la utilización de los servicios sanitarios públicos y por tanto el gasto sanitario
4. Aumentar la culpabilización de ciudadanos y profesionales para luchar contra el “riesgo moral”.
5. Estimular en lo posible el aseguramiento privado.
6. Privatizar, con diferentes fórmulas, los centros y servicios sanitarios . Es seguro, evidente, que la gestión privada
es más eficiente que la pública, que por definición es mediocre y derrochadora.
Elaboración propia
Tabla 2: Las recetas neoliberales para mejorar los sistemas sanitarios públicos.
No resulta necesario poner ahora encima de la
mesa la ingente cantidad de datos, estadísticas,
esquemas, informes, etcétera, ya existentes
que, o bien revelan las falacias de dichas
argumentaciones presuntamente “científicas”
usando sus mismas herramientas, o bien
desvelan las consecuencias reales que las
políticas que se siguen de esos argumentos
producen en la vida diaria de las personas, de la
ciudadanía. Hay ya multitud de estudios e
informes sobre ello que no es necesario repasar
aquí 14
.
Más importante es señalar que todo este
armazón argumentativo, el que aúna las
afirmaciones y sus justificaciones, es pura
“ideología” en el sentido que le dio Marx. No se
trata pues solamente de que hay argumentos
técnicos fuertes para contradecirlo, para
cuestionar su verdad. Es que con este armazón
argumentativo se intenta instalar en la mente
de la ciudadanía una falsa conciencia que
oculte el verdadero origen de la situación
actual y que sustente todo un programa
deliberado de transformación social, política y
económica destinado a hacer prevalecer los
intereses de los grandes poderes financieros,
con la excusa de que son los de los ciudadanos
los que se protegen. Se trata de una
superestructura destinada a encubrir y
legitimar una forma de organización
económica, una forma de producción: la del
capitalismo neoliberal. Esta ideología porta una
concepción pública determinada de lo que es
presuntamente bueno para la ciudadanía y
oculta, mintiendo, que sólo busca lo bueno
para los poderosos. Es ideología moral: no es
neutral, no es ciencia desinteresada.
Ésta ideología moral se fundamenta en
presupuestos filosóficos de corte libertariano,
cuyos grandes defensores son Robert Nozick en
la vertiente más estrictamente filosófica y H.
Tristram Engelhardt Jr en el de la Bioética. En el
quicio entre filosofía y economía no puede
dejar de señalarse también como importante
2728
13. sanitarios, de la cuna a la tumba: suscitar
ciudadanos cívicamente virtuosos que sean
austeros en lo privado y generosos en y
con lo público.
4. Luchar decididamente contra la creación
de una neolengua orwelliana en política y
en sanidad, para desvelar las realidades
encubiertas por las falsas palabras de la
moral neoliberal.
5. No recortar, no repagar, no privatizar, sino
aumentar la inversión pública en salud y
optimizar su gestión, eliminando áreas de
ineficiencia de forma decidida y, a veces,
dolorosa. La administración sanitaria
central y las autonómicas son las
principales responsables de llevar a cabo
las políticas adecuadas para ello, pero sólo
lo harán si los ciudadanos y los
profesionales las obligan.
6. Desmedicalizar, desinvertir en lo
innecesario, dejar de hacer, racionalizar la
cartera de servicios sanitarios e
incrementar la prevención cuaternaria 34
35
Los profesionales sanitarios son agentes
claves de esta tarea. Es una obligación
ética estricta comprometerse con ella de
manera decidida. Pero obviamente,
necesitan de las administraciones
sanitarias, de la clase política y de las
asociaciones de pacientes, consumidores y
usuarios para llevarlo a cabo. Y necesitan
además autorregularse y limitar a lo
estrictamente necesario el contacto y la
colaboración con las industrias
farmacéuticas, que forman parte del lobby
financiero del capitalismo neoliberal
mundial.
7. Disminuir el gasto sanitario hospitalario
global ‐que ha seguido creciendo‐ y, en
cambio, aumentar el gasto público en
atención primaria, salud mental, salud
pública y sector sociosanitario. Los
ciudadanos y las organizaciones científicas
y profesionales deberían exigir a las
organizaciones políticas compromisos
claros, explícitos y evaluables en esta línea.
8. Progresar de forma significativa en el
proceso de participación activa, política, de
la ciudadanía en la gestión de la sanidad.
Actualmente estos niveles de participación
en España son, como aproximación
general, mínimos, de tipo “simbólico”
según la Escala de Hart.36
. La segunda
transición política y sanitaria debería ser
capaz de llegar a una participación de Nivel
8 de la Escala de Hart: decisiones iniciadas
por la ciudadanía y coordinadas con otros –
administración, profesionales‐ para
llevarlas a cabo de manera efectiva. Pero
ello exige un alto grado de coraje que
prácticamente ningún partido político
parece poseer en la actualidad.
35
9. Reforzar la identidad ética de los
profesionales sanitarios públicos en tanto
que tales frente a las identidades morales
corporativa, colegial o meramente
personal. Esto exige un gran esfuerzo en la
formación de los profesionales en este
campo en los niveles pregrado, posgrado y
profesional, esfuerzo que hasta ahora no
se ha producido de forma generalizada en
este país. El paternalismo sigue siendo, a
pesar de que se hayan producido avances
en las últimas décadas, el marco ideológico
mayoritario entre los profesionales y sus
organizaciones
37
. Y muestra una gran
capacidad de supervivencia y replicación
entre las generaciones más jóvenes de
profesionales.
10. Resistir.
Conflictos de Interés: Aunque la versión inicial de este trabajo fue encargado por la Fundación Grifols y la SESPAS y
el autor fue remunerado por hacerlo (600 € brutos), en ningún momento fue condicionado directamente o
indirectamente por dichas instituciones a la hora de fijar su contenido y las posiciones en él defendidas.
Contribución de los autores: PSL ideó y redactó íntegramente el trabajo.
BIBLIOGRAFÍA
1
Real Decreto‐ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema
Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones. BOE nº 98, de 24 de Abril de 2012.
2
Guillén Rodríguez A. La construcción política del sistema sanitario español: de la postguerra a la democracia.
Madrid: ExLibris ediciones, 2000.
36