1. Generación del 27
La llamada generación del 27 se dio a conocer en el panorama cultural español alrededor del año
1927, con el homenaje que se dio al poeta Luis de Góngora en el Ateneo de Sevilla, en el que
participó la mayoría de los que habitualmente se consideran sus miembros.
Clasificación del grupo El concepto de generación ha sido discutido, ya que es de naturaleza
historiográfica y los autores que engloba no cumplen los criterios que Julius Petersen asigna al
mismo; se trata más bien de un "grupo generacional", de una "constelación" o de una
"promoción" de autores. Sin embargo, el marbete "generación" ha sido admitido por costumbre,
aunque su delimitación ha sido ya más diversa y polémica, puesto que se ha propuesto llamarla
de otras maneras: Generación Guillén-Lorca (nombres del mayor y más joven de sus autores);
Generación de 1925 (media aritmética de la fecha de publicación del primer libro de cada autor);
Generación de las Vanguardias; Generación de la amistad; Generación de la Dictadura;
Generación de la República, etc.
Los componentes del grupo
Monumento a Gerardo Diego, en la calle Pío Baroja, delante de la Casa de Cantabria, Madrid.
La nómina habitual del grupo poético del 27 se limita a diez autores: Jorge Guillén, Pedro Salinas,
Rafael Alberti, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente
Aleixandre, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados, si bien hubo también muchos otros escritores,
novelistas, ensayistas y dramaturgos que pertenecen a ella, desde Max Aub a otros más viejos,
como Fernando Villalón, José Moreno Villa o León Felipe, y otros más jóvenes, como Miguel
Hernández, que más bien podría pertenecer a la primera generación de posguerra si no hubiese
muerto tan joven, pasando por autores como José María Quiroga Plá. Por otra parte, algunos
otros han sido olvidados por la crítica, como Concha Méndez-Cuesta, poetisa y escritora de
teatro, Juan Larrea, Mauricio Bacarisse, Juan José Domenchina, José María Hinojosa, José
Bergamín o Juan Gil-Albert. O la conocida como Otra generación del 27, según la denominación
que le dio uno de sus integrantes, José López Rubio, y que estaría integrada por los humoristas
discípulos de Ramón Gómez de la Serna, es decir, Enrique Jardiel Poncela, Edgar Neville, Miguel
Mihura y Antonio de Lara, «Tono», escritores que en la posguerra integraron la redacción de La
Codorniz... y son solo unos pocos.
Ha de tenerse en cuenta, asimismo, que no toda la producción literaria del 27 está escrita en
castellano; algunos de ellos son autores de textos literariamente estimables en otros idiomas,
como Salvador Dalí u Óscar Domínguez, que escribieron en francés, o en inglés, como Felipe
Alfau; es más, algunos escritores y artistas extranjeros tuvieron también mucho que ver en esta
estética, como Pablo Neruda, Vicente Huidobro, Jorge Luis Borges o Francis Picabia.
Igualmente cabe deshacer la idea de que la Generación del 27 fue un fenómeno exclusivamente
madrileño, lo que una crítica demasiado localista (y localizada) parece empeñarse en hacer, sino
una constelación de núcleos creativos repartidos a lo largo de toda la geografía nacional y
estrechamente entrelazados. Aparte del madrileño, los más importantes se concentraron en
Sevilla (en torno a la revista Mediodía), Canarias (en torno a la Gaceta de Arte) y en Málaga (en
torno a la revista Litoral); sin descontar otros muchos de menor filiación pero de no menor
importancia en Galicia, Cantabria, Cataluña y Valladolid.
Del mismo modo, se suele olvidar que algunos miembros del grupo cultivaron otras ramas del
arte, como Luis Buñuel, cineasta, K-Hito, caricaturista y animador, Salvador Dalí y los pintores
surrealistas, Maruja Mallo, pintora y escultora, Benjamín Palencia, Gregorio Prieto, Manuel
Ángeles Ortiz, Ramón Gaya y Gabriel García Maroto, pintores, Ignacio Sánchez Mejías, torero, o
Rodolfo Halffter y Jesús Bal y Gay, compositores y musicólogo éste último también,
pertenecientes al Grupo de los ocho, que se suele identificar en música como el correlato a la
literaria Generación del 27 y estaba integrado por el citado Bal y Gay, los Halffter (Ernesto y
Rodolfo), Juan José Mantecón, Julián Bautista, Fernando Remacha, Rosa García Ascot, Salvador
Bacarisse y Gustavo Pittaluga, sin olvidar a otros músicos más o menos marginales como Gustavo
Durán. En Cataluña está el llamado grupo catalán, que hizo su presentación en 1931 bajo el
2. nombre de Grupo de Artistas Catalanes Independientes integrado por Roberto Gerhard, Baltasar
Samper, Manuel Blancafort, Ricardo Lamote de Grignon, Eduardo Toldrá y Federico Mompou.
Podrían añadirse también los componentes de la llamada Generación del 25 de arquitectos (que
otros han propuesto llamar también generación del 27, para unirla a ésta), de la que formaban
parte Agustín Aguirre, Teodoro de Anasagasti, Carlos Arniches Moltó, José de Aspiroz, Rafael
Bergamín (hermano del ensayista y poeta José Bergamín), Luis Blanco Soler, José Borobio,
Martín Domínguez, Fernando García Mercadal, Luis Gutiérrez Soto, Casto Fernández Shaw,
Manuel Muñoz Casayús, Luis Lacasa, Miguel de los Santos, Manuel Sánchez Arcas y Ramón
Durán Reynals.
