La familia constituye el espacio fundamental para la reproducción biológica y socialización cultural mediante la cual se transmite y mantiene la vida de generación en generación. En la familia se desarrolla la sexualidad y la identidad de género, y se proporciona el sustento afectivo y emocional necesario para el desarrollo humano. Adicionalmente, la familia enseña las competencias esenciales para participar en la sociedad y transmite roles y estilos de relación.