Este cuento narra la historia de Gustavo, un niño de 4 años que siempre se había portado bien hasta que empezó a tener berrinches cuando no conseguía lo que quería. En una ocasión lloró porque no quiso comer la cena y su abuela le ofreció prepararle otra cosa, y al día siguiente también lloró porque quería llevar un juguete a la escuela a pesar de que sabía que no estaba permitido. Sus padres tuvieron que explicarle que no debía conseguir las cosas llorando y que debía obedecer las reglas,