Revistas
Su documento de entrada en la tradición literaria fue sin duda la primera edición de la Antología
preparada por Gerardo Diego en 1932. Por otra parte, se hicieron notar publicando en revistas
como La Gaceta Literaria dirigida por Ernesto Giménez Caballero, en Cruz y Raya (1933), dirigida
por José Bergamín, en Litoral, impresa por Manuel Altolaguirre y Emilio Prados en Málaga desde
1926; Carmen, creada en Santander (1927) por Gerardo Diego y con un suplemento festivo,
Lola; en el Suplemento Literario del diario murciano La Verdad (1923–1926), que mantenían su
redactor José Ballester Nicolás y Juan Guerrero Ruiz, y que después pasó a ser revista Verso y
prosa (1927), dirigida por Juan Guerrero Ruiz y Jorge Guillén; Mediodía (Sevilla); Meseta, de
Valladolid; en Revista de Occidente, cuya editorial imprime varios libros del grupo; en Caballo
verde para la poesía (1935), dirigida por Pablo Neruda, y en Octubre, dirigida por Rafael Alberti.
Estética y evolución
En los autores del 27 es muy significativa la tendencia al equilibrio, a la síntesis entre polos
opuestos (Lázaro), incluso dentro de un mismo autor:
Entre lo intelectual y lo sentimental. La emoción tiende a ser refrenada por el intelecto. Prefieren
inteligencia, sentimiento y sensibilidad a intelectualismo, sentimentalismo y sensiblería
(Bergamín).
Se observa muy bien en Salinas.
Entre una concepción romántica del arte (arrebato, inspiración) y una concepción clásica
(esfuerzo riguroso, disciplina, perfección). Lorca decía que si era poeta «por la gracia de Dios (o
del demonio)» no lo era menos «por la gracia de la técnica y del esfuerzo».
Entre la pureza estética y la autenticidad humana, entre la poesía pura (arte por el arte; deseo
de belleza) y la poesía auténtica, humana, preocupada por los problemas del hombre (más
habitual tras la guerra: Guillén, Aleixandre...).
Entre el arte para minorías y mayorías. Alternan el hermetismo y la claridad, lo culto y lo popular
(Lorca, Alberti, Diego). Se advierte un paso del «yo» al «nosotros». «El poeta canta por todos»,
diría Aleixandre.
Entre lo universal y lo español, entre los influjos de la poesía europea del momento (surrealismo)
y de la mejor poesía española de siempre. Sienten gran atracción por la poesía popular española:
cancioneros, romanceros...
Entre tradición y renovación. Se sienten próximos a las Vanguardias (Lorca, Alberti, Aleixandre y
Cernuda poseen libros surrealistas; G.Diego, creacionistas); próximos a la generación anterior
(admiran a Juan Ramón, Unamuno, los Machado, Rubén Darío...); admiran del XIX a Bécquer
(Alberti: «Homenaje a Bécquer», Cernuda: «Donde habite el olvido»...); sienten auténtico fervor
por los clásicos: Manrique, Garcilaso, San Juan, Fray Luis, Quevedo, Lope de Vega y, sobre
todos, Góngora.
Instituciones
La mayoría de estos autores, principalmente líricos, entraron en contacto con la tradición literaria
a través del Centro de Estudios Históricos dirigido por el padre de la filología española, Ramón
Menéndez Pidal, y con las Vanguardias a través de los viajes, la divulgación llevada a cabo por
Ramón Gómez de la Serna y otros novecentistas y, sobre todo, las actividades y conferencias
programadas por la Residencia de Estudiantes, institución inspirada en el Krausismo de la
Institución Libre de Enseñanza y dirigida por Alberto Jiménez Fraud.
Historiografía sobre el 27
3. Por otra parte, y para reconstruir la memoria viva de lo que se ha venido a llamar la Edad de
Plata, hay que leer una serie de libros de memorias escritos por diversos autores más o menos
vinculados a esta promoción. La arboleda perdida, de Alberti, por ejemplo. Es también el caso de
Pablo Neruda, quien por entonces vino a Madrid y reforzó el grupo surrealista con algunas de sus
contribuciones, en particular con la edición de su libro Residencia en la tierra I y II y que en sus
dos libros de memorias, Confieso que he vivido y Para hacer he nacido, dio testimonio y noticias
sobre las actividades del grupo durante esos años y el exilio posterior, en particular sobre Lorca y
Alberti. Los encuentros, de Vicente Aleixandre, narra las primeras veces que vio a cada una de
las figuras relevantes de la generación; Mi último suspiro, de Buñuel, publicado primitivamente
en francés, incluye numerosas anécdotas sobre los poetas del 27, etc.
Las corrientes del 27
En realidad, la llamada generación del 27 fue un grupo poco homogéneo; habitualmente se les
ha solido ordenar por parejas o tríos. Así, por ejemplo, los poetas del Neopopularismo o
neopopularistas, Rafael Alberti y Federico García Lorca, dentro de una nómina que fue
particularmente bien nutrida, intentan acercarse a la poesía de Gil Vicente y del Romancero, o a
la lírica cancioneril, buscando fuentes populares y en el folclore de la lírica tradicional; algo de
ello hay también en la aproximación que hizo Gerardo Diego, después de su etapa Creacionista, a
la lírica de Félix Lope de Vega gracias a la edición que hizo en ese tiempo José Fernández
Montesinos.
Por otra parte, hay dos catedráticos de Filología hispánica que comparten intereses comunes y
que incluso fueron amigos y tuvieron trayectorias muy parecidas, pues no en vano su poética es
fundamentalmente afirmativa y optimista; se trata de Jorge Guillén, cuya obra poética se recoge
bajo el título Aire nuestro y está marcada por la poesía pura a lo Paul Valéry y formada por cinco
libros (Cántico, Clamor, Homenaje, ...Y otros poemas y Final) y Pedro Salinas, el gran poeta del
amor del 27.
