El documento describe un proyecto piloto de instalación de sistemas de microcogeneración en un complejo residencial en Donostia. Se instalaron dos equipos de microcogeneración y placas solares térmicas para proporcionar calefacción y agua caliente sanitaria. Esto redujo los costes de explotación en un 29,8% y las emisiones de CO2 en un 33%. Sin embargo, surgieron dudas sobre la gestión de la energía producida y el uso eficiente por parte de los residentes.