Los controladores biológicos son organismos vivos que se utilizan para controlar plagas dañinas sin causar daños a las personas o al medio ambiente. Los ejemplos incluyen los depredadores, parásitos y patógenos que se alimentan de o infectan plagas específicas como insectos, malezas o enfermedades. El uso de controladores biológicos proporciona una alternativa más ecológica al uso de pesticidas químicos.