El grupo surrealista está más nutrido, pero destaca especialmente el premio nobel Vicente
Aleixandre, seguramente el más original, ya que, según Cernuda, «su verso no se parece a
nada», y el que ha venido a ser el poeta más influyente de la generación durante la última mitad
del siglo XX, el ya citado Luis Cernuda. Sin embargo, hubo otros poetas del 27 que notaron el
impacto surrealista y que poseen etapas en su evolución marcadas por esta estética: Rafael
Alberti, por ejemplo, compuso la última sección de Sobre los ángeles y Sermones y moradas en
versículo surrealista y Federico García Lorca asimiló su impacto en Llanto por Ignacio Sánchez
Mejías, Poeta en Nueva York y los Sonetos del amor oscuro. Una etapa surrealista posee, por
ejemplo, José María Hinojosa con su La flor de Californía (con acento en la i) y Emilio Prados.
Son éste último y Manuel Altolaguirre quienes constituyen el llamado grupo de Málaga o de los
poetas presuntamente menores, constituido alrededor de la revista Litoral editada por
Altolaguirre y su colección de libros poéticos. Dámaso Alonso y Gerardo Diego vienen a ser, por
otra parte, el llamado grupo de los que se quedaron en España, de mala gana y pasando algunos
apuros el primero y más a gusto el segundo, y más o menos pactaron con el régimen victorioso
en la Guerra Civil (Alonso, que se consideró a sí mismo dentro de la Generación del 27 como
crítico, pero dentro de la primera generación de posguerra como poeta) o lo apoyaron
abiertamente (Diego). Este último realizó una larga trayectoria poética donde combinó a la vez
tradición y vanguardia, muy variada en su temática (desde el toreo a la música y las inquietudes
religiosas, el paisaje y los contenidos existenciales); sin embargo, algunos se quedaron,
ignorados por el régimen, viviendo en un llamado exilio interior (Juan Gil-Albert) o convirtiéndose
de hecho en maestro y guía de toda una nueva generación de poetas (Vicente Aleixandre).
También la homosexualidad es tema ocasional, como lo es en la obra de poetas como Luis
Cernuda, Aleixandre, Federico García Lorca, Gil-Albert o Emilio Prados, como también en la obra
del pintor Gregorio Prieto.
Nómina
Integrantes de la generación del 27, por orden cronológico:
Rogelio Buendía (1891–1969, 78)
Valentín Andrés (1891–1982, 91)
4. Pedro Salinas (1891–1951, 60)
Juan Guerrero Ruiz (1893–1955, 62)
Jorge Guillén (1893–1984, 91)
Miguel Valdivieso (1897–1966, 69)
Josep Moreno Gans (1897–1976, 79)
Antonio Espina (1894–1972, 78)
Mauricio Bacarisse (1895–1931, 36)
Rafael Laffón (1895–1978, 83)
Juan Larrea (1895–1980, 85)
Gerardo Diego (1896–1987, 91)
Antonio de Lara (1896–1978, 82)
José Fernández Montesinos (1897–1972, 75)
Agustín Espinosa (1897–1939, 42)
Amado Alonso (1897–1952, 55)
Gregorio Prieto (1897–1992, 95)
Dámaso Alonso (1898–1990, 92)
Juan José Domenchina (1898–1959, 61)
Concha Méndez (1898–1986, 88)
Federico García Lorca (1898–1936, 38)
Vicente Aleixandre (1898–1984, 86)
Ernesto Giménez Caballero (1899–1988, 89)
Edgar Neville (1899–1967, 67)
Paulino Masip (1899–1963, 64)
Rafael Porlán (1899–1945, 46)
Emilio Prados (1899–1962, 63)
Rafael Dieste (1899–1981, 82)
Francisco Madrid (1900–1952, 52)
Juan Chabás (1900–1954, 54)
Guillermo de Torre (1900–1971, 71)
Alejandro Collantes de Terán (1901–1933, 32)
Enrique Jardiel Poncela (1901–1952, 50)
Pedro Garfias (1901–1967, 66)
Ramón J. Sender (1901–1982, 81)
Andrés Carranque de Ríos (1902–1936, 34)
Pedro Pérez-Clotet (1902–1966, 64)
Rafael Alberti (1902–1999, 97)
Luis Cernuda (1902–1963, 61)
Felipe Alfau (1902–1999, 97)
Luis Amado-Blanco (1903-1975, 71)
Agustín de Foxá (1903–1959, 56)
Max Aub (1903–1972, 69)
José López Rubio (1903–1996, 93)
Antonio Oliver (1903–1968, 65)
Alejandro Casona (1903–1965, 62)
José María Hinojosa (1904–1936, 32)
Juan Gil-Albert (1904–1994, 90)
Joaquín Romero Murube (1904–1969, 65)
José María Souvirón (1904–1973, 69)
José María Luelmo (1904–1991, 87)
Ernestina de Champourcín (1905–1999, 94)
Miguel Mihura (1905–1977, 72)
Pedro García Cabrera (1905–1981, 76)
Emeterio Gutiérrez Albelo (1905–1969, 64)
5. Manuel Altolaguirre (1905–1959, 54)
Francisco Ayala (1906-2009, 103)
Rafael de León (1908–1982, 74)
Miguel Hernández (1910–1942, 31)
Poesía de la Generación del 27
Destacamos entre los autores:
Pedro Salinas
Nació en Madrid, fue profesor de literatura en varias universidades. Influido por la obra de Juan
Ramón Jiménez, cultiva la poesía pura. Al igual que Juan Ramón intenta entrar en la esencia
oculta de las cosas, con una poesía intelectualizada, aparentemente sencilla. Su obra se
diferencia en tres etapas:
1ª etapa: mezcla la poesía pura y temas futuristas (bombilla, automóvil,…). Destacan:
Presagios,Seguro azar y Fábula y signo.
