La familia Otis de Estados Unidos compra el castillo Canterville en Inglaterra, a pesar de las advertencias sobre un fantasma que habita el castillo. Al explorar el castillo, encuentran una mancha de sangre junto a la chimenea que no pueden limpiar. Más tarde, el fantasma recorre los pasillos haciendo ruido con sus cadenas, pero es espantado por Hiram Otis con aceite de máquina. El fantasma decide desaparecer después de que los gemelos le arrojan almohadas.