4. fire in his fury

SERIE FIREBLOOD DRAGONS 04
RUBY DIXON
FIRE IN HIS FURY
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Índice
Argumento........................................................................................................................ 3
Qué ha sucedido antes...................................................................................................... 4
Capítulo 1......................................................................................................................... 6
Capítulo 2....................................................................................................................... 14
Capítulo 3....................................................................................................................... 21
Capítulo 4....................................................................................................................... 28
Capítulo 5....................................................................................................................... 35
Capítulo 6....................................................................................................................... 43
Capítulo 7....................................................................................................................... 51
Capítulo 8....................................................................................................................... 55
Capítulo 9....................................................................................................................... 61
Capítulo 10..................................................................................................................... 71
Capítulo 11..................................................................................................................... 77
Capítulo 12..................................................................................................................... 80
Capítulo 13..................................................................................................................... 90
Capítulo 14..................................................................................................................... 98
Capítulo 15................................................................................................................... 104
Capítulo 16................................................................................................................... 115
Capítulo 17................................................................................................................... 120
Capítulo 18................................................................................................................... 133
Capítulo 19................................................................................................................... 138
Capítulo 20................................................................................................................... 144
Capítulo 21................................................................................................................... 150
Capítulo 21................................................................................................................... 155
Capítulo 23................................................................................................................... 161
Capítulo 24................................................................................................................... 167
Capítulo 25................................................................................................................... 175
Capítulo 26................................................................................................................... 186
Capítulo 27................................................................................................................... 188
Epílogo.......................................................................................................................... 198
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Argumento
Al igual que Rapunzel de los cuentos de hadas, la soñadora y romántica Amy vive una vida
oculta. Está encerrada en una torre por su propia seguridad, con su hermana como
protectora. Amy sabe que es por su propio bien. Si un dragón capta su olor, será llevada
lejos y se verá obligada a convertirse en la compañera de un Drakoni.
Pero Amy tiene un secreto, quiere desesperadamente que la capturen. Le encantaría ser
rescatada de su vida de ocio y la idea de un devoto Drakoni atacando y salvándola de su
aburrimiento le suena perfecto. Por supuesto, quiere un hombre romántico y cariñoso que
la adore.
Lo que obtiene es Rast.
No es amable. No es romántico. Definitivamente no es amable. Pero está total y
completamente obsesionado con Amy y no se detendrá ante nada para hacer suya a la
delicada hembra.
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Qué ha sucedido antes
El año es 2023, siete años después de la destrucción del mundo conocido. En 2016, una
grieta se abrió en los cielos y los dragones se precipitaron por ella, tan terribles y violentos
como las bestias de las leyendas. Como hormigas, invadieron las ciudades humanas,
destruyendo todo a su paso. Los edificios se desmoronaron, los países cayeron, y en
cuestión de meses, la Humanidad se quebró. Las armas no tuvieron ningún efecto en las
criaturas de otra dimensión. Los aviones y los misiles eran demasiado lentos. Los disturbios
estallaron cuando los hombres se vieron obligados a luchar no sólo por su supervivencia
contra los dragones, sino también entre ellos mismos.
La gente que sobrevivió a esos primeros días brutales se escondió. Finalmente, pequeños
grupos de supervivientes se unieron y formaron fuertes donde podían vivir con seguridad.
En el Después, el hormigón es el material de construcción elegido, y la gente renuncia
libremente a sus derechos a cambio de protección para sus familias. Los propios fuertes
están aislados y son corruptos, dirigidos por una milicia hambrienta de poder. Las armas
que llevan pueden no ser útiles contra los dragones, pero son más que suficientes para
mantener a la gente del fuerte a raya. Aquellos que no pueden obedecer las reglas del fuerte
son expulsados, para vivir como nómadas. Los habitantes de los fuertes los consideran
escoria y se ven a sí mismos como hombres muertos en vida. Sin refugio o un lugar
permanente al que llamar hogar, bien podrían serlo.
Durante siete años, la Humanidad continúa viviendo en las rendijas y escondiéndose en las
sombras.
Luego, las cosas empiezan a cambiar lentamente. CLAUDIA, una ladrona del Fuerte Dallas,
es dejada en las calles salvajes y abandonadas de la antigua ciudad, ahora conocida como
las Tierras de la Carroña, como cebo para domar a un dragón. Nadie espera que ella viva...
o que funcione. Su dragón KAEL es feroz y posesivo, con su mente rota por la constante
locura que consume a los Drakoni. A pesar de esto, es un ser inteligente y puede ser tan
amable y cariñoso como brutal. Después de un tiempo, Claudia deja de verle como el
enemigo y comienza a verle como un compañero, y uno poderoso. Con la ayuda de Kael,
trama un plan para rescatar a su hermana AMY y a su amiga SASHA del Fuerte Dallas y
su milicia corrupta. (Libro 1 - Fire in His Blood)
En el proceso, Sasha es arrebatado por DAKH, un loco dragón macho que busca una pareja
para arreglar su mente. Aunque le lleva tiempo a la temerosa Sasha confiar en Dakh,
finalmente se da cuenta de que el dragón haría cualquier cosa por ella y que puede amar
tan ferozmente como cualquier macho humano. Cuando Sasha es capturada por los
bandidos locales, se entera de que no sólo los nómadas trabajan con un viejo enemigo suyo,
sino que los bandidos están dirigidos por un misterioso desconocido llamado AZAR.
Azar dice ser Drakoni, pero no como los otros. No está loco, no puede (o no quiere) cambiar
a la forma de dragón, y tiene un plan para volver a su mundo natal. Necesita que alguien
vuelva a atravesar la Grieta que se creó entre los mundos, pero como nadie sabe si se puede
hacer, necesita un voluntario. Si no puede conseguir uno, forzará a alguien a pasar. Tiene
a Sasha como rehén con la esperanza de que pueda persuadir a Dakh para que pase por la

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Grieta, aunque le cueste la vida. Para hacer las cosas aún más peligrosas, Azar ha
capturado a ZOHR, otro dragón, pero sigue demasiado loco para ser útil.
Sasha se niega a llevar a Dakh a los peligrosos juegos de Azar. Con la ayuda de Emma, se
libera del cautiverio y escapa en los brazos de Dakh. (Libro 2 - Fire in His Kiss)
Mientras tanto, Emma se queda con la gente de Azar para intentar liberar a Zohr. Para ello,
debe aparearse con él y así establecer la conexión mental. Zohr se libera a sí mismo después
de un enfrentamiento con Azar, pero a costa de sus alas. Mientras se cura, él y Emma
trabajan en un plan para destruir a Azar y sus hombres. Cuando la pareja se acerca a
Claudia y Kael para pedir ayuda, la hermana no apareada de Claudia, Amy, es reclutada
para servir de cebo con su olor. (Libro 3 - Fire in His Embrace)
Sin embargo, Amy tiene un plan propio. Ella arroja sus braguitas en la ciudad para que un
dragón las encuentre y se enamore de ella. Quiere liberarse del cuasi exilio en el que vive
en la torre de Claudia.
Un dragón encuentra su ropa interior -RAST. Y va a reclamarla...
∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 1
AMY
VA A SER OTRO CALUROSO DÍA.
Aunque es temprano, mi habitación ya parece un horno. No hay ventanas, porque la
seguridad debe ser la clave. Nadie puede saber que me estoy escondiendo aquí dentro. Y
como es el Apocalipsis, no hay aire acondicionado, ni ventilador de techo, ni nada. Tengo
un ventilador de papel que me trajo Claudia, y lo recojo y lo agito sobre mi cara en la
oscuridad, creando una brisa. Puedo encender algunas velas o tal vez usar una de mis
linternas, pero eso también desprende calor, y a veces es más fresco sentarse aquí en la
oscuridad y esperar.
Y esperar.
Y esperar.
Lo que estoy esperando, no lo sé exactamente. Un cambio en esta vida. Un rescate.
Un príncipe a caballo.
Tonterías, lo sé. Pero cuando tu vida está tan estancada como la mía, te dejas llevar por la
fantasía, porque la fantasía es todo lo que tienes. Recuerdo todas las películas de cuentos
de hadas de cuando era niña. Todas involucraban a una valiente y cantarina heroína que
luchaba en tiempos difíciles para conseguir a su hombre. Tal vez ese sea mi problema.
Realmente no puedo cantar.
Bueno, eso, y que no soy muy valiente.
Y no puedo luchar en absoluto con mi pierna mala. Así que soy cero de tres en lo que
respecta a ser material de princesa. No importa. No quiero gobernar un reino. No soy muy
sociable y la idea de bailes y veladas, si es que existen, parece un poco infernal. Pero me
encantaría tener un príncipe. Cierro los ojos en la oscuridad, me abanico y sueño.
Mi príncipe ideal sería alto. De pelo oscuro y con unos preciosos ojos azules que atraviesan
el alma. Sería lo suficientemente fuerte como para llevarme a donde necesite ir, ya que mi
pierna mala no me permite hacer mucho durante mucho tiempo. Y sería tierno. Muy, muy
tierno. Me recogería flores y me leería poesía y pasaríamos días interminables a la sombra
de un árbol sobre una manta, mirando las nubes esponjosas mientras nos tomamos de la
mano. Me rogaría un beso y yo me sentiría tímida, pero por supuesto obedecía. Me toco los
labios, sólo de pensar en esas cosas.
Mi príncipe sería dulce, y amable, y adorable... y nunca más me sentiría sola. Me abrazaría
y me retiraría el pelo de la cara y me susurraría dulces cosas al oído. Soy la mujer más
increíble que ha conocido. Quiere escribirme canciones y...
Hay un golpe fuerte en la puerta de mi habitación. "¿Amy? ¿Estás despierta?"
Es mi hermana. "Estoy despierta". No me levanto de la cama, sólo sigo abanicándome.