2ª etapa: es la más importante. Presta atención al mundo íntimo y al amor como experiencia
gozosa. Predomina el diálogo y un lenguaje conceptual. Es característico el verso corto
heptasílabo y silvas sin rima. Destacan:
La voz a ti debida, extrae el título de la Égloga III de Garcilaso. El amor aparece esencializado en
los pronombres yo y tú para referirse a la pareja tu-yo, cuyo centro es la mujer.
Razón de amor, continuación del libro anterior, donde prosigue la racionalización del proceso
amoroso.
Largo lamento, poemario sobre el desamor y la muerte del amor, que vive con resignación y
agradecimiento de lo vivido.
3ª etapa: escrita ya en América. El contemplado'’ alude al mar que es su interlocutor. Todo más
claro, angustia que le provoca la civilización tecnológica contemporánea y los horrores de la
Guerra Civil y la 2ª Guerra Mundial, y Confianza, que cierra su obra poética.
Jorge Guillén
Nació en Valladolid. Se exilió a los Estados Unidos y fue, como su amigo Pedro Salinas, con quien
sostuvo un prolongado epistolario, profesor de literatura española. Regresó tras la muerte de
Franco y obtuvo el premio Cervantes. Su singularidad reside en haberse mantenido fiel al ideal de
poesía pura, y ofreció una visión optimista y serena del mundo, con lo que se constituye en la
antítesis del pesimismo cosmológico de Vicente Aleixandre.
Toda su obra se agrupa bajo el título general de Aire Nuestro, que integra cinco libros: Cántico,
Clamor, Homenaje, ...Y otros poemas y Final. Su lenguaje es muy elaborado, en busca de la
máxima y concisión; prefiere el verso corto y el endecasílabo. Su obra es fruto de un riguroso
proceso de selección (de palabra), en el que se suprime lo accesorio para comunicar la idea o
sentimiento esencial.
Sus temas son la afirmación jubilosa del ser; la plenitud, el tiempo que pasa e invita a gozar de la
vida; el azar y el caos, que producen inseguridad o sufrimiento.
Gerardo Diego
Nació en Santander y desempeño la cátedra de Literatura en un Instituto de Enseñanzas Medias
de Soria. Recibió el premio Nacional de Literatura, junto con Rafael Alberti, y el de Cervantes. Su
poesía se desarrolla paralelamente en dos vertientes: la tradicional y la vanguardista (casi
siempre creacionista). A su vertiente creacionista se adscriben: Imagen y Manual de Espumas.
De su estética tradicional destacamos: Versos Humanos, Soria y Alondra de Verdad, colección de
sonetos. Los temas de esta segunda vertiente son: el amor, Dios, la música, la naturaleza, los
toros, la forma, la iconografía, la belleza…
Dámaso Alonso
Nació en Madrid, dirigió la RAE. En él se fundieron tres vocaciones: la de poeta, lingüista y crítico
literario de la estilística. Entre sus libros sobre literatura destaca La lengua poética de Góngora y
una serie de estudios admirables sobre líricos modernos (desde Bécquer hasta los escritores de
su época) que constituyen Poetas españoles contemporáneos. Editó las obras de Góngora y se
consideró a sí mismo dentro del 27 solamente como crítico, y como poeta más bien dentro de la
Primera generación poética de posguerra, en lo que él mismo llamó Poesía desarraigada.
6. La guerra de 1936 le hizo aborrecer la pureza propugnada por Juan Ramón. Sus obras más
importantes se sitúan en la posguerra con: Hijos de la ira (1944), muy influida por el
Existencialismo y por la poesía bíblica de los Salmos penitenciales, que hace surgir en España la
corriente poética de la poesía desarraigada.
Vicente Aleixandre
Sevillano, cuya amistad con Dámaso Alonso despertó su vocación poética. En 1935, su libro La
destrucción o el amor obtiene el Premio Nacional de Literatura. Es elegido miembro de la RAE. y
en 1977 obtiene el premio Nobel.
La mayor parte de su producción sigue los pasos del Surrealismo y se constituye en el gran poeta
de esta estética; utiliza el versículo y la imagen visionaria en Espadas como labios y La
destrucción o el amor. Evoluciona hacia una «poesía de comunicación», en consonancia con la
tendencia social vigente en la lírica de los años 50. Sombra del paraíso (1944), inaugura junto
con Hijos de la ira de Dámaso Alonso, la corriente desarraigada de la posguerra. Con Historia del
corazón inició una poesía solidaria. Y con la gran trilogía de senectute Poemas de la
consumación, Diálogos del conocimiento y En gran noche volvió a un peculiar surrealismo, con
profundas implicaciones filosóficas y dejes conceptistas.
Federico García Lorca
Nació en Granada, en 1898. Sus estudios de Letras y Derecho no le interesaron tanto como la
música; fue amigo entrañable de Manuel de Falla, de quien luego se distanció. Se instaló en la
Residencia de Estudiantes, donde convivió con numerosos artistas (Salvador Dalí y Luis Buñuel
en especial). Tras vivir una temporada en Nueva York, regresa a España y en 1932 funda La
Barraca, grupo teatral universitario con el que recorre nuestro país representando obras clásicas.
Participa en ciertas actividades públicas de signo izquierdista y muere asesinado por los
nacionalistas en Viznar (Granada). Su asesinato produjo gran conmoción mundial.
