El embarazo en la adolescencia representa un problema social, económico y de salud pública significativo para los jóvenes, sus parejas, familias y comunidades. Algunos lo ven como una sustitución del amor por el sexo. Aunque la mayoría lo considera algo negativo, la perspectiva de cada persona difiere y en algunos casos los embarazos resultan de relaciones basadas en el amor que los jóvenes aceptan con responsabilidad cuando cuentan con apoyo.