texto argumentativo, ejemplos y ejercicios prácticos
Gastronomía en novelas policíacas mediterráneas y nórdicas
1. CONCLUSIONES
En primer lugar, que las novelas del arco mediterráneo
presentan numerosas referencias a la gastronomía típica de
los países mediterráneos. Muchos de los comisarios y
detectives disfrutan del placer de una buena mesa, el
comisario Guido Brunetti y el detective Hermes Diaktoros
hacen gala del sibaritismo.
Por otro lado, las novelas nórdicas actuales muestran ciertas
similitudes con las mediterráneas. Si se compara a Donna
León, escritora estadounidense, cuya obra la sitúa en Venecia
con Camilla Läckberg, escritora sueca, observaremos que son
las exponentes de un tipo de novela policíaca que se aparta del
género negro clásico, en las que el papel de la gastronomía
local tiene un peso relevante. Leyendo las novelas de Donna
León y de la mano de Brunetti, el lector se pasea por Venecia,
por sus calles, sus mercados y degusta los platos venecianos.
Con la lectura de Camilla Läckberg, ocurre algo similar, el
lector conoce el pueblecito costero y turístico de Fjällbacka
(Suecia), pasea por sus restaurantes y conoce la gastronomía
sueca. Por tanto, se podría decir que estas novelas ejercen de
embajadoras turísticas de sus respectivos países. Tanto es así
que, recientemente, ambas autoras han publicado sendos
recetarios de sus novelas: “El sabor de Venecia” de Donna
Leon y “El sabor de Fjällbacka” de Camilla Läckberg, este
último no traducido al castellano todavía.
En segundo lugar, la presencia de la comida y la bebida en las
novelas policíacas confiere:
a) A la caracterización del personaje, rasgos humanos. El
lector sabe qué comen los personajes, dónde comen, a
qué hora comen y cuánto comen. Toda esta información
proporciona una verosimilitud del personaje que lo hace
cercano al lector.
2. b) Información sobre culturas alimentarias. Los
personajes, por lo que comen, reproducen sus
identidades y el lector realiza un viaje a una nueva
cultura alimentaria a través de la comida.
c) Se destaca la restauración del escenario novelístico.
d) Existe una postura crítica ante la relación entre religión
y comida. Muchos personajes, como Fermín Garzón
(subinspector de Alicia Giménez Bartlett) o Hermes
Diaktoros ( Anne Zouroudi) nos dan su opinión sobre los
tabúes alimentarios impuestos por las religiones.
e) Se abordan realidades actuales, los posicionamientos
alimentarios de algunos personajes, caso de los veganos,
dejan entrever la preocupación por lo que comen.
Para finalizar, las detectives/comisarias femeninas dejan al
descubierto su rol masculino. La mayoría de ellas no tiene
tiempo para preocuparse de las tareas culinarias y, o comen
fuera, o se fían de su asistenta. Petra Delicado de Alicia
Giménez Bartlett, Rebecka Martinsson de Asa Larsson o
Irene de La detective miope de Rosa Ribas son un buen
ejemplo.
En cuanto a la importancia del tema gastronómico en las
novelas negras, cabe destacar las publicaciones mencionadas
anteriormente por las propias autoras y otras que
aprovechando el dulce momento de la novela policíaca están
apareciendo:
“Chicas, cerillas…. Y fogones” de Birgitta Sandberg
“Sabores que matan” de Raquel Rosemberg
“La Cocina de la mafia” de Joe Cipolla
3. Todos estos estudios junto con las novelas policíacas
gastronómicas del “neopolar” dejan palpable la importancia
del tema gastronómico en el género negro.