1. JUANITO… EL NIÑO QUE NO QUERÍA ESTUDIAR.
Cuentos, cuentos, leyendas, historietas, fabulas, aquí le tenemos
cualquier cuento, hola mi nombre es Jesús Yarik García Cerón, estudio
en la Escuela Primaria “Antonio C. Rascón Sandiel” sexto grado, grupo
“A”.
¿Quieren que les cuente un cuento? Entonces pongan mucha
atención porque ya se cual les voy a contar, titulado Juanito el niño
que no quería estudiar. En un lejano poblado llamado El mirador allá
por el municipio de Ixhuatlán de Madero, había un niño que era
demasiado travieso que se llamaba Juanito.
Juanito era juguetón y mal educado no obedecía a sus papás porque
todo el tiempo se la pasaba con su resortera por el monte cazando
pajaritos según el para distraerse, Juanito no tenia amigos no convivía
con nadie sus amiguitos eran los marranitos con quienes se revolcaba
y se sentía querido.
Muy pronto Juanito cumpliría siete años y sus papás
decidieron que tendría que ir a la escuela para que aprendiera a leer
y escribir o cuando menos a hacer su nombre, un día cuando ya
estaba cayendo la noche su mamá le dijo; Juanito, hijo mañana te
levantas temprano porque ya empiezan las clases en el pueblo y
tienes que ir a la escuela para que aprendas tus primeras letras,
Juanito al escuchar a su madre no sintió emoción más bien sintió
miedo y terror.
Al otro día tempranito antes del amanecer Juanito se levantó
y en silencio sin hacer el menor ruido posible se salió de su casa y se
fue al monte tomó su resortera y se perdió entre los matorrales
cuando su madre se levantó busco a Juanito que ya no estaba en su
tendal donde siempre duerme, muy preocupada lo buscó por toda la
casita y Juanito no estaba esperó al atardecer y Juanito llegó como si
nada feliz y contento.
2. Su mamá no le dijo nada absolutamente nada, al otro día
cuando Juanito quiso escaparse su mami ya estaba sentada
esperando a que se levantara y le dijo; Juanito ahora si iras a la
escuela porque tienes que aprender a leer y escribir lo levantó y le
sirvió el almuerzo, pero Juanito no tenía hambre no probó bocado y
a la hora de irse para la escuela Juanito hizo berrinche, se revolcó,
brincó y se jaloneó, pero su mamá se lo llevó a rastras a la escuela.
Cuando llegaron la maestra lo recibió e hizo un gesto medio
desagradable porque la maestra iba muy arreglada y quizá pensó que
Juanito la ensuciaría, al pasarlo al salón lo niños le huían a Juanito y
las niñas lo miraban feo en el receso quiso jugar y los niños le corrían
al ver porque iba despeinado, sucio, con lodo en los brazos y lagañas
en los ojos.
Cuando la maestra se descuidó porque se fue almorzar
Juanito aprovechó y se escapó de la escuela, cuando salió se sintió
libre y se dijo así mismo ahora iré a visitar a mis verdaderos amigos y
corrió a ver a los marranitos y les gritó amigos ya llegué aquí estoy y
los cochinitos corrían de felicidad al ver a Juanito, esa tarde jugó como
nunca se ensució, se lleno de lodo, disfrutó su momento, pero al
atardecer sintió hambre y volvió a su casa.
Cuando iba de regreso a su casa en la vereda casi llegando al
arroyo se encontró un hermoso conejito muy blanco y elegante que
hasta le brillaba su pelo, Juanito al verlo corrió para agarrarlo, pero el
conejito le dijo; ¡No teme acerques! Estas muy sucio y solo ensuciaras
mi hermoso pelo con tus manos, los niños como tú no tienen amigos
porque no se bañan y tu no puedes ser mi amigo, así que vete a tu
casa, báñate, cámbiate porque la limpieza es salud no puede ser que
comas con esas manos tan sucias no es sano debes de vivir limpio y
comer nutritivo.
Juanito sintió que el mundo se le vendría encima y que la vida
se les desboronaba en pedazos, corrió y corrió sin parar hasta llegar
a su casa y le dijo a su mamá hoy lo comprendí todo por favor báñame
y alista mi ropa que mañana si iré a la escuela su mamá lloró de
emoción y alisto el pantalón más nuevo que tenia que se lo había
comprado hace dos años, pero aún le quedaba y la camisa era una
manga larga.
3. Juanito se levantó temprano y se encamino a su escuela con
su mamá cuando llegó sus compañeritos al verlo bien arreglado
corrían a saludar y todos querían jugar con él, las niñas se peleaban
por sentarse junto a él porque iba bien peinadito eso si no traía
zapatos, pero iba muy limpio desde ese momento Juanito le encontró
el interés perdido al estudio y ya jamás volvió a ensuciarse porque vio
que la limpieza, el orden y la disciplina son factores esenciales para la
convivencia en armonía.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado y el que no se
pare y aplauda se queda pegado.