En la obra de Lorca se aúnan lo culto y lo popular, lo tradicional y lo vanguardista. Conocía los
cancioneros tradicionales y la poesía oral del pueblo andaluz. Su tema era la frustración en dos
vertientes, la ontológica y la social; desarrolla este tema en un rico estilo poético, con uno de los
sistemas simbólicos más complejos de la literatura española, formado por elementos extraídos
sobre todo de tres fuentes: la superstición popular, Shakespeare y la Biblia. Le obsesionan temas
como la soledad o el destino trágico, y la lucha de los seres marginados (el homosexual, la
mujer, el niño, el deforme, el viejo impotente, la solterona, la estéril, el gitano, el negro...) contra
una sociedad opresiva basada en los convencionalismos. Su obra se separa en dos etapas, una
neopopularista y otra en que se acerca al Surrealismo.
De la primera etapa destacan:
Poema del cante jondo, que se inscribe dentro de la línea neopopularista de la G. 27 y utiliza
varios poemas cortos que pueden leerse como poemas independientes o como fragmentos de
uno largo encadenados. Se utiliza el pie quebrado.
Romancero gitano, en la misma línea neopopularista, está compuesto por 18 romances. El
protagonista es el gitano que simboliza el hombre puro e inocente, enemistado con las leyes y
normas sociales, representadas por la Guardia Civil (su antagonista).
De la segunda destacan:
Poeta en Nueva York, el poeta se ahoga en aquel mundo que convierte al hombre en una pieza
de un gran engranaje. Con procedimientos claramente surrealistas, Lorca alza el grito en pleno
Crack del 29 y su protesta contra aquella colmena inhumana; los negros, en especial, merecen su
piedad.
Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, planto compuesto a la muerte de un torero amigo suyo.
Sonetos de amor oscuro, publicados póstumos, son la expresión de un erotismo homosexual
dramático.
Rafael Alberti
Del Puerto de Santa María (Cádiz). Con su familia se traslada a Madrid. Abandona el Bachillerato
y se dedica a la pintura. Se afilio al partido comunista y tuvo una activa participación política en
la guerra. Al acabar esta se exilió a Argentina. Restablecida la democracia vuelve, y le será
concedido el Premio Cervantes.
7. Se funden lo popular y lo culto, lo escueto y lo barroco, lo tradicional y lo frenéticamente nuevo.
Su libro más temprano, Marinero en tierra, se inscribe en una línea del neopopularismo. Son
canciones que evocan un paraíso perdido, que el poeta identifica con el Cádiz de su infancia, y el
mar, las salinas, los momentos más jubilosos de la misma. Le siguen El alba de alhelí y Cal y
canto, del más difícil neogongorismo o culteranismo. En 1929 publica su obra maestra, Sobre los
ángeles, inducida por una profunda crisis de perdida de fe; es un libro en tres partes; las dos
primeras son de inspiración becqueriana; la última utiliza ya un pleno surrealismo en que desata
el versículo. Utiliza símbolos como los ángeles, los fantasmas y los duendes. Libros de su
segunda época, destaca El poeta en la calle, de literatura comprometida. Otras obras, ya en el
exilio publicará Baladas y canciones del Paraná.
Luis Cernuda
Fue alumno de Pedro Salinas y profesor de varias universidades europeas y americanas. Reunió
su obra poética bajo el título general de La realidad y el deseo, colección de libros a la que
pertenecen: Perfil del aire, Égloga, elegía, oda, Los placeres prohibidos, Donde habite el olvido,
Un río, un amor, y Las nubes, ya en el exilio, Desolación de la quimera. Es también importante su
labor como crítico literario y ensayista, con los dos volúmenes de Poesía y literatura, etcétera.
Su poesía rehuye el énfasis formal y busca lo indefinible, lo aéreo. Por eso repugna de estrofismo
y de rima, y cuando utiliza alguna es la asonante, que es la que ofrece más libertad. Se centra en
la experiencia humana, pero rehuye lo más específico y propio para que el lector pueda
identificarse con el poeta. Canta el choque entre el deseo y la realidad, que deja al poeta solo el
consuelo elegíaco del recuerdo o unos pocos instantes, que el llama acordes, de gozo intemporal.
Fuentes
Mainer, José-Carlos, La Edad de Plata (1902–1936). Ensayo de interpretación de un proceso
cultural. Madrid: Cátedra, 1983.
Díez de Revenga, Francisco Javier, Panorama crítico de la generación del 27, Madrid, Castalia,
1987.
Alonso, Dámaso, «Una generación poética (1920–1936)», Poetas españoles contemporáneos,
Madrid, Gredos, 1965, págs. 155–177.
Anderson, A., El Veintisiete en tela de juicio, Madrid, Gredos, 2006.
Diego, Gerardo, Antología de Gerardo Diego. Poesía española contemporánea, Ed. de A. Soria
Olmedo, Madrid, Taurus, 1991.
Cano, José Luis, La poesía de la generación del 27, Madrid, Guadarrama, 1970.
González Muela, Joaquín, El lenguaje poético de la generación Guillén-Lorca, Madrid, Ínsula,
1954.
González Muela, Joaquín y Rozas, Juan Manuel, La generación del 27. Estudio y antología,
Madrid, Istmo, 1986, 30 ed.
Gullón, Ricardo, «La generación poética de 1925», La invención del 98 y otros ensayos, Madrid,
Gredos, 1969, págs. 126–161.
Rozas, Juan Manuel, La generación del 27 desde dentro (Textos y documentos), Madrid, Alcalá,
1974.
Rozas, Juan Manuel, El 27 como generación, Santander, La Isla de los Ratones, 1978.
Torre, Guillermo de, Literaturas europeas de vanguardia, Ed. de J. M. Barrera López, Sevilla,
Renacimiento, 2001.
Ilie, Paul, Los surrealistas españoles, Madrid, Taurus, 1972.
