San Agustín buscó la verdad en la Biblia y los evangelios. Consideró que la verdad reside en el interior del hombre y que Dios es la fuente de toda verdad. San Agustín también enseñó que Dios creó el mundo de manera libre y que el alma humana tiene primacía sobre el cuerpo.
1. Equipo:
Gámez González María Fernanda
Martínez Aguilar Alejandra
Méndez García Tania Yazmín
Ortiz del Castillo Stephanie
Velázquez Martínez María Guadalupe
Zavala Ávila Diana Laura
2. San Agustín se dedico a buscar la verdad y
decía que solo se debería ver reflejada en la
biblia y en los evangelios.
3. Verdad
San Agustín refuta el escepticismo:
Se podrá dudar de todo lo que se quiere; de lo
que no se puede dudar es de la misma duda
5. Su grito de filosofía era: “Creer para poder
comprender”.
Enseño que la verdad habita en el interior el
hombre cuya mente es muy débil para
descubrir la verdad con el solo uso de la
razón.
6. Dios
San Agustín se eleva de lo verdadero singular a
la verdad una gracias a la que todo lo
verdadero es verdadero.
7. Considera esto prueba de que existe Dios y el
mismo tiempo de lo que Dios mismo es:
• El todo de lo verdadero
• El ser bueno de todo lo bueno
• El ser de todo ser
8. Así Dios es todo pero a la vez no es nada de
todo, pues sobre pasa todo, ninguna categoría
se le puede aplicar.
21. Relaciones entre fé y razón
Para S. Agustín lo importante
es explicar la relación entre el
alma humana y Dios, entonces
fe y razón no son más que
medios o instrumentos que se
exigen mutuamente para
encontrar la verdad.
22. Por lo tanto fe y razón no se excluyen, sino que
se complementan. Ni creer es algo irracional, ni
el conocimiento racional (de Dios) destruye la
fe.
23. Para superar estas posiciones excluyentes, S.
Agustín propone que la fe se sitúe al comienzo
y al final de la especulación racional.
24. Primero como una condición necesaria para
que se ponga en marcha una investigación
sobre temas que de otra manera
permanecerían ignorados, (la fe es guía y pauta
de la razón).
25. Por otro lado la investigación racional dirige al
hombre hacia la fe, ésta elimina las dudas
consolidando el conocimiento racional.