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Claudia abre la puerta de golpe. No demasiado, porque mi olor es peligroso. "Buenos días,
dormilona". Me da una sonrisa afectuosa. "Tenemos un par de horas de fresquito antes de
que haga demasiado calor. ¿Quieres subir a desayunar?"
Siento una puñalada de resentimiento por mi hermana, con su pelo rojo brillante y rizado,
tan limpio y brillante que no está cubierto de sudor en su cara. Está ligeramente pecosa
por pasar sus días al sol, y su mano descansa en el bulto de su vientre. Ella es tan feliz y
yo tan... no.
Por supuesto, entonces me siento culpable. Claudia está haciendo lo mejor que puede. No
es su culpa que yo sea desgraciada. Me siento en la cama y le muestro una sonrisa feliz que
espero que parezca sincera. "Seguro".
"Genial. Pondré un poco de café. Te veo en un rato" Ella cierra la puerta de nuevo y luego
me quedo sola en la oscuridad.
Me pongo de pie. Desde que salgo de mi calurosa celda, hay cosas que tengo que hacer
antes de salir al aire libre. Enciendo una vela con el encendedor Zippo al lado de mi cama,
y luego llevo la vela al baño contiguo a mi dormitorio. Bueno, no es realmente un dormitorio.
Este edificio solía ser una especie de oficina, pero en el Después, la gente vive donde es más
seguro. Nuestra antigua casa solía ser un autobús escolar averiado en un aparcamiento en
Fort Dallas, así que esto es una mejora. Más o menos. Al menos en el autobús escolar podía
romper una ventana y obtener una pizca de brisa. Mi habitación no es agradable, en cuanto
a la temperatura, así que he hecho todo lo posible para decorarla con tantas cosas bonitas
como he podido. Bufandas y cortinas de colores cubren cada centímetro de las paredes y
cuelgan del techo como pancartas. Claudia me trajo revistas y carteles de librerías, y he
empapelado las paredes con fotos de cosas maravillosas, anuncios de películas antiguas,
fotos de castillos, todo lo que me llamó la atención. Mis muebles son delicados y bonitos,
también gracias a Claudia y su compañero dragón, Kael. Mi cama es una nube suave y
esponjosa como nada que haya experimentado en el pasado.
De verdad, han sido muy buenos conmigo. No es culpa de ellos que yo me sienta
desgraciada.
Me dirijo al baño y pongo mi vela en la encimera. Primero, me lavo. El sudor es un olor
fuerte, y como los dragones tienen sentidos agudos, tengo que tratar de eliminar tanto como
sea posible. Me quito el vestido y las bragas, y luego uso una toalla, jabón y agua para
darme un baño rápido. Tengo que frotar cada parte de mi cuerpo que pueda llevar olor, bajo
los brazos, detrás de las rodillas, el cuello y entre los muslos. Una vez hecho esto, me seco
con una toalla, me aplico una cantidad abundante de desodorante, y luego empiezo a
perfumarme.
Lo que más odio es el perfume. Sólo su olor es suficiente para hacer que me atragante y me
ahogue, pero tengo que hacerlo, o de lo contrario no puedo salir. Es algo que hay que
soportar, como el calor. Cierro los ojos, contengo la respiración, y luego empiezo a rociar.
Un ligero nebulizado por todo el cuerpo, y luego fuertes dosis en mis puntos de control, con
las pulverizaciones mayores entre mis muslos. Consigo bragas limpias de un cajón que
guardo aquí en el baño, y las dosifico con perfume antes de ponérmelas también. Luego, al
toser, salgo y me visto rápidamente antes de empezar a sudar de nuevo.

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Cuando estoy vestida, me pongo un par de sandalias y salgo, para finalmente poder
enfrentarme al sol brillante y cálido del día. Como dijo Claudia, es temprano, pero
comparado con la oscura cueva de mi habitación, es precioso. Puedo oír los pájaros
distantes, y la brisa me revuelve el pelo. Vivo para estos momentos, cuando siento que soy
libre y no sólo me siento atrapada en un ataúd. Estamos en lo alto, en la cima de un
rascacielos destruido en medio del Viejo Dallas. Como mi hermana se ha apareado con un
dragón, vivimos en los pisos superiores, porque le gusta ir y venir fácilmente. Me imagino
que se parece mucho a los pájaros y sus nidos, no quieren estar en el suelo como las
personas. El edificio no está completo, sin embargo. La mayoría de las ventanas han sido
destrozadas y un extremo del edificio se ha derrumbado completamente y se ha abierto.
Pero esto no le molesta a mi hermana ni a su dragón. Tienen muebles de jardín y parrillas
de madera en el área abierta, como si fuera un gran espacio exterior. Aquí es donde mi
hermana guarda su "cocina", y yo cojeo hacia el borde del edificio, porque me gusta mirar
los espacios abiertos.
"No te acerques demasiado", me advierte Claudia mientras alimenta su hoguera con otro
tronco de madera.
La ignoro, porque siempre me lo dice como si fuera una niña. Como si no hiciera esto cada
vez que salgo. Me muevo al borde del edificio, donde la pared se ha caído y no ha dejado
nada más que espacio abierto y vacío a cientos de metros de altura. Me agarro a la argamasa
y me inclino hacia adelante, dejando que la fuerte brisa me azote el pelo largo y rubio
alrededor de la cara.
Aquí arriba, puedes ver indefinidamente.
Suspiro y descanso mi barbilla en mi mano mientras miro las ruinas de la ciudad de abajo.
Aquí arriba, es casi bonito. Recuerdo que era pequeña y que iba en el asiento trasero del
coche mientras mis padres conducían por el tráfico del centro. Recuerdo que las calles no
eran más que congestión de automóviles, edificios grises, letreros y vallas publicitarias y
tantos edificios amontonados que nunca podría considerarse bonito. Ahora todo es
diferente. Todavía hay muchos edificios, siete años después de la Grieta, pero la vida
silvestre está reclamando mucho del mundo. Incluso con el fuego de dragón quemando el
mundo de forma regular, todavía hay mucho verde. Los edificios medio desmoronados están
cubiertos de enredaderas, y las calles están veteadas de hierba verde que ha crecido en las
grietas del asfalto. Los árboles han brotado en todas partes, y cuando miro al otro lado, hay
un grupo de nuevos arbolitos que han brotado en la cima de un puente roto. Los ciervos
rebotan de un lado a otro entre los arbustos crecidos. Los altos edificios de la vieja Dallas
todavía sobresalen de las ruinas, pero se está convirtiendo en un lugar más salvaje y bonito.
Los únicos sonidos son los de los pájaros cantando y el viento azotando a nuestro alrededor.
Miro el verde y el gris del Viejo Dallas, y a lo lejos, como una gran y fea mancha, está el
Fuerte Dallas. Es el último lugar "seguro" para la Humanidad en esta zona, y todos se han
agrupado en una pequeña área que está rodeada por una barricada de metal fundido hecha
de coches antiguos. Detrás de esa barrera, sé cómo es. Huele mal y siempre hay gente bajo
los pies, no importa a dónde gires. Está sucia y es manejada por soldados y nunca hay
suficiente comida.

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No era mejor que aquí. Pero al menos allí, tenía algo de libertad. Aquí, en lo que pasa por
lujo en el Después, no tengo ninguna.
Por supuesto, el pensamiento me entristece, y me doy la vuelta, cojeando hacia la mesa del
patio y sentándome con cuidado, extendiendo mi pierna mala delante de mí.
"¿Cómo se siente la pierna esta mañana?" Claudia pregunta mientras rompe un huevo en
una sartén. No estoy segura de cómo consiguió los huevos, pero ella y Kael siempre parecen
ser capaces de encontrar un suministro fresco de alimentos. Es muy diferente a cuando
nos moríamos de hambre en Fort Dallas.
"Mi pierna no está tan mal", miento, porque no quiero que se preocupe. Incluso si le dijera
que duele, no podría hacer nada al respecto. Por supuesto, conociendo a Claudia,
probablemente querría ir a ver si ella y Kael podrían asaltar una vieja farmacia por unas
aspirinas, cualquier cosa para ayudarme. Mi hermana es tan generosa como valiente. Pero
nada va a ayudar a mi pierna. Se arregló mal y nada va a hacer que se sienta al cien por
cien. He aprendido a aceptarlo. "Hoy hay mucho humo en Fort Dallas", comento para
cambiar de tema. "¿Pasa algo?"
"Ataque de dragón", comenta, tan tranquilamente como si dijera que ha estado lloviendo.
Estamos a salvo aquí, porque su dragón siempre está cerca. "Gran oro, creo. Yo no lo vi,
pero Kael sí. Los rojos deben llegar hoy más tarde" Se da la vuelta y me hace una mueca de
disculpa mientras desliza los huevos en un plato y me los trae.
Sigo sonriendo, aunque tengo ganas de gritar. Los rojos atacan durante varios días
seguidos, y si hay dragones en la zona, significa que tengo que esconderme en mi
habitación, a pesar del baño de perfume que acabo de tomar. Entre eso y el calor sudoroso,
es demasiado peligroso para mí estar arriba. Los dragones tienen un agudo sentido del
olfato, como los tiburones. Pueden percibir un aroma solitario en el viento a kilómetros de
distancia. La única razón por la que todos en el Fuerte Dallas están a salvo, me dice Claudia,
es que el hedor de todos ellos apilados juntos abruma los sentidos de los dragones. También
es por eso que el fuerte es bombardeado en picado por dragones enloquecidos cada vez que
están en el área.
Y los dragones rojos atacan durante días seguidos, lo que significa que tendré que
esconderme abajo durante días y días. Cierro los ojos y me digo a mí misma que no importa.
"Está bien. Leeré algo"
Claudia lanza un huevo en su plato y se sienta frente a mí. "Me siento mal".
"Oh, por favor no", le digo, y lo digo en serio. "Es como son las cosas. No es como si pudieras
evitarlo. Estoy más segura aquí con vosotros que en Fort Dallas".
Desgraciada, bien alimentada y segura es mejor que desgraciada, hambrienta y en peligro,
después de todo.
Ella pincha los huevos con el tenedor y asiente con la cabeza. "Lo sé, pero me siento mal
por ti. Desearía que el truco del perfume funcionara tan bien como lo hace con Emma. No
sé por qué no funciona".

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"Supongo que no tengo la composición química adecuada". Me encogí de hombros como si
no importara, pero es un poco desgarrador. El perfume sólo funciona para mí hasta cierto
punto. Mi aroma natural, lo que suena vergonzoso, rápidamente lo supera y luego lanzo
feromonas al aire para que cada dragón no apareado venga detrás. Puesto que no estoy
apareada, soy un peligro para todos los que me rodean, porque va a llamar a todos los
dragones machos hacia mí. Es por eso que tengo que esconderme en mi habitación, lejos
de cualquier tipo de brisa.
No se me permite salir al aire libre. Debo estar perfumada en todo momento. Y no se me
permite masturbarme, porque el olor es contagioso. Es vergonzoso pensar en ello, pero me
recuerdo a mí misma que estoy a salvo aquí, y estoy con mi hermana, que me ama.
"Está bien", digo otra vez, y como un gran bocado de huevos. "Esto está muy bien esta
mañana. ¿Huevos frescos?"
Claudia asiente con la cabeza, con una expresión pensativa. "Puedo ir y quedarme abajo
contigo, ya sabes".
"No seas tonta", le digo, con mi tono suave. "Estás embarazada. Lo último que necesitas
hacer es sentarte en la oscuridad y hornear todo el día." Se ve infeliz con mis palabras,
jugando con su desayuno, y yo la pincho suavemente con mi tenedor. "No te preocupes por
mí. Tengo el nuevo libro que me diste la semana pasada, y tal vez llene la piscina de los
niños y me remoje un rato" Está colocado en el baño para que pueda llenarlo fácilmente, y
ayuda cuando el día se pone muy caluroso. No es genial, pero es mejor que nada.
Mi hermana se ilumina. "Te he comprado uno de esos libros para colorear para adultos. Lo
encontré en la librería. Marcadores, también. Están secos, pero si mojas las puntas apuesto
a que puedes sacarles algo de tinta".
"Eres muy considerada. Gracias". Me dirijo a ella, porque realmente lo está intentando.
Claudia me devuelve la sonrisa, desgarrada. "Realmente no me importa, ya sabes. Yo...”
Hace una pausa y la mirada en su rostro se aleja, como si estuviera escuchando una
conversación privada.
Sé lo que está pasando... está hablando con Kael, su dragón. Claudia me dijo que tienen
un vínculo mental que se creó cuando se unieron, y es sólo otra razón por la que la envidio.
¿Tener un vínculo mental con la persona que amas? ¿No estar nunca más lejos que un
pensamiento? Suena como el cielo.
Termino el último bocado de mi comida mientras espero que mi hermana termine su
conversación silenciosa. Claudia se ríe y sacude la cabeza unos momentos después,
mirándome. "Lo siento, ¿de qué estábamos hablando?"
"Nada importante", le prometo, y es la verdad. Sé cómo sería cualquier argumento. Haría
todo lo posible para que me sintiera cómoda, pero luego me sentiría culpable y finalmente
la empujaría fuera. Está embarazada, después de todo. Necesita estar al aire libre y tomar
el sol. Toda esa oscuridad y calor no pueden ser buenos para nadie, ni siquiera para mí.
Una gran sombra pasa por encima del cielo, y las mejillas de mi hermana se vuelven de
color rosa. Hay un rubor excitado en su cara, y sospecho que es por la conversación privada