Geist, A. L., La poética de la generación del 27 y las revistas literarias: de la vanguardia al
compromiso (1918–1936), Barcelona, Labor, 1980.
Cernuda, Luis, «Generación de 1925», Estudios sobre poesía española contemporánea, Madrid,
Guadarrama, 1957, págs. 181–196.
Cirre, J. F., Forma y espíritu de una lírica española (1920–1935), México, Gráficas Panamericana,
1950.
Enlaces externos
Archivo virtual de la Edad de Plata (colección de documentos para el estudio del 27 de la
Residencia de Estudiantes)
8. Poéticas de la generación del 27 (los poetas del 27 reflexionan sobre la creación poética en sus
versos)
Portal consagrado al 27
Portal de la Junta de Andalucía consagrado al 27
«La generación del 27» (artículo)
Webquest sobre la Generación del 27
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La Generación del 27
Teoría-Actividades
Teoría:
Generación del 27
Una generación literaria es un grupo de escritores que, nacidos en fechas cercanas y movidos por
un acontecimiento de su época, se enfrentan a los mismos problemas y reaccionan de modo
semejante ante ellos.
Generación literaria
Generación del 27
- Un grupo de escritores.
- Los principales representantes del grupo son Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego,
Federico García Lorca, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Miguel Hernández y
Luis Cernuda.
- Nacidos en fechas cercanas.
- Entre el más joven, que es Cernuda, y el mayor, Salinas, sólo hay nueve años de diferencia.
- Movidos por un acontecimiento.
- El acontecimiento que los unió y les dio el nombre fue el homenaje que el grupo hizo a Luis de
Góngora en el año 1927 en Sevilla, al conmemorarse el tercer centenario de su muerte. Hay que
destacar la influencia ejercida por Juan Ramón Jiménez.
- Reacción semejante.
- Todos sienten la necesidad de encontrar un lenguaje poético que exprese mejor los temas que
tratan.
Características del la Generación del 27
Tradición y vanguardismo.
Aunque desean encontrar nuevas fórmulas poéticas, no rompen con nuestras tradiciones y
sienten admiración por el lenguaje poético de Góngora, por nuestros autores clásicos y por las
formas populares del Romancero.
A la par que lo tradicional, las corrientes de vanguardia, sobre todo el surrealismo, ejercen gran
influencia en el grupo del 27. Los escritores surrealistas exploran el mundo de lo inconsciente y
pretenden alcanzar la belleza absoluta, que está por encima de la realidad.
Intención estética
Intentan encontrar la belleza a través de la imagen. Pretenden eliminar del poema lo que no es
belleza y, así, alcanzar la poesía pura.
Quieren representar la realidad sin describirla; eliminando todo aquello que no es poesía.
9. Versos de León Felipe
Deshaced este verso.
Quitadles los caireles de la rima,
el metro, la cadencia
y hasta la idea misma.
Aventad las palabras,
y si después queda algo todavía,
eso
será poesía.
Temática
Sienten especial interés por los grandes asuntos del Hombre, como el amor, la muerte, el
destino... y los temas cargados de raíces populares.
Canción del jinete (Federico García Lorca)
En la luna negra
de los bandoleros,
cantan las espuelas.
Caballito negro.
¿Dónde llevas tu jinete muerto?
...Las duras espuelas
del bandido inmóvil
que perdió las riendas.
Caballito frío.
¡Qué perfume de flor de cuchillo!
En la luna negra,
sangraba el costado
de Sierra Morena.
Caballito negro.
¿Dónde llevas tu jinete muerto?
La noche espolea
sus negros ijares
clavándose estrellas.
Caballito frío.
¡Qué perfume de flor de cuchillo!
En la luna negra,
¡un grito! y el cuerno
largo de la hoguera.
Caballito negro.
¿Dónde llevas tu jinete muerto?
Estilo
Se preocupan fundamentalmente de la expresión lingüística y buscan un lenguaje cargado de
lirismo.
Versificación
Utilizan estrofas tradicionales (romance, copla...) y clásicas (soneto, terceto...). También utilizan
el verso libre y buscan el ritmo en la repetición de palabras, esquemas sintácticos o paralelismo
de ideas.
La paloma (Rafael Alberti)
Se equivocó la paloma
se equivocaba.
Por ir al norte, fue al sur;
creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo;
que la noche la mañana.
10. Se equivocaba.
Que las estrellas rocío;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era su blusa;
que tu corazón su casa.
Se equivocaba.
(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.)
Autores
Gerardo Diego
Nació en Santander en 1896 y murió en Madrid en 1987. Fue catedrático y miembro de la Real
Academia de la Lengua. Fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura en 1925.
Una gran parte de su extensa producción poética gira en torno a la temática tradicional. Cultivó
los más variados temas: el amor, lo religioso, la música... en forma de romances y sonetos.
Son obras suyas: El romancero de la novia, Imagen, Manual de espumas, Versos humanos,
Versos divinos, Paisaje con figuras, Odas morales, Poesía de creación.
El romance del Duero (Gerardo Diego)
Río Duero, río Duero
nadie a acompañarte baja,
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.
Indiferente o cobarde,
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.
Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.
Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.
Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.
Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada.
Sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.
Pedro Salinas
Nació en Madrid en 1892. Fue catedrático de Literatura española en la Universidad de Sevilla y en
la de Murcia. También enseñó durante un año en Cambridge y trabajó como Secretario General
de la Universidad de Verano de Santander. Durante la guerra civil se exilió y enseñó en varias
universidades norteamericanas. Entre 1943 y 1946 fue profesor en San Juan de Puerto Rico.
Murió en Boston en 1951; pero sus restos descansan en el cementerio de hombres ilustres de
Puerto Rico, por deseo personal del autor.
11. El tema central de su obra es el amor. Su obra más importante, La voz a ti debida, es un extenso
poema de amor en el que el poeta busca a la amada más allá del mundo real, más allá de la
amada misma. El mundo y la amada reales son negados por el poeta para crear la imagen ideal
de mujer. La amada se convierte así en un concepto puro. Escribió también otros libros de
poemas como El contemplado, Razón de amor, Confianza...
Detrás, más allá (Pedro Salinas)
Puedes leer un fragmento de "La voz a ti debida". El poeta
busca a la amada por detrás de las gentes, por detrás de
ella misma e incluso por detrás del poeta, pues no busca a
una persona concreta, sino un ideal, un concepto.
Sí, por detrás de las gentes
te busco.
No en tu nombre si lo dicen,
no en tu imagen, si la pintan.
Detrás, detrás, más allá.
Por detrás de ti te busco.
No en tu espejo, no en tu letra,
ni en tu alma.
Detrás, más allá.
También detrás, más atrás
de mí te busco. No eres
lo que yo siento de ti.
No eres
lo que me está palpitando
con sangre mía en las venas,
sin ser yo.
Detrás, más allá te busco.
Por encontrarme, dejar
de vivir en ti, y en mí,
y en los otros.
Vivir ya detrás de todo,
al otro lado de todo
-por encontrarme-
como si fuese morir.
Rafael Alberti
Nació en Puerto de Santa María, Cádiz en 1902 y murió en 1999. A los quince años se trasladó
con su familia a Madrid. Se afilió al partido comunista y participó activamente en la política
durante la guerra civil. Al acabar dicha guerra se exilió, viviendo en Argentina y en Italia. Con el
cambio político de España después de la muerte de Franco, regresó a España, llegando a ser
diputado del Congreso por Cádiz. En 1983 recibió el Premio Cervantes por el conjunto de su obra
literaria.
En 1925 publica Marinero en tierra en el que refleja la nostalgia de su tierra natal, que recuerda
desde Madrid. En esta línea escribió también: El alba del alhelí, La amante.
En 1928 aparece su obra Sobre los ángeles, donde rompe con el lenguaje poético tradicional y
utiliza técnicas surrealistas.
Poemas (Rafael Alberti)
-¿Qué piensas tú junto al río,
junto al mar que entra en tu río?
-Aquellas torres tan altas,
no sé si torres de iglesias
son, o torres de navío.
-Torres altas de navío.
Mi corza, buen amigo,
12. mi corza blanca.
Los lobos la mataron
al pie del agua.
Lo lobos, buen amigo,
que huyeron por el río.
Los lobos la mataron
dentro del agua.
Federico García Lorca
Nació en Fuentevaqueros (Granada) en 1898. Estudió Letras y Derecho en la Universidad de
Granada y también Música. En 1929 marchó a Nueva York con la intención de aprender inglés,
pero el conocimiento de aquella civilización fue para él como caer en el infierno. Al año siguiente
regresó a España. En 1932 fundó La Barraca, grupo de teatro formado por estudiantes
universitarios, que recorrió el país dando funciones clásicas por los pueblos. También viajó a
Buenos Aires, ya que sus obras dramáticas estaban teniendo mucho éxito por aquellas tierras. En
agosto de 1936 fue asesinado en Viznar, cerca de Granada.
Fue un hombre de una personalidad arrolladora y de una capacidad creativa fuera de lo normal.
A pesar de su enorme simpatía y gracia, a pesar de su capacidad para vivir intensamente en todo
momento, predomina en su obra el tono trágico y la presencia de la muerte ronda su poesía
como un presentimiento. Crea metáforas e imágenes de una gran originalidad y fuerza expresiva;
aunque a veces difíciles de explicar. En sus temas aparecen constantemente elementos del
folklore andaluz reelaborados por el poeta, que casi siempre prefiere los rasgos más tristes o
trágicos.
Sus obras líricas más importantes son Canciones, Poemas del cante jondo y Romancero gitano.
En este último libro, Lorca manifiesta una especial simpatía por los seres marginados y
perseguidos, gitanos y bandoleros.
Su producción teatral toca dos temas: lo popular, con obras como Mariana Pineda, y las
pasiones amorosas femeninas, como Bodas de sangre, La casa de Bernarda Alba y Doña Rosita la
soltera.
La reyerta (Federico García Lorca)
En la mitad del barranco
las navajas de Albacete,
bellas de sangre contraria,
relucen como los peces.
Una dura luz de naipe
recorta en el agrio verde,
caballos enfurecidos
y perfiles de jinetes.
En la copa de un olivo
lloran dos viejas mujeres.
El toro de la reyerta
se sube por las paredes.
Ángeles negros traían
pañuelos de agua y de nieve.
Ángeles con grandes alas
de navajas de Albacete.
Juan Antonio el de Montilla
rueda muerto la pendiente,
su cuerpo lleno de lirios
y una granada en las sienes.
Ahora monta cruz de fuego,
carretera de la muerte.
El juez, con guardia civil,
por los olivares viene.
13. Sangre resbalada gime
muda canción de serpiente.
Señores guardias civiles:
aquí pasó lo de siempre.
Han muerto cuatro romanos
y cinco cartagineses.
La tarde loca de higueras
y de rumores calientes
cae desmayada en los muslos
heridos de los jinetes.
Y ángeles negros volaban
por el aire del poniente.
Ángeles de largas trenzas
y corazones de aceite.
Vicente Aleixandre
Nació en Sevilla el 26 de abril de 1898. A los dos años se fue con su familia a Málaga. El mar
Mediterráneo estará presente siempre en su obra. Su afición por la lectura fue enorme y muy
temprana, aumentando con la edad. Estudió Derecho y Comercio, pero se dedicó por entero a la
poesía. Después de muchas lecturas llegó a sus manos una antología de Rubén Darío que
despertó en él el gusto por la poesía e hizo brotar su vena artística. Fue miembro de la Real
Academia y obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1977. A partir de 1925 una grave
enfermedad va a marcar su vida para siempre: períodos de actividad se ven interrumpidos por
otros de reposo para recuperar su salud. Así vivió, retirado en su casa de Madrid hasta su
muerte, ocurrida en 14 de diciembre de 1984.
Toda su obra gira en torno al hombre, al que concibe como un ser pesimista y angustiado. Esta
visión del hombre hace que en su poesía se traten temas como el amor, la vida, las pasiones, los
sentimientos y la muerte. Sus libros de poemas más famosos son: La destrucción o el amor,
Sombra del Paraíso, Historia del corazón.
Es el más pequeño (Vicente Aleixandre)
Es el más pequeño de todos, el último.
Pero no le digáis nada; dejadle que juegue.
Es más chico que los demás, y es un niño callado.
Al balón apenas si puede darle con su bota pequeña.
Juega un rato y luego pronto le olvidan.
Todos pasan gritando, sofocados, enormes,
y casi nunca le ven. Él golpea una vez,
y después de mucho rato otra vez,
y los otros se afanan, brincan, lucen, vocean.
La masa inmensa de los muchachos, agolpada, rojiza.
Y pálidamente el niño chico los mira
y mete diminuto su pie pequeño,
y al balón no lo toca.
Y se retira. Y los ve. Son jadeantes,
son desprendidos quizá de arriba, de una montaña,
son quizá un montón de roquedos que llegó ruidosísimo
de allá, de la cumbre.
Y desde el quieto valle, desde el margen del río,
el niño chico no los contempla.
Ve la montaña lejana. Los picachos, el cántico de los
vientos.
Y cierra los ojos, y oye
el enorme resonar de sus propios pasos gigantes por las
14. rocas bravías.
Miguel Hernández
Nació en Orihuela en 1910. Pertenecía a una familia humilde, y de niño se ocupó de los trabajos
propios del campo. Más tarde trabajó en una tienda y en una notaría. Recibió las primeras
enseñanzas en la escuela de su pueblo, pero casi toda su cultura la recibió a través de la lectura
y sus ansias de saber. En 1934 se fue a Madrid donde trabajó como secretario y conoció a
grandes poetas como Aleixandre y Neruda. Tomó parte en la guerra civil del lado republicano. Al
terminar el conflicto fue condenado a muerte, aunque se le rebajó la pena a treinta años. A
causa de una tuberculosis, murió en la cárcel de Alicante en 1942.
La poesía de Miguel Hernández es apasionada, llena de ardor y vehemencia que contagian al
lector.
Dentro de sus obras podemos destacar:
El rayo que no cesa, donde se concibe el amor como una tortura y un sentimiento trágico.
Viento del pueblo. Libro de poemas de tipo político.
Elegía a Ramón Sijé que le dedicó después de su muerte.
Cancionero y romancero de ausencias. Colección de poemas escritos en la cárcel, con un
lenguaje nuevo inicio de un cambio de estilo que truncó su muerte prematura.
Tristes... (Miguel Hernández)
Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.
Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.
Tristes, hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.
Actividades:
Comentario de textos
Recuerda que un comentario de textos no consiste solamente en explicar con tus palabras lo que
escribe el autor; sino profundizar en el estudio del texto de que se trate.
Lectura y comprensión del texto
1ª.- Lee con mucha atención el texto que va a continuación hasta que lo entiendas
perfectamente. Utiliza el diccionario si es necesario.
El ciprés de Silos (Gerardo Diego)
Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas al cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanando a sí mismo en loco empeño.
Mástil de soledad, prodigio isleño:
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.
Cuando te vi, señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales.
Como tú negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.
Ver el texto
2ª.- Escribe el significado de las siguientes palabras.
Enhiesto
Surtidor
15. Acongojar
Devanar
Mástil
Diluir
Señero
Ciprés
Autor
3ª.- Escribe un resumen de la vida y la obra del autor del poema.
Tema
4ª.- Busca información sobre el Monasterio de Silos y después escribe el tema del poema.
Justifica tu respuesta con palabras del texto.
Tema:
Justificación:
5ª.- Escribe el número de versos que ocupa cada una de las dos partes del poema y lo que
aparece en ellas.
Partes
Nº de versos
Tema
1ª parte
2ª parte
Canal
6ª.- Analiza la medida y la rima del poema, colocando en cada verso el número y la letra
correspondientes.
Enhiesto surtidor de sombra y sueño
Clase de rima:
que acongojas al cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanando a sí mismo en loco empeño.
Mástil de soledad, prodigio isleño:
flecha de fe, saeta de esperanza.
Nombre de las estrofas:
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
16. peregrina al azar, mi alma sin dueño.
Cuando te vi, señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales.
Como tú negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
Nombre del poema:
mudo ciprés en el fervor de Silos.
Código
7ª.- Escribe todas las metáforas de la primera parte que expresan la verticalidad del ciprés.
Metáforas
8ª.- Escribe los versos de la segunda parte en los que se produce el encuentro del poeta con el
ciprés y en los que el poeta desea fusionarse y ascender con él.
Encuentro:
Fusión y ascensión:
Receptor
9ª.- Escribe la impresión que te ha causado el poema: si el vocabulario te parece adecuado, si se
produce en ti la sensación de verticalidad y ese deseo de espiritualidad. Opina sobre si se parece
el ciprés del poema al de la foto.
Teoría-Actividades