El documento discute el proceso de desintermediación en la sociedad del conocimiento, donde las personas pueden comunicarse directamente sin intermediarios. Esto debilita el control estatal sobre el flujo de información y facilita el intercambio directo entre personas. Sin embargo, también puede debilitar los medios institucionales de discusión y aumentar la manipulación de individuos por parte de los medios. El desafío es evitar que el individualismo o la cohesión social autoritaria supriman la política y la conversación para resolver problemas comunes.