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que estaba teniendo. Se pone en pie de un salto, agarrando mi plato antes de que pueda
deshacerme de él. "Kael ha vuelto".
Asiento y agarro mis manos en mi regazo, sorbiendo mi café. Hace calor y no quiero beber
nada caliente, pero al mismo tiempo, el café es un lujo y no se debe desperdiciar. ¿Quién
sabe cuándo será el último? Así que lo saboreo a pesar del tiempo.
Con un bajo estruendo, casi como una tormenta que se aproxima, el dragón desciende, y
sus alas aletean como velas mientras las pone contra su cuerpo, arropándolas. Se posa en
el borde de la pared que se está desmoronando, mirándonos con ojos dorados y giratorios.
Es todo escamas y garras temibles, alas y cola, y más grande que cualquier cosa que haya
visto. Tal vez del tamaño de una ballena, pero todo en un zoológico o acuario está muerto o
se ha escapado. Su cabeza es del tamaño de un coche pequeño y se ve tan feroz y reptil
cuando levanta una pata delantera con garras y saca los dientes largos y afilados que me
pregunto cómo Kael y mi hermana se enamoraron.
Miro a mi hermana, y ella está a su sombra, mirándolo, con los brazos cruzados sobre el
ligero bulto de su vientre de embarazada. Tiene una mirada de pura adoración en su rostro,
y hace que mi corazón se estreche al verla tan feliz. Lo admito, estoy celosa. ¿Cómo no voy
a estarlo ante tal alegría? Está embarazada y a salvo con un compañero que la ama más
que nada.
Y yo... tengo un libro para colorear.
Están completamente silenciosos, conversando el uno con el otro de una manera que no
puedo oír. Mi hermana me dice que Kael tiene la habilidad de hablar inglés, pero lo único
que le he oído decir es su nombre. Un instante más tarde, y Kael, entonces, está en su
forma humana, saltando desde la pared al suelo delante de Claudia.
Aparto la mirada, porque está desnudo, y como técnicamente es mi cuñado, no quiero ver
todas sus partes. Mi hermana saca una toalla y se la ofrece, y él la envuelve alrededor de
sus caderas. Incluso así, es increíblemente guapo. Hay un toque de locura en su
comportamiento cuando se mueve al lado de mi hermana y acaricia su mejilla con los dedos
en forma de garras. Su piel parece escamas doradas, aunque Claudia me asegura que es
piel. Por lo demás, parece un hombre humanoide musculoso y bien construido con una
masa de pelo dorado y una corona de cuernos cortos y puntiagudos en las sienes. Pero
cuando me mira y su boca se cierra un poco en señal de desagrado, sus ojos brillan con un
toque de negro, parece menos humano y más como una bestia salvaje que por casualidad
tiene forma humana.
"Kael dice que hoy puede olerte en la brisa, Amy. Lo siento mucho". Claudia se muerde el
labio. "Dice que no es seguro estar aquí arriba". Parece desgarrada entre su pareja y yo,
mirándonos a uno y a otro. "Tal vez podamos probar algunos perfumes nuevos".
Sé que Kael se va deliberadamente cuando estoy cerca porque los perfumes le hacen daño
a su nariz. Mi pobre hermana. Ella está tratando de hacernos felices a todos. "Está bien",
le digo alegremente. "Iré a leer mi libro. Por favor, dile a Kael de mi parte que se lo
agradezco".

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Ella mira a su hombre-dragón, en silencio, y luego él me asiente lentamente. Les sonrío a
ambos y les hago un gesto regresando a mis aposentos. "Regresaré. Gracias por el
desayuno, hermana".
"Por supuesto. Te llevaré el almuerzo más tarde", promete. "Estoy experimentando con la
fabricación de pan y espero que podamos comer sándwiches" Su mano se acaricia la barriga
de nuevo, su sonrisa es de disculpa.
Le doy una sonrisa aún más grande para hacerle saber que no la culpo, y me vuelvo a mi
habitación. Mi odiada, odiada habitación. Me arrastro en esa dirección, tratando de no
hacer mis pasos demasiado lentos o de lo contrario Claudia se preocupará. Abro la puerta
de mi habitación, y la rancia y caliente oscuridad me espera. Vuelvo a mirar a mi hermana
antes de entrar, y veo que Kael se inclina sobre ella, acariciando su pelo y acariciando un
lado de su cara. Los ojos de Claudia están cerrados en lo que sólo puede describirse como
pura felicidad, y una de sus grandes manos está en su vientre.
Y por eso está tan feliz. No es que sea salvaje y peligroso. No es que sea el depredador más
malo de la cuadra. Es que es completamente devoto y está tan enamorado de ella. Ella es
el centro de su Universo. Haría cualquier cosa por Claudia, y el sol sale y se pone en sus
ojos cuando se trata de él. Y eso es lo que me hace tan envidioso y solitario a la vez.
Cierro la puerta detrás de mí y me encierro en el calor sofocante. Enciendo una vela para
que no esté completamente oscuro, y tengo un libro para leer -Outlander. Es muy grueso y
la historia es intrigante... pero no puedo concentrarme en él. Mi mente está en otros lugares
hoy.
Hice algo muy, muy malo hace unos días.
Pero espero. No quiero que mi hermana entre en mi habitación. Cuando oigo su risa se
vuelve gutural y distante, me acerco a la puerta de mi habitación y escucho. No puedo oír
nada, lo que significa que probablemente se han retirado a su habitación. Probablemente
estarán allí un rato. Trato de no pensar mucho en eso, y tiro del cerrojo de mi puerta. Si
alguien pregunta, diré que estaba durmiendo desnuda.
Una vez hecho esto, me dirijo al otro lado de la habitación, donde está mi escalera de mano,
y la tiro hacia una esquina. Me di cuenta cuando estaba decorando con bufandas que los
conductos de aire de esta habitación eran lo suficientemente grandes para apretar a una
persona, y un día, cuando estaba aburrida e inquieta y tan triste que podía gritar, me subí
a uno para ver a dónde llevaba. Hoy retiro los pañuelos y lo abro de nuevo, y luego subo al
interior. Mi rodilla palpita en una protesta, pero la ignoro. Si me detuviera cada vez que me
duele la rodilla, nunca saldría de mi cama. Me meto dentro y me contorsiono para avanzar,
tratando de mantener el peso de mi cuerpo lejos de mi pierna mala. El conducto gira
inmediatamente y luego da la vuelta a la pared exterior del edificio, y la siguiente bajada es
en varias habitaciones, en una de las antiguas oficinas.
Ahí es donde me dirijo. La rejilla no está allí, porque la quité hace meses. Claudia no se dio
cuenta, porque nunca va en esa dirección. Ella se pega a su pequeño rincón del edificio
mismo. El resto del edificio está destruido y es inútil, pero este lugar tiene algo que yo
quiero.

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Tiene una ventana.
Me deslizo fuera del conducto y dentro de la habitación. El suelo cruje y se siente un poco
blando en ciertos puntos, así que tengo cuidado mientras equilibro mi peso, avanzando.
Hay un montón de escritorios rotos y volcados en esta vieja oficina, un par de ordenadores
y lo que parecen ser los restos de una fotocopiadora. Basura inútil en el Después. Nadie
tiene una oficina, nadie hace el papeleo, y nadie está utilizando los ordenadores. Paso por
delante de ellos y me dirijo a la ventana.
Está polvorienta y cubierta de mugre y ceniza, pero puedo ver el exterior. Y desde aquí,
puedo ver kilómetros y kilómetros. No hay brisa y es tan sofocante en esta habitación como
en la mía, pero la vista es impresionante. Me siento pesadamente en una silla a la que le
faltan algunos ruedines y sólo admiro la vista.
Y pienso en lo malo que hice...
Cuando ayudábamos a la amiga de mi hermana, Emma, y a su dragón Zohr, me usaron
como señuelo de olor para hacer salir al enemigo de Zohr, un malvado hombre-dragón
llamado Azar. No conozco todos los detalles, Claudia me oculta muchas cosas para
mantenerme a salvo. Pero fue una de las pocas oportunidades que tuve de salir de mi
habitación y salir a la luz. Y... dejé caer mis bragas en los arbustos cuando nadie miraba.
Las bragas son perfectas, de verdad, incluso si la idea de que alguien las encuentre me hace
sonrojar. Son la prenda que, ejem, saca el mayor provecho de mi olor, y son pequeñas y
fáciles de esconder. Con mi olor... otro dragón puede encontrarme. Uno que no esté
apareado.
Entonces puede venir a rescatarme, como Rapunzel1 liberada de su torre. Puede amarme
como el compañero de mi hermana la ama, y estaré a salvo y seré apreciada. Nunca tendré
que pasar otro largo día en esta sofocante caja de una habitación, preguntándome si estoy
a salvo. Tendré lo mismo que tiene mi hermana.
Aquí estoy. Ven a buscarme, te envío al mundo, con la mano apoyada en la ventana. Si el
deseo y la esperanza pudieran llevar los pensamientos al mundo, los míos serían una bala
a toda velocidad por toda la necesidad que les pongo.
Seguramente hay alguien ahí fuera para mí, un dragón tan solitario y necesitado de alguien
a quien amar como yo.
∗∗∗∗∗∗∗
1

RUBY DIXON
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Capítulo 2
RAST
SOSTENGO UN PEQUEÑO TROZO de tela envuelto alrededor de una garra mientras vuelo
sobre la colmena humana, buscando la que tiene el olor de la tela rosada. Aquel cuyo aroma
me mantiene cautivo.
El débil y atractivo olor se ha desvanecido con el tiempo, pero no importa. Lo he
memorizado, y lo reconocería en cualquier lugar. La pieza en sí no importa, salvo que es un
recordatorio, incluso en mis momentos más locos, de que tengo un objetivo. Y por eso lo
llevo siempre conmigo. No sé cuánto tiempo ha pasado desde que lo encontré. ¿Tres días?
¿Treinta? El tiempo no tiene sentido para mis pensamientos. Los días transcurren juntos
en una neblina de humo y sed de sangre.
No importa. No descansaré hasta encontrarla.
Mi compañera.
El aroma de la rosa me dice muchas cosas sobre ella, aunque no conozca su cara o su
nombre. Sé que es joven, que es fértil y que no tiene pareja. Sé que no es Drakoni. Y sé que
no ha sido tocada por otro macho, o me olería su reclamo.
Pero no hay nada, y por eso quiero ser yo quien la reclame.
Sólo pensar en una pareja es suficiente para enfocar mis pensamientos dispersos, para
traerme claridad después de semanas, meses, quizás incluso años de locura. Respirar su
aroma me proporciona una dirección, como un túnel de claridad en los pensamientos
salvajes y sedientos de sangre que abarrotan mi mente. Por un momento, un breve
momento, puedo recordar quién y qué soy.
Luego el aroma se desvanece y me pierdo una vez más.
Sin embargo, no me doy por vencido. Entre el empujón y el tirón de mis pensamientos locos,
sigo concentrado en un objetivo: encontrar a mi pareja. Ella está en algún lugar aquí, cerca
de esta colmena humana, y así la perseguiré hasta que pueda encontrarla. Cada día, subo
a los cielos, buscando rastros de su olor en la brisa. Cuando no hay nada, aterrizo en el
suelo y merodeo por los pastos y las ruinas rocosas de este lugar, tratando de captar su
encantador y ligero aroma de la miríada de otros que salpican el mundo.
Ella está aquí en alguna parte. La encontraré.
Me llevo el trozo a la nariz, respirando profundamente una vez más. Luego levanto mis alas
y vuelo más alto, tratando de atrapar el viento. El instinto me dice que debo buscar en todas
partes, y eso incluye las brisas tanto bajas como altas. Barro a lo largo del suelo cuando no
hay nada arriba, y luego cuando bajo no proporciona nada más que el hedor de la colmena
humana, tomo el aire una vez más.
Entonces, lo encuentro. Sólo un rastro, no más que una pista, pero está aquí. En algún
lugar.

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Me doy la vuelta, sumergiéndome de cabeza en el viento, siguiendo su rastro de olor. Es tan
leve que es fácil de pasar por alto... excepto que tengo su aroma grabado en mi mente,
surgiendo a través de mi sangre. Aunque es débil, puedo captarlo, y lo sigo con entusiasmo.
Mi compañera está cerca.
Atravieso los cielos, pero por mucho que vuele, parece que su olor no se acerca más, ni se
hace más fuerte. El tenue hilo de ella permanece sólo así... tenue. Es frustrante, pero no
me rendiré.
No cuando tengo una pista de que ella está aquí. Que es tan real como el aire bajo mis alas,
y no sólo un producto de mi mente torturada.
Durante días, rodeo la misma zona. Al menos, parece que son días. El tiempo pasa y se
desdibuja. Como poco y duermo menos, porque no quiero perder la oportunidad de
encontrar su olor. Sin fin, busco entre los olores del aire, buscando una esperada bocanada
del delicioso aroma de mi compañera. Cuando pasa de nuevo, lo dejo todo y vuelo a la
posición más cercana. Allí me siento y bebo de su aroma.
No está solo, el aroma de mi compañera. Está acompañado por el de otra hembra... una
compañera. Puedo distinguir las ricas notas de Drakoni que reivindican el aroma de la
segunda hembra. No estoy interesado en ella, pero explica por qué mi pareja ha sido tan
escurridiza. Mientras el olor de un macho Drakoni se entrelaza con el de la segunda hembra,
me doy cuenta de que están protegiendo a mi pareja.
No… ellos me la están ocultando.
La ira hierve en el fondo de mi mente, burbujeando hacia la furia. Por eso no puedo
encontrarla. La esconden, asegurándose de que se mantenga alejada de mí. Sigo los olores,
agarrándome a los de la hembra apareada. Es más fuerte, más fácil de encontrar en la
brisa, y en cuestión de horas, localizo su nido. Es una plataforma sobre una de las
estructuras altas, con forma de dedo. Cuando me acerco, el macho hace una llamada para
advertirme del territorio y yo me alejo.
Por ahora.
Si aquí es donde está la hembra apareada, la mía estará cerca. Estará esperando a que la
reclame. La imagino, con las garras enroscadas, las escamas rojas con la necesidad de
aparearse, la imagino alzando su mirada hacia la mía en un desafío para encender mis
entrañas y excitar mi alma.
Pero no puedo llegar a ella si estos otros la esconden. No me atrevo a atacar a un macho
que protege su territorio y a su hembra. Me muevo a una posición cercana a una corta
distancia y me instalo, poniendo mis alas contra mi cuerpo y esperando. Observaré.
Prestaré atención a los olores.
Y cuando llegue el momento, atacaré y sacaré a mi hembra, la obligaré a salir al aire y en
forma de batalla. Una vez que lo haga, entonces será mía.
∗∗∗∗∗∗∗
AMY

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BOOM.
El sonido me despierta de un profundo sueño. Me siento en la cama desorientada. Hace
calor en mi habitación, mi piel tiene una fina capa de sudor, y al principio no estoy
totalmente segura de lo que sucede. ¿Un mal sueño quizás? Me froto la cara con una mano
y busco una vela junto a la cama. Mientras lo hago, escucho un sonido de bocina y de ira
que sacude las paredes.
Un dragón. Un cornetazo.
Mi corazón se golpea en la garganta y me aprieto contra la pared, olvidándome de una vela.
Pongo mi pierna buena contra mi cuerpo, como si de alguna manera me protegiera de la
embestida. ¿Qué es lo que pasa? ¿Qué está haciendo Kael? Me acurruco en la cama, de
espaldas a la pared, tratando de hacerme lo más pequeña posible. Si Kael y Claudia se
están peleando... pero nunca se pelean. No lo entiendo.
Un momento después, alguien golpea mi puerta. "¡Amy! ¡Amy, déjame entrar!"
"¿Claudia?" Llamo desde la cama. "¿Qué está pasando?"
"¡Date prisa y déjame entrar!", grita, sonando impaciente y preocupada a la vez. Golpea la
puerta de nuevo, y puedo sentir su impaciencia.
Salgo de la cama y corro hacia la puerta, ignorando el dolor punzante que al moverme tan
rápido me sube por la pierna. Me las arreglo para llegar allí, busco a tientas las cerraduras
en la oscuridad, y mi hermana cae dentro en el momento en que la puerta se abre. Tiene
algo largo y oscuro en la mano, una escopeta.
¿Qué es lo que pasa?
"¿Es eso un arma?" Susurro, sin aliento por el shock. No funcionan contra los dragones.
"¿Vas a disparar a Kael?"
"¿Qué? ¡Nunca!" Ella empuja la puerta cerrada detrás de ella. "No puedo creer que hayas
cerrado esto. No vuelvas a hacerlo. Casi me clavan con una de esas rocas que está tirando
aquí abajo".
Lucho contra la ola de irritación que siento por el comentario de mi hermana. ¿Así de fácil
me va a quitar el derecho a la privacidad? ¿Y ahora qué? ¿Yo durmiendo a los pies de su
cama? No digo eso, aunque está claro que está estresada. "¿Qué está pasando?" Pregunto
de nuevo.
"Hay un dragón ahí fuera", me dice, tirando de mí desde la misma puerta. Estamos solas
en la oscuridad, y hay un silencio mortal durante un largo momento, el único sonido es el
de nuestra respiración.
Y entonces el dragón vuelve a dar un toque de corneta, un momento antes de que otro
BOOM que rompe los oídos se estrelle contra la habitación. El suelo traquetea con la fuerza
del mismo, y yo jadeo y me aferro a mi hermana para mantener el equilibrio. Antes de que
pueda hablar, un segundo dragón añade otro toque de corneta enojado a la mezcla,
desafiando al otro.

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Dos dragones.
"Nos están atacando", dice mi hermana con voz agria. "El otro dragón comenzó a tirar
piedras al edificio. No, sólo rocas, en realidad. Más bien jodidas rocas". Claudia no parece
asustada, sólo molesta, y tengo envidia de lo tranquila que está. "No sé cuál es su problema.
Kael dice que debería poder oler que una pareja de enamorados vive aquí"
Me agarro del brazo de mi hermana, mis pensamientos se aceleran. Me alegro de que esté
oscuro para que no pueda ver mi cara, porque imagino que no podría ocultar muy bien mis
sentimientos. Otro dragón nos está atacando.
Me pregunto si vino por mí.
Mi miedo se mezcla con la esperanza. No sé por qué está tirando piedras, pero seguramente
debo ser la razón por la que está atacando este edificio a pesar de que el olor de Claudia y
Kael está por todas partes. Mi hermana no puede saber lo que hice, aunque si se entera de
mis bragas, no me dejará ni siquiera tomar aire. Su lado protector tomará el control y
entonces quedaré atrapada para siempre.
"Un segundo dragón... ¿qué crees que quiere?" Mantengo mi voz lo más calmada posible,
pero tiembla, sólo un poco.
Claudia resopla en la oscuridad y me da palmaditas en el brazo. "Están locos, ¿recuerdas?
Quién sabe lo que quiere. Tal vez se imagina esto como su casa. No te preocupes. Kael se
encargará de las cosas"
"¿Está Kael hablando con él?" Pregunto, curiosa. "¿Qué está diciendo?"
"No responde", dice mi hermana, y puedo oír la molestia en su voz. "Debe estar más loco
que de costumbre. Vamos... ¿Dónde está tu cama? Vamos a sentarnos para que puedas
descansar la pierna".
Estoy desgarrada, una parte de mí quiere ir a echar un vistazo a la puerta y ver al dragón.
¿Y si ella tiene razón y él no es para mí? Sólo está loco y atacando porque... bueno, ¿loco?
Me contó que Kael le ha mostrado cuan locos vuelve este mundo a los dragones, así que sé
que es algo que les pasa a ellos. No sólo están sedientos de sangre y son crueles por ser
crueles. Han perdido la cabeza y sólo saben atacar para compartir la ira y el dolor que
sienten.
Suena tan terrible.
Es otra razón para tomar a un dragón como mi "compañero", él puede salvarme, y yo puedo
salvarlo.
Por supuesto, no lo pensé muy bien. Si este dragón está realmente aquí para mí, no sé cómo
voy a llegar a él sin alertar a Claudia de lo que hice. ¿Y si Kael me ve en el tejado sin mi
hermana, mientras nos atacan? No tengo ninguna duda de que me secuestrará y me dejará
en un lugar seguro.
Una vez que averigüe lo que está pasando con este dragón, si es mío, tengo que alejarme de
alguna manera de ellos para poder escapar con él. Pero no sé exactamente cómo hacerlo, y
mi pierna late de dolor, así que tomo la mano de mi hermana y la llevo a la cama. Me siento

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en el borde y suspiro con alivio al ver lo bien que está mi rodilla mala. No puedo estar de
pie por mucho tiempo, y correr hacia la puerta sólo empeoró las cosas. Siento que el colchón
se hunde un poco cuando Claudia se sienta a mi lado, y luego el sonido metálico de la
pistola al rozar el marco de mi cama. "¿Para qué es el arma?" Le pregunto a mi hermana.
"¿Pensé que los dragones no podían ser heridos con un arma?"
"Realmente no pueden", murmura. "Es sobre todo para asegurarme de que no tiene un
jinete. Y si baja lo suficiente y no tiene su tercer párpado protegiendo sus ojos, podríamos
ser capaces de cegarle. Pero ese es un gran 'si'. Me da palmaditas en el hombro. "Aunque
me siento mejor con un arma".
Yo no. Ahora imagino a mi hermana cegando a mi dragón, mi apuesto y salvaje príncipe.
"No la uses, ¿de acuerdo?" Susurro, encontrando su mano en la oscuridad y agarrándola.
"Por favor, no lo hagas".
"No te asustes", me dice Claudia con voz suave. "Te protegeré, y Kael nos protegerá a los
dos"
Eso no es lo que me preocupa.
El silencio pasa. Un momento después, algo ruidoso y metálico se rompe contra el techo,
haciéndonos saltar a las dos. "Coche", dice mi hermana. "Hombre, este bastardo está
decidido".
"¿Puede Kael hablar con él? ¿Razonar con él?" Pregunto, preocupada. Un dragón enamorado
no... le tiraría coches a su amada, ¿verdad? Esto suena más a locura que a romance, lo que
significa que realmente estamos en peligro.
"Nop. Él no está respondiendo. Kael dice que está algo lúcido, pero no lo suficiente como
para dejar de atacar". Me aprieta la mano. "Estamos a salvo. Lo prometo"
Asiento en la oscuridad y le doy un apretón de manos. Ojalá supiera cómo comunicarme
con el dragón de ahí fuera. Para preguntarle qué es lo que quiere. Para ver si vino por mí.
Pero no hay forma de hacerlo, así que todo lo que puedo hacer es sentarme aquí en la
oscuridad con Claudia y esperar. "¿Está Kael muy enfadado?"
"Más molesto que nada", me dice, un toque de diversión en su voz. "Estábamos...
abrazados".
"No me cuentes más", digo rápidamente, porque ahora estoy visualizando.
Ella sólo suelta una risita.
∗∗∗∗∗∗∗
A PESAR DE QUE SE SIENTE COMO si estuviéramos en peligro, es tarde y está oscuro. Me
dejo llevar por el hombro de Claudia mientras ella se queda callada, inmersa en una
conversación con Kael. Por sus infrecuentes actualizaciones, sé que Kael está encaramado
en la cima del edificio, evitando que el otro dragón se acerque demasiado. No se han dejado
caer otros coches o rocas en toda la noche y me duermo al lado de mi hermana mientras
esperamos el amanecer... o a que el dragón se vaya.

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No sé lo que quiero que pase. No quiero que se vaya... pero tampoco quiero que siga
atacando. No pensé más allá de dejarme caer las bragas para que un dragón pudiera captar
mi olor, y ahora me preocupa haber cometido un error.
"El dragón se ha ido", murmura Claudia justo cuando estoy a punto de volver a dormirme.
"Es seguro".
"Oh, está bien", susurro cuando se levanta. "Yo... ¿Kael está bien?"
"Lo está", me dice. "No se va a ir hoy. Se va a quedar cerca y se va a saltar la caza por si
acaso nuestro nuevo amigo regresa"
Y ahora me siento culpable de que Kael no se vaya sólo para protegernos, mientras sospecho
que es mi culpa. "¿Descubrió lo que el otro quería?"
"No", dice mi hermana, y hay una nota irónica en su voz. "Sólo otro dragón loco en un
mundo lleno de ellos. Duerme un poco".
Me acurruco de nuevo en mi cama después de que ella se va, y puedo oír el suave golpe de
Kael cuando aterriza en el techo, y la voz de mi hermana cuando le llama. Entonces se hace
el silencio, y me imagino que han vuelto a la cama... para abrazarse.
Y estoy absolutamente sola una vez más.
∗∗∗∗∗∗∗
"ESE DRAGÓN NO ESTABA en esta zona", dice mi hermana en el almuerzo del día siguiente.
"¿Cómo está tu tortilla?"
¿Como si pudiera lanzar una bomba como esa y no distraerme? Mastico tan rápido como
puedo. "Seca y maciza". Umm..."
"Bueno, mierda", dice Claudia, frustrada. "Esperaba que fuera tan simple como moler un
poco de maíz. Tal vez no"
"Aún así está buena", le digo entre tragadas y bebiendo abundantemente de mi agua. Es
hora de volver al tema principal. "Umm, ¿cómo sabe Kael que el dragón no es de por aquí?"
"No reconoce la mente. Sabes que hay un par en esta zona con los que hemos tenido roces",
dice casualmente, dándole un mordisco a su tortilla y luego arrugando la nariz. "Dios, esto
está horrible".
"Es muy... tediosa", digo yo. No puedo ser quisquillosa. La comida es comida, y la comeré
sin importar lo seca y extraña que sea. Sin embargo, pienso en lo que dijo. Si el dragón no
es de aquí... tal vez no sea mío. Tal vez nadie ha encontrado mis bragas, y están tiradas en
la hierba sin que nadie las note. Tal vez nadie las encuentre nunca, y se desvanezcan en la
nada.
Como yo. Dios, qué pensamiento tan deprimente.
Claudia le da la vuelta a su tortilla en la sartén, frunciendo el ceño con concentración. Está
decidida a intentar recrear viejas comidas que no podemos conseguir en el Después. Creo
que parte de eso es su embarazo hablando, pero todo el mundo tiene que tener un hobby,

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¿verdad? El mío es... bueno, coser ropa, leer y decorar mi habitación y desear
desesperadamente un cambio.
Hay un fuerte batir de alas y luego Kael se posa sobre nosotros, en su forma de batalla. No
se relaja, pero se sienta alerta y listo, con los ojos girando mientras mira al cielo. Claudia
lo mira pero luego vuelve a prestar atención a la sartén y se ríe en voz baja. Me golpea la
envidia y la soledad a la vez. Debería estar feliz de estar a salvo aquí con mi hermana. ¿No
es esto todo lo que siempre quise?
En cambio, me siento como una tercera rueda. Como si me dejaran constantemente fuera
de la conversación. Sé que no es culpa de Claudia. No puede evitar que los dragones sean
telepáticos y yo no pueda oír a Kael. Pero me hace desear aún más tener a alguien propio.
"¿Crees que volverá?"
“¿Hmm?” Mi hermana me mira. “Oh, ¿el dragón? Espero que no. A Kael le llevó una
eternidad deshacerse de toda la basura que tiró aquí en el techo". Ella mira a su dragón y
le brinda una sonrisa tan feliz y contenta que me duele.
Incluso un "mal" día ya no es tan malo para Claudia. Ella es feliz mientras tenga a Kael
∗∗∗∗∗∗∗
ES TARDE, Y ESTOY LEYENDO un libro en mi habitación a la luz de las velas cuando
escucho otro rugido feroz en la distancia. Me siento, empujando a un lado mi libro incluso
cuando Claudia entra en mi habitación, escopeta en mano.
"Ha vuelto", dice ella con tristeza.
∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 3
AMY
El nuevo dragón se queda hasta casi el amanecer antes de partir una vez más. Son dos
noches seguidas en las que ha interrumpido nuestro sueño, y mi hermana tiene círculos
profundos bajo sus ojos para probarlo. Al día siguiente su humor es menos alegre, y lanza
miradas de preocupación a Kael.
"¿Está todo bien?" Pregunto con dudas durante el desayuno. No puedo saborear los huevos
porque me he bañado en mucho perfume. Kael sigue mirándome, y la expresión de mi
hermana es tensa. Sospecho que discutieron sobre si se me debería permitir salir a comer
o no. Me alegro de que mi hermana ganara la discusión; la idea de estar encerrada todo el
día sin que me dejen salir es prácticamente como estar en una jaula. No importa lo bonita
que sea la jaula, sigue siendo una jaula.
Claudia sólo mueve la cabeza y se sienta conmigo. No está comiendo, una señal de que está
más estresada que de costumbre. "Está controlado".
El dragón resopla por encima de la cabeza, el sonido es casi burlón.
Uh oh. Miro entre mi hermana y su pareja. No estoy del todo segura de querer escoger un
bando en esto. "¿Controlado? ¿Así que hay un problema? ¿No está sólo de paso?"
Mi hermana tiene esa mirada distante e interna en su rostro que me dice que está teniendo
una conversación privada una vez más. Normalmente Kael no está en forma de dragón todo
el día, lo que debería haber sido mi primera pista. Sigue en guardia, entonces, sigue
tratando de protegernos.
"¿Va a volver?" Le pregunto a mi hermana, tratando de provocarla.
La boca de Claudia forma una línea delgada y cuando miro hacia arriba, Kael la está
mirando. Él agita sus alas y se mueve sobre sus pies, y luego vuelve a mirar al cielo abierto.
Prácticamente puedo oír su voz diciendo, "Díselo", o algo por el estilo. Definitivamente siento
que me interpuse en una discusión de algún tipo.
"Kael cree que ha captado tu olor", dice mi hermana en voz baja. "Que ya no es seguro para
ti aquí".
"Oh". Me siento, con las manos en el regazo. Mi corazón se agita con la emoción y la
preocupación de ambos. Las cosas están cambiando... no estoy segura de lo que significan
todavía. "¿Tiene mi olor?"
Ella asiente con la cabeza y cruza los brazos sobre su pecho. "Va a seguir viniendo hasta
que te encuentre, así que tendremos que irnos e irnos a otro sitio".
Me doy cuenta de que mi hermana está más que estresada, está molesta. Pasa la mirada
por la habitación y sé que no sólo se preocupa por mí. Es la vida que estaba labrando con
Kael aquí en la cima de esta torre. Ha pasado meses adquiriendo cosas y creando un hogar,
y está embarazada. Hay demasiadas cosas en juego, más que mi seguridad.

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Mi seguridad que he saboteado. De repente me siento como una imbécil infantil. No pensé
en nadie más en esto, ¿verdad? Sólo quiero lo que ella tiene y actué sin pensar. Ahora mi
hermana tendrá que pagar el precio a menos que confiese lo que hice y deje que las fichas
caigan donde puedan.
Pero mientras la miro, las palabras se me clavan en la garganta. Si le digo lo que hice... se
enfadará mucho conmigo. Se sentirá muy decepcionada. No me atrevo a decírselo todavía.
Tal vez... tal vez lo escriba, componga mis pensamientos. "Ya veo. ¿Tenemos que irnos? Has
trabajado muy duro para tener un hogar aquí"
Cualquiera en el Después sabe cuánto significa "hogar" para una persona. Después de vivir
con miedo en Fort Dallas, hambrienta y miserable, y constantemente preocupada por el
lugar de donde vendrá su próxima comida o lo que tendrá que cambiar por medicinas o un
lugar para dormir... El hogar es más que sólo cosas. Es seguridad y protección, y se las he
quitado a mi hermana. Me siento increíblemente culpable y triste. He arruinado esto para
ella.
Ella trata de sonreír, como si no fuera tan malo. "Todo va a estar bien, lo prometo.
Encontraremos un lugar nuevo y seguro, y nos instalaremos de nuevo".
¿Y si nos sigue hasta allí? No lo pregunto. No creo que pueda llevar físicamente más perfume
del que ya llevo. El sabor está en mis huevos, en mi nariz, en mi todo. Sé que Claudia se ha
esforzado mucho por mantenerme a salvo, lo que sólo empeora mis acciones egoístas. "¿Qué
hay de los otros? ¿Podrían ayudar a ahuyentar al dragón?" Prácticamente me ahogo con las
palabras, porque me siento desgarrada. No quiero que lo echen. Quiero conocerlo. Quiero
saludarlo y ver cómo sus ojos se iluminan de alegría al darse cuenta de que soy su pareja.
Al mismo tiempo, la miseria de mi hermana me está carcomiendo.
"¿Los otros?" Claudia hace eco y luego da una pequeña sacudida de su cabeza. "Sasha y
Dakh están en el océano y no volverán en semanas. Y Zohr se ofreció a venir y ayudar, pero
sabes que sus alas no son geniales. Necesita quedarse atrás y proteger a Emma. Este otro
dragón es muy grande y Zohr está en desventaja en el suelo. No sería de mucha ayuda en
una pelea".
"Aún así", digo débilmente. "Dos contra uno..."
"O podemos simplemente mudarnos" La voz de Claudia es nítida, como si hubiéramos
terminado de discutir sobre ello. " Aprovecha el día de hoy y empaca tus cosas, y mañana
por la mañana, vamos a salir a buscar un nuevo lugar para vivir"
Mañana. "¿Tan rápido?"
"No tiene sentido esperar", dice mi hermana.
No, supongo que no. Está bien, entonces. Un día. Un día para que de alguna manera llegue
al dragón y hable con él. Para detener sus interminables ataques para que mi hermana no
tenga que salir de su casa. Y más que eso, para que yo pueda saludar al hombre -uh,
dragón- del que voy a ser la compañera.
Él tiene que ser el que encontró mis bragas. Me quiere a mí.

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El pensamiento me anima probablemente más de lo que debería.
∗∗∗∗∗∗∗
SÓLO EMBALO BASTANTE para una mochila pequeña. Puede que sea porque no tengo
intención de que Claudia y Kael tengan que salir de su casa. Es sólo una bolsa lo
suficientemente grande que me permite guardar algunas pequeñas necesidades en caso de
que necesite viajar. Tiene un vestido, una envoltura para mi rodilla, un cepillo de dientes,
un peine, y una caja de tampones muy valiosa que he estado guardando. Tomo un cuchillo
por si acaso y un par de bocadillos envueltos, porque quiero estar preparada. Se siente un
poco ridículo preparar lo que se siente como un bolso de viaje, cuando en realidad,
probablemente estoy huyendo con un dragón que no conozco.
En realidad, eso suena aún más ridículo.
Yo también llevo un sujetador de repuesto y bragas, y mi libro. Y luego mi mochila empieza
a ser voluminosa, así que la escondo debajo de mi cama como si fuera una niña, y espero
a que llegue la noche.
Estoy inquieta y nerviosa, y cuando mi hermana baja a pasar el rato, trato de concentrarme
en coser trozos de ropa rota en una manta mientras ella habla de qué muebles hará que
Kael vuelva y consiga y posibles lugares para que nos quedemos temporalmente. No está
segura de si quieren mudarse más cerca de las afueras del Viejo Dallas, porque la caza
podría ser mejor para Kael con una competencia Drakoni menor, pero tampoco quiere
alejarse demasiado del nido de Sasha y Dakh, así como de Emma y Zohr.
Lo entiendo. Quiere estar cerca de sus amigos, que están pasando por lo mismo que ella
con un dragón y un embarazo. Puedo simpatizar y escuchar, pero no puedo ofrecer consejo
en ninguno de esos aspectos, así que entiendo por qué quiere estar cerca. Han formado su
propia red de damas amazonas de dragones. Es sólo otra pequeña cosa de la que he sido
excluida. No de una manera maliciosa, por supuesto. Claudia se sentiría herida si pensara
que me siento excluida. Pero no hay forma de incluirme sin, bueno, sin que yo tenga mi
propio hombre-dragón.
Y... me siento emocionada.
Pensar que un dragón está aquí. Para mí. Alguien me quiere lo suficiente para amarme y
protegerme. Es diferente cuando se trata de un hombre comparado con sólo mi hermana.
He crecido en el Después, así que nunca he tenido una relación real. Cuando ocurrió la
Grieta, yo estaba en la escuela secundaria. Después de eso, estuvimos en Fort Dallas, y
tener una relación ni siquiera se me pasó por la cabeza, porque todos los hombres de allí
eran espeluznantes y me hacían sentir insegura. Si hubiera querido que me manosearan,
podría haber elegido a los hombres que quisiera a pesar de mi pierna mala. ¿Pero tener a
alguien que me quiera y se preocupe por mí? No era una posibilidad.
Trato de recordar lo que mi hermana dijo de su encuentro con Kael. Ella ha escatimado
muchos detalles cuando he tratado de curiosear, pero sé lo esencial. Estaba encadenada
en lo alto de un edificio, dejada por la milicia. Kael olió su esencia, aterrizó frente a ella y
se transformó. Desde allí, se enamoraron. No sé cómo pasaron la barrera de la
comunicación, pero el simple hecho de oler a mi hermana debe haber hecho que Kael pasara

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de estar loco a estar cuerdo. Es como si faltara una pieza que ella no compartió conmigo,
pero no puedo averiguar qué es. Kael no es nada más que amoroso con ella, sin embargo,
así que no estoy preocupada.
Sólo espero que mi pierna mala no haga que le guste menos a mi dragón. Me froto la rodilla,
preocupada. La ruptura ocurrió en el momento de caos durante la Grieta y no había ningún
médico para ayudar. Todavía recuerdo vívidamente esos horribles días de dolor que
adormecía la mente, y las semanas que pasé sin poder hacer más que acostarme sin que
me doliera. Se ha curado mal, y cuando paso los dedos por la pierna, puedo sentir el tejido
cicatricial levantado y luego la curvatura nudosa justo debajo de la rodilla, donde los huesos
se curaron mal. Me duele desde entonces, pero tengo suerte de estar viva. Muchos murieron
durante ese tiempo. Pero Claudia es fuerte y saludable y muy inteligente. Sasha es hermosa.
Emma es fuerte y bonita. Si los dragones quieren una pareja fuerte, entonces... ¿qué pasa
si el mío me rechaza?
Sólo te estás creando problemas, Amy. Me trago mis miedos. Estoy estancada, sobre todo
porque estoy un poco preocupada por dar el salto al siguiente capítulo de mi vida. Espero
que mi hermana lo entienda. He dejado una nota sobre la mesa explicando que he ido a
encontrarme con mi dragón y que estoy a salvo y que no me siga. Espero que ella y Kael
escuchen.
No más dilaciones, me digo a mí misma. Es hora de irse.
Hago respiraciones profundas y estables. Puedo hacer esto. Puedo ser valiente. Mi soledad
es más fuerte que mi miedo. Me levanto de la cama y me acerco a la puerta, escuchando.
No hay ni un sonido. Sé que Claudia quería esperar al dragón, pero el embarazo la cansa,
y creo que Kael la convenció para que descansara un rato, porque se acostó antes que yo.
Tampoco lo oigo moverse, así que sospecho que está con ella. Abro la puerta y me asomo,
por si acaso. Cuando no veo a nadie, cierro la puerta en silencio y echo el cerrojo, sólo
porque podría necesitar comprar unos momentos extra para mí. Kael puede convertirlo todo
en una escoria derretida de todas formas.
Una vez hecho esto, me vuelvo a mi cama y me pongo los zapatos. No las sandalias que uso
en el edificio, sino zapatos reales, resistentes y con cordones que nunca me sirven de
mucho. Se sienten rígidos contra mi piel, pero me alegro de que Claudia me hiciera llevarlos
"por si acaso". Agarro mi mochila y la pongo sobre mi hombro, luego me dirijo a mi rejilla
escondida, dejando a un lado los pañuelos. Está oscuro por dentro, y no me atrevo a llevar
una vela o usar mi linterna, pero me sé el camino de memoria. Me arrastro dentro y
lentamente me dirijo hacia mi habitación "secreta", la que tiene la ventana.
Cuando llego al otro lado, estoy tan nerviosa que me caigo a medias del conducto de aire y
aterrizo pesadamente en el suelo. Un dolor punzante se apodera de mi pierna mala y me
quedo completamente quieta, preocupada de que Claudia, o peor aún, Kael, venga a
investigar, y todo esto termine antes de empezar.
Nadie viene, sin embargo, y después de unos minutos de nervios, respiro hondo y me levanto
del suelo.
La luz de la luna entra por la polvorienta ventana y las ruinas de la ciudad no son más que
sombras. Me acerco a la vista, pensando en cómo era antes cuando había cosas como la

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electricidad. Recuerdo miles de luces agrupadas por todas partes, salpicando el paisaje
como un lecho de luciérnagas y tan brillantes que ahogaban las estrellas de arriba. Ahora,
el cielo nocturno es tan brillante que es como un espectáculo de luces propio, y es la propia
ciudad la que es oscura y poco atractiva. En la penumbra, los edificios en ruinas parecen
más bien manos esqueléticas que se levantan de la tierra, y eso es suficiente para hacerme
temblar. Por suerte las estrellas son tan brillantes que iluminan el cielo nocturno, y me
acerco a la ventana.
Estoy respirando con dificultad, nerviosa. ¿Está ahí fuera? ¿Me está esperando? ¿Puede
sentir mis pensamientos? ¿O se rindió y se fue? El pensamiento me llena de una oleada de
pánico. Por favor, por favor, sigue estando ahí fuera. No me dejes todavía. Dame una
oportunidad.
Sólo necesito alejarme lo suficiente de la ventana para dejar que mi olor se lleve la brisa. Si
está cerca, me olerá.
Creo que sí.
Estudio la ventana. Está hecha de varios vidrios, todos magníficamente gruesos y fuertes
para haber aguantado tanto tiempo, dados los dragones y el Apocalipsis y todo. Cada cristal
es tan grande como una pared, y no estoy segura de cómo voy a abrir uno de ellos. La
cornisa exterior tiene fácilmente dos pies de profundidad, lo suficientemente grande como
para que pueda pararme incluso con mi rodilla mala.
Pongo una mano contra el vidrio, frunciendo el ceño mientras lo empujo. Se siente sólido.
Fuerte. No estoy del todo segura de cómo abrirla. ¿Qué debo hacer? No tengo un bate de
béisbol como el que lleva Emma. Incluso si lo tuviera, no estoy segura de tener la fuerza
para romperlo. Paso mi mano a lo largo del cristal hasta que golpeo la costura. El sellador
parece agrietado y viejo, y por capricho, me quito la bolsa del hombro y saco el cuchillo. Lo
clavo en la lechada y lo arrastro hacia abajo, y la lechada se cae como la suciedad, seca y
dura.
¡Progreso!
Continúo trabajando a lo largo de la costura, sacando toda la lechada que puedo. Llego tan
alto como puedo, pero no puedo conseguirlo todo, así que me muevo a lo largo del fondo.
Cuando termino, la ventana se ve igual, sin embargo. Frustrado, cierro el puño y empujo
mis nudillos contra el centro del vidrio.
No sé qué esperaba, tal vez un empujón o un ligero desplazamiento del vidrio que me dijera
que voy por buen camino. En vez de eso, el vidrio en sí mismo cruje y luego la enorme losa
del mismo cae del cielo. Me asomo, mirando con horror mientras desciende cientos de
metros, y me estremezco cuando escucho el débil golpe en la acera, el tintineo de los vidrios
rotos llenando el aire.
¿Seguramente eso va a despertar a mi hermana?
Será mejor que actúe rápido, entonces. Vuelvo a meter mi cuchillo en mi mochila y salgo al
aire libre.

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Inmediatamente, la cornisa no se siente lo suficientemente grande. Se veía enorme y
espaciosa del otro lado del vidrio. ¿De este lado? No es suficiente para evitar que me caiga
a cientos de metros de la acera rota de abajo. Me aferro a la pared y me arrastro a lo largo
de ella, con el culo pegado a ella por seguridad. El viento aquí arriba es una locura, y
desearía por un momento haberme atado mi largo cabello hacia atrás, pero no hay nada
que hacer ahora. También hace frío, y me pregunto si debería haberme puesto algo más
que uno de mis vestidos normales y sencillos, porque mi falda me está dando latigazos
alrededor de las piernas.
Me pregunto cuánto tiempo tendré que esperar a que mi dragón recoja mi olor.
Escudriño el cielo nocturno, pero parece tan vacío como siempre. A medida que pasan los
minutos, empiezo a sentirme ansiosa. ¿Qué pasa si Claudia y Kael me ven aquí antes que
mi dragón? ¿Cómo voy a explicar eso? Por supuesto, no importará si no viene... mi frágil
corazón podría romperse.
"Oh por favor", susurro en el aire. "Ven y encuéntrame. Seré una buena compañera, lo
prometo. La mejor compañera"
El único sonido es el viento silbando a mi alrededor.
Mi rodilla comienza a palpitar, y miro hacia abajo a la cornisa en la que estoy encaramada.
Mi situación comienza a tomar un giro más alarmante. Si mi rodilla sigue empeorando, toda
mi pierna podría salir de debajo de mí. Este no es el lugar ideal para que eso suceda, porque
me enviaría justo al borde. ¿Trato de sentarme, entonces? ¿O vuelvo a entrar? Me apoyo
fuertemente contra la pared, sintiéndome frustrada con mi cuerpo. Si fuera tan fuerte como
Claudia, esto no sería un problema...
El batir de las alas interrumpe mis pensamientos.
Eufórica y aterrorizada a la vez, veo como el dragón da vueltas en el aire, alejándose de la
vista para maniobrar alrededor del edificio. Aguanto la respiración hasta que aparece de
nuevo, viendo como su cola se mueve. Este es él.
Este es mi dragón. Mi compañero. Estoy temblando de emoción. Aquí es donde mi vida
cambia. Será mi príncipe, mi amor, mi protector y mi mejor amigo todo en uno. Lo observo
con entusiasmo mientras mueve sus alas y baja en picado, y luego se desliza hacia mi lugar
en mi plataforma. Se acerca lo suficiente como para que pueda ver unos ojos negros y
dorados que giran, una noble cabeza dorada con una hermosa cresta de cuernos y brillantes
escamas doradas. Oh... Es tan hermoso. La vista de él me abruma. Todo esto es tan
romántico. Necesitaba que viniera a salvarme, y aquí está. Él...
De la nada, otro dragón se estrella contra él.
Apenas alcanzo a ver los largos y blancos colmillos y los ojos negros como la noche cuando
el segundo dragón se abalanza y agarra a mi dragón por el cuello. Ellos caen a través de los
cielos, y yo muerdo mi grito de horror. ¡Así no es como se supone que debe suceder! Observo
cómo giran por el aire en una ráfaga de alas y extremidades, y el segundo dragón, que es
mucho más grande y de aspecto mucho más amenazador, todavía tiene sus mandíbulas
bloqueadas en el cuello de mi dragón.

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Mientras observo, el gran y malvado dragón mueve su cabeza de un lado a otro,
sacudiéndolo con una fuerza imposible. Hay un horrible crujido de huesos, y luego sus
mandíbulas se aflojan.
Mi dragón se desliza fuera de su alcance, sin huesos. Se cae al suelo, e incluso desde aquí,
puedo decir que está muerto.
Voy a vomitar.
Completamente enferma por lo que acabo de presenciar, me ahogo en lágrimas y comienzo
a retroceder hacia la ventana rota. ¿Cómo pudieron las cosas ir tan mal tan rápidamente?
En el lapso de un momento, mi sueño se ha hecho añicos. Me siento tan destruida como la
ventana esparcida en el pavimento de abajo. Mi vista se nubla con lágrimas no derramadas
pero no me importa. Todo lo que necesito es suficiente visión para volver a la ventana. No
me importa lo que pase después de eso. Mi dragón está muerto. Ha sido asesinado por otro.
Escucho el batir de las alas mientras el otro dragón se acerca, dirigiéndose hacia mí.
No. No puedo dejar que eso suceda. No quiero que el asesino de mi dragón me agarre. No
quiero tener nada que ver con él. En pánico, me lanzo hacia adelante...
Y entonces mi rodilla mala se rinde.
Hay un destello de dolor y caigo sobre el borde de hormigón de la cornisa. Me aferro a ella,
desesperada por encontrar algo, pero no hay nada a lo que aferrarse. Mis manos raspan
inútilmente sobre la cornisa áspera, y luego estoy cayendo.
Cayendo.
Cayendo. Cierro los ojos. Así es como voy a morir.
El viento cambia.
Golpeo algo, no lo suficientemente duro para ser cemento, pero lo suficientemente duro
para sacarme el aire de los pulmones.
Abro los ojos... y miro la garganta del segundo dragón. Todavía está salpicada de sangre
por su brutal victoria. Estoy en sus garras.
Es demasiado para que mi cerebro lo procese. El mundo se desdibuja y se vuelve negro a
mi alrededor y me desmayo como una heroína de un cuento de hadas.
∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 4
RAST
El olor de mi compañera surge en el aire, fuerte y delicioso, un momento antes de que el
olor de un segundo dragón toque mi nariz.
El gruñido comienza en mi garganta y no cesa. Un desafío. Me niego a que la toque. Lo
destruiré primero. Ella me pertenece.
Furioso, agito las alas con fiereza mientras atravieso los vientos, dirigiéndome a la fuente
de su aroma. Sabía que estaba aquí, en este extraño y alto lugar, pero no sabía cómo llegar
a ella. Cada vez que me acercaba, su olor desaparecía, cubierto por el del dragón y su
compañera. Ellos tampoco se iban. Sin importar cuántas rocas tirara en su nido, el gran
dorado no saldría y abandonaría a su pareja. Me ha producido una admiración a
regañadientes por él, aunque su tenacidad está frustrando mis esfuerzos por conseguir a
mi propia pareja. Pero no me he rendido... y ahora esto. Ella ha surgido, sólo para que otro
aparezca con los vientos, irrumpiendo en el último momento para tratar de robarla.
No lo hará. No dejaré que se la lleve.
La veo un breve momento antes de que el otro dragón aparezca, y es tan hermosa y perfecta
que hace que mi espíritu se encienda de calor. Tiene el pelo largo del color dorado de las
escamas de un dragón, una figura delgada y delicada, y el aroma más tentador que existe.
Permanece en su forma de dos piernas a pesar de la aproximación de otro. ¿No desea luchar
contra él, entonces? Estoy desconcertado por su reacción, pero es algo bueno -sólo tengo al
intruso masculino para luchar por su favor, entonces. Ella esperará y desafiará al vencedor,
sospecho.
Planeo ser ese vencedor.
Con un gruñido, me lanzo a por mi enemigo. Puedo decir de inmediato que es joven y no ha
sido entrenado. No reacciona como un guerrero. Se sorprende de mi ataque y se deja la
garganta abierta, así que lo tomo. Le rodeo fácilmente la garganta con mis mandíbulas y
empiezo a ejercer presión. Sólo tardé unos momentos en aplastar su garganta, y luego fue
cuestión de tiempo. Sabe que está muerto, que está derrotado. Cuando se relaja por
completo, sacudo mi cuello, rompiendo el suyo.
Ha acabado en el espacio de un latido del corazón. Idiota arrogante.
Lo dejé caer al suelo, lleno de desdén. No vale ninguna hembra, y mucho menos la perfecta
mía. Con el batir de mis alas, me lanzo de nuevo hacia adelante, listo para enfrentar a mi
hembra. Estoy preparado para su desafío. Lo recibo con entusiasmo, porque una vez que
la haya conquistado... podremos aparearnos. Es un ritual tan antiguo como el tiempo y mi
espíritu lo anhela.
Para mi sorpresa, sin embargo, mi hembra cae de su alta plataforma, su cuerpo flácido. Me
toma un momento para darme cuenta que ella no está simplemente cambiando a la forma

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de batalla. Ajusto mis alas, vuelo hacia ella, y la agarro en el aire, acunándola protectora
cerca de mi pecho.
Ella me mira y luego se queda sin fuerzas, inconsciente. ¿Está enferma? ¿Asustada? ¿Le
han hecho daño los otros que la han mantenido alejada de mí? No lo sé, pero me la llevaré
de aquí para averiguarlo.
Lleno de alegría, cojo a mi compañera en el pecho y me elevo por el aire, volando tan lejos
de este lugar como pueda llevarla. Los demás vendrán a por nosotros, pero eso no importa.
Lo que importa es que ella es mía y está a mi alcance. Cuando asuma la forma de batalla,
la reclamaré como mía y entonces nadie podrá quitármela nunca más. La levanto hasta mi
hocico y respiro profundamente su aroma. Eso es suficiente para despejar mi mente lo
suficiente para concentrarme. No lo hace del todo, y la rabia aún hierve a fuego lento bajo
la superficie, pero es menos abrumadora que antes.
Y cuando mi mente esté despejada, con ella a mi lado, podré regresar a casa.
∗∗∗∗∗∗∗
PARA SER UNA MUJER TAN PROTEGIDA, nadie viene a por ella. Me irrita esto, el guerrero
que hay en mí quiere luchar por ella. El macho en mí anhela un desafío. El Drakoni que
hay en mí sólo está enfurecido por destruir algo. Mientras ella duerme en mis brazos, mis
pensamientos se vuelven más caóticos, menos pacíficos. Necesito que esté despierta para
tranquilizar mi mente. Necesito que sus pensamientos toquen los míos para calmarlos, pero
no estamos unidos.
Aún así.
Arreglaré eso muy pronto cuando la reclame.
Me alejo de los olores humanos mezclados. Se concentran en la extensión de las ruinas, en
los edificios de piedra y en los alrededores extraños. Es al aire libre donde huelo presas y
nada más que verde, y me dirijo en esa dirección. Ahí es donde es más seguro llevar a mi
pareja, incluso si mi mente enloquecida por la batalla exige que permanezca en el centro de
las cosas, buscando enfrentar a todos los demás para probar mi fuerza. Incluso cuando mis
pensamientos son los más salvajes, sé que eso está mal.
La hembra que tengo en mis manos es frágil. Delicada, especialmente en su forma de dos
piernas. Hasta que no me muestre su fuerza y cambie a la forma de batalla, debo hacer
todo lo que pueda para protegerla. Hasta entonces, debemos ir tan lejos como podamos de
los demás. Parte de eso es el macho egoísta dentro de mí que quiere mantenerla fuera de la
vista de todos los otros machos Drakoni. Ella es mi pareja y sólo mía.
Continúo mientras las ruinas se aplastan hasta convertirse en meras líneas de piedra
esparcidas por los pastos y los olores se desvanecen. Pronto, ella es la única humana que
huelo, y el sol en este terrible lugar comienza a salir, ahuyentando las estrellas. He volado
toda la noche sin parar. Considero seguir adelante, pero mi pareja necesitará pronto
sustento. Eso significa la caza... y eso significa la batalla.
La emoción se enciende a través de mis sentidos al pensarlo.

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Desciendo de las nubes y vuelo más bajo al suelo, buscando un lugar seguro para anidar
con mi hembra. Algo protegido, creo, pero capaz de volar fácilmente. Navego a lo largo de
las brisas, escudriñando los pastos, y luego en la distancia, veo el lugar perfecto. Es un
grupo de edificios planos, de formas extrañas. Veo dos columnas y una extraña bola delante
de uno de los edificios. A un lado hay un lugar más alto, perfecto para un nido. Me dirijo
hacia allí, dando vueltas. No hay lugares buenos para aterrizar, así que vuelvo a los lugares
extraños con la parte superior larga y plana y aterrizo en uno de ellos.
Suavemente bajo a mi pareja de mis garras y la examino. Ella no se mueve ni se levanta
para desafiarme, y eso es decepcionante. En cambio, la estudio. Ahora que no tiene mis
garras a su alrededor, parece menos frágil que antes. Lleva una piel larga y suelta de color
rosa pálido sobre su carne, y la pincho con una garra, sin estar seguro de lo que esto
significa. He visto a muchos humanos desde que quedé atrapado en este mundo, pero
cuando trato de recordar cómo son, mi mente se nubla. No recuerdo su forma de batalla, o
si todos ellos llevan estas pieles extrañas sobre sus miembros.
Su pelo es agradable, sin embargo. Es dorado pálido, como un... frunzo el ceño ante la
oleada de recuerdos furiosos que surgen. ¿Cómo qué? ¿Qué es lo que encuentro agradable
de mirar pero tan odioso cuando trato de pensar en ello? Suspiro frustrado.
Los ojos de la hembra se abren y hace un pequeño jadeo mientras se concentra en mí.
Por fin. Ahora, ella me desafiará. Yo agito mis alas y me enderezo a mi altura total. Estoy
listo.
∗∗∗∗∗∗∗
AMY
Miro fijamente al enorme dragón que se cierne sobre mí y trato de no gritar de terror. Puedo
contar con una mano cuántas veces he estado tan cerca de un dragón, y siempre con su
compañera a su lado. Nunca solo.
Nunca después de haber asesinado a otro dragón delante de mí.
Aguanto la respiración, esperando que no se haya dado cuenta de que estoy despierta. Que
tal vez esté durmiendo o mirando algo más y que de alguna manera pueda arrastrarme.
Pero entonces la gran cabeza se sumerge, los ojos se centran en mí, y él se inclina.
Le devuelvo un gemido de terror.
¿Dónde estoy?
Hago una rápida mirada alrededor, pero no reconozco mi entorno. No estoy del todo segura
de hacia dónde me ha llevado, pero el hecho de que el sol esté saliendo me dice que han
pasado bastantes horas. "¿Claudia?" Le susurro al mundo, por si mi hermana está cerca y
no la veo. Entonces, "¿Kael? ¿Estáis aquí?"
No hay respuesta, sólo las solitarias ráfagas de viento y el dragón delante de mí. Me observa
desde arriba, sin parpadear y sin moverse. Su mirada se centra totalmente en mí, y mi
corazón late en mi pecho con puro terror.

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En todas mis fantasías, nunca soñé que estaría atrapada al lado del dragón que asesinó al
que yo quería. No sé qué hacer. Siempre pensé que encontraría a mi Príncipe Azul y que
seríamos felices y estaríamos juntos, y tendría lo que Claudia tiene. No pensé en lo que
pasaría si otro dragón sediento de sangre se le acercaba.
Perdida en mis sueños de niña, había olvidado completamente que los dragones son
monstruos. Que son asesinos hambrientos y furiosos que harían pedazos a una persona
con sus garras tan pronto como los ven. ¿El dragón que está sobre mí? Esta es la realidad.
Estas son las criaturas que destruyeron miles de millones de personas y destrozaron
nuestro mundo. No importa que mi hermana ame a uno. No importa que Sasha y Emma
hayan encontrado a alguien amable a quien amar y cuidar. Lo único que importa es que
este monstruo aterrador me tiene en sus garras.
Y es completamente mi culpa que yo esté allí. Yo soy la responsable. Me escabullí y me fui
a la cornisa. Si muero, y se ve muy bien ahora mismo, es mi propia culpa.
Vuelvo a cerrar los ojos. Lo siento mucho, Claudia. Pedí demasiado y mira a dónde me llevó.
Estaba tan condenadamente sola...
Incluso con los ojos cerrados, puedo sentir que el aire a mi alrededor se mueve. Hay un
aliento caliente contra mi piel y abro los ojos sólo para ver que el dragón ha movido su
cabeza hacia abajo y está vagando sobre mí, su hocico a centímetros de tocar mi piel.
Silencio un grito, porque en este punto de vista, puedo ver los largos y blancos colmillos
que sobresalen de sus labios. Sus escamas están manchadas de sangre a lo largo de su
mandíbula y garganta. Oh, Dios.
Necesito detener esto. Necesito ser fuerte. Los dragones son criaturas que se alimentan de
presas, y los humanos han sido presas demasiadas veces. Levanto mi barbilla, tratando de
hacer lo mejor para parecer desafiante. A pesar de mis esfuerzos por ser valiente, mi cuerpo
empieza a temblar como si hubiera un terremoto en mi vientre. No puedo dejar de temblar
de miedo total y absoluto mientras la cabeza del dragón se mueve sobre mí, oliendo.
Esto no se parece en nada a como se conocieron Kael y Claudia. ¿No se supone que es
amistoso? ¿Amoroso? ¿Cuidadoso? No veo nada de esto en el hocico ensangrentado que
tengo delante, sólo la muerte.
El hocico me toca brevemente y me estremezco hacia atrás. Trato de ver bien sus ojos.
Claudia me ha dicho que los ojos negros significan mucha emoción, y eso es algo malo
cuando se trata de dragones. Sus mentes pueden ser inestables y virar hacia la violencia.
Dorado como sus escamas significa que está tranquilo.
"¿Hola?" Susurro para llamar su atención. No puedo lograr sonar tan valiente como quiero
serlo.
Su cabeza se inclina y un gran ojo giratorio se centra en mí.
Es genial. Sus ojos son negros y dorados a partes iguales, girando juntos. No sé qué se
supone que significa eso. Ojalá Claudia estuviera aquí para interpretar. Por supuesto, si lo
estuviera, yo no estaría en este lío. Una risa histérica burbujea en mi garganta y me pongo
una mano en la boca, tratando de tragármela.

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Me estudia un momento más, y luego su nariz se arrastra sobre mi estómago. El aliento del
dragón se insufla en mi vestido, y luego baja un poco más, las fosas nasales rozan mis
caderas y luego se mueve hacia la depresión entre mis muslos.
Me congelo. Él no está...
El dragón coloca su hocico directamente contra mi coño e inspira profundamente, como si
memorizara mi olor a través de mi vestido.
¡Lo está haciendo! Indignada, un sonido sin palabras escapa de mi garganta y no puedo
evitarlo, le aparto la nariz con fuerza. "¡No te atrevas!"
Hay un gruñido bajo y amenazador, y esa es toda la advertencia que recibo antes de que el
dragón agarre un puñado de mi vestido, lo huela de nuevo, y luego lo arranque de mi cuerpo
como si estuviera desenvolviendo un regalo.
Hago otro sonido de ira en mi garganta. Mi miedo se está alejando hacia otra cosa: el ultraje.
¿Quién se cree que es? Los vestidos son preciosos en el Después, y Claudia me regaló este
por mi cumpleaños. "Si vas a comerme, hazlo", le siseo, furiosa mientras abofeteo las garras
que descienden hacia mí otra vez. "No juegues conmigo así. ¡Sólo mátame y termina con
esto!"
¿Sus ojos brillan con algo de... reconocimiento? La mano con la garra alcanza mi cuerpo
casi desnudo una vez más, y noto que hay un poco de material grisáceo atado sobre una
garra, como si se hubiera atado una cinta en el dedo para no olvidar. Es la cosa más
absurda, y parece completamente fuera de lugar en el feroz dragón. Cuando acerca sus
garras, no puedo evitar mirar ese pequeño trozo de tela mientras se acerca a mí.
No. No permitiré esto. Sé que he estado protegida por Claudia, pero este ultraje es tan malo
como los horribles hombres de Fort Dallas. ¿Tocando y rasgando mi ropa? ¿Por qué imaginé
que un hombre-dragón sería mejor que un hombre humano? "Eres un monstruo como el
resto de ellos", le digo, empujando su pata con garras cuando se acerca a mí otra vez. Es
como un juego para él, pero yo no estoy jugando.
Al diablo con esto.
Los ojos del dragón giran de nuevo, más dorados que negros, y de repente, ya no es un
dragón. Es un hombre, agachado a mi lado en el hormigón.
Inspiro un poco al verlo, porque salpicado de sangre, con ojos salvajes, pelo loco y desnudo,
sigue siendo la cosa más hermosa que he visto en mi vida. Es mucho más salvaje y feroz
que Kael o Dakh o cualquier otro hombre-dragón que haya visto. Su pelo parece más grueso
que el de ellos, y es tan grueso que parece una capa dorada a su espalda, y es tan grueso
que tiene un halo en su cabeza como si fuera un ángel de una de las viejas vidrieras. Sus
rasgos son fuertes y orgullosos, sus cejas y nariz pronunciadas como si estuvieran
esculpidas en una piedra dura. Su cuerpo es enorme, más alto que el de cualquier hombre
humano que haya visto, pero de alguna manera delgado, con garras aterradoramente largas
que inclinan cada dedo. La mancha en su piel es débil en su pecho y más profunda en sus
brazos, que tienen largas púas a lo largo de sus codos, que recuerdan a sus alas. Su pecho
está tenso por los músculos, y noto que cuando se inclina, hay un extraño patrón pálido en
su cuello. Me lleva un momento darme cuenta de que son cicatrices.

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El hombre-dragón mira mi cuerpo con fascinación, y yo le miro, igualmente sorprendida.
Está... está realmente desnudo y muy excitado. Y oh Dios mío. He visto penes antes. Crecí
en Fort Dallas, que no era el más privado de los lugares. Pero nunca había visto uno tan
dorado... y tan erecto. Tampoco hay pelo corporal que esconda nada, y parece enorme. Mis
muslos se tensan automáticamente.
Me mira con ojos feroces, sus labios se curvan en una casi sonrisa, y luego agarra una de
mis manos y la fija al cemento, sobre mi cabeza.
Mi aterrorizado jadeo resuena entre nosotros. ¿Qué es lo que hace?
El hombre-dragón se inclina sobre mí e inspira profundamente, inhalando mi olor de una
manera que me hace sentir... extraña. No sé qué pensar de cómo actúa, sólo que me hace
sentir nerviosa y desconcertada. Aterrorizada y no, al mismo tiempo. Esto es extraño.
"¿Hablas inglés?" Le pregunto. Sé que la respuesta es probablemente no, pero el silencio
entre nosotros está demasiado cargado para que me recueste y deje que me maneje y no
diga nada. "Déjame ir. Por favor"
Mantiene su mano con garras enroscada sobre mi muñeca y se inclina hacia delante. Esa
sensación de 'presa' me invade otra vez. Empujo la mano que me sujeta, y eso hace que sus
ojos brillen con un oro profundo y negro en los bordes. Absorbo un aliento, fascinada por
el pequeño cambio, y luego siento su peso asentarse sobre mis caderas, hasta que está
encima de mí.
Aunque llevo bragas, eso se siente demasiado íntimo. "¡No!" Lloro, asustada. Me levanto
contra él, tratando de empujarle, pero envