2. La Maestra Parvularia
La educación infantil es un período esencial en el desarrollo de la persona,
por lo que merece una especial atención y dedicación. El objetivo prioritario
es estimular el desarrollo integral de todas las capacidades, tanto físicas
como afectivas, intelectuales y sociales. La intervención educativa,
planificada, activa e intencional, asegura que los aprendizajes necesarios
para alcanzar este objetivo, puedan ser logrados. Por ello es tan importante
el papel que tienen los(as) maestros y maestras que trabajan con los niños y
las niñas de edades más tempranas.
3.
La gran plasticidad y apertura de los primeros años de vida van a exigir de la
persona educadora una sólida formación para poder realizar su trabajo con
competencia. Esta formación deberá desarrollar unas cualidades personales y
profesionales específicas de la educación infantil.
4.
La maestra y el maestro de Parvularia deben poseer una especial capacidad
de observación, sensibilidad y afectividad, a la vez que una preparación
reflexiva e indagadora para diseñar, desarrollar y evaluar las acciones
educativas más adecuadas al grupo de niños y niñas.
5.
Así, el programa de estudio del profesorado en Parvularia plantea un
conocimiento básico de la psicología infantil, de los procesos de desarrollo
que tienen lugar en su evolución y un dominio profundo y práctico de la
metodología infantil y los recursos didácticos.
6.
Al mismo tiempo, el profesorado facilitará el desarrollo de una personalidad
sana con equilibrio emocional y relacional para integrarlo todo en la práctica
diaria con niños y niñas y en la proyección familiar y comunitaria
7.
El educador infantil ha de propiciar en los niños experiencias que estimulen su
desarrollo personal completo. Como punto de partida de un proceso que
continuara en otros tramos educativos, la etapa de educación infantil puede y
debe contribuir de manera eficaz a compensar todo tipo de desigualdades,
entre otras, algunas carencias que tiene su origen en las diferencias del
entorno social, cultural y económico, sin que ello, signifique dejar de
reconocer las diferencias psicológicas de los niños, que han de ser
educativamente atendidas. Puede también, por ello, favorecer la integración
de niños/as en el proceso educativo.
8.
9.
10.
La organización de la educación infantil en ciclos, el primero hasta los tres
años y el segundo de los tres a los seis, así como en ámbitos de experiencia,
tiene la finalidad de contribuir a la determinación de sus contenidos, así
como al modo de evaluar la propia práctica educativa. La concreción de
dichos contenidos, por otra parte, contribuye a resaltar la amplitud del
ámbito de experiencias así definido, un ámbito relacionado con todas las
capacidades que contribuyen al desarrollo de los niños y que tienen que ver,
tanto con sus esquemas mentales y representaciones del mundo, como con las
diferentes variedades de “saber hacer” con las actividades y valores, sobre
todo de naturaleza moral, que el niño comience a interiorizar.
11.
Cada niño tiene su ritmo y su estilo de maduración, desarrollo y aprendizaje.
La educación infantil, por ello, ha de ser personalizada. Los niños/as que, por
cualquier
causa,
presentan
necesidades
educativas
específicas,
sean
permanentes o transitorias, y necesitan una educación especializada
temprana, pueden recibir en esta etapa una educación apropiada y adaptada.
12. Áreas en las que debe formarse la persona
para llegar a ser un buen educador infantil.
El futuro técnico debe realizar una serie de módulos para llegar a ser un buen
educador infantil:
1. Didáctica de la educación infantil
Los procesos didácticos son de gran importancia, ya que nos sirven para darle a
conocer al niño/a las cosas de una manera más sencilla de comprender, mas
agradable, y de la que él mas disfruta, el juego, estos auxiliares varían de
acuerdo a la edad, a las características del niño y del grupo al que se van a dar.
13.
2. Autonomía personal y salud
Existen diferentes tipos de hábitos, de
alimentación, de auto cuidado, de su
hogar, de su comunidad y de higiene
personal, a lo cual esta enfocado este
trabajo, ya que es de suma importancia
inculcar en los niños el aseo personal
como
lo
es,
lavarse
las
manos,
cepillarse los dientes, peinarse, limpiar
su calzado, entre muchos más.
14.
3. Metodología del Juego
El propósito del juego infantil es que cumple la
función didáctica de conectar al niño con la
sociedad, por medio de objetos y acciones que
imitan los de la vida cotidiana de los adultos.
Utilizar el juego como recurso didáctico en
niños y niñas, es tratar de introducirnos en el
mundo del aprendizaje, aproximándolos al nivel
de conocimientos que mejoran su integración en
el medio social en el que viven y hacerlos
partícipes de la situación educativa en la que se
desarrollan cotidianamente.
15.
4. Expresión y comunicación
Es de gran importancia un buen aprendizaje del lenguaje estas edades son en
las que el niño/a empieza a utilizar oraciones de seis a ocho palabras. Puede
definir palabras sencillas y conoce algunos antónimos. En su conversación
diaria, utiliza más conjunciones, preposiciones y artículos. Su conversación es
completamente gramatical, pero aún descuida la excepción a las reglas como
al escribir “poní” en vez de “puse”.
16.
5. Desarrollo cognitivo y motor
Entre los tres y seis años, los niños
se encuentran en la segunda etapa
importante del desarrollo
cognitivo: la etapa preoperacional;
en ella, éstos pueden pensar en
símbolos pero no pueden emplear
la lógica.
El desarrollo motor avanza con
rapidez durante la primera
infancia. Los niños progresan en las
destrezas de motricidad gruesa y
motricidad fina, y en la
coordinación ojo-mano.
Hacia la edad de los 6 años, los
niños pueden atender muchas de
sus necesidades personales.
17.
6. Desarrollo socio afectivo e
intervención con las familias
La familia juega un papel
protagonista en el desarrollo
de los niños/as ya que en ella
se realizan los aprendizajes
básicos para el
desenvolvimiento autónomo
en la sociedad.
18.
7. Animación y dinámica de grupos
Partiendo del principio de que la actividad propia del niño y la niña es el
juego, la animación de la infancia debe tener como objeto principal la
función lúdica, para implicarlo activamente en las acciones de animación.
La animación de la infancia pretende que el niño y la niña descubran y lleven
a la práctica valores de solidaridad, respeto hacia los demás, amor y respeto
a la naturaleza, oposición al consumo, deseo de paz y tolerancia con las
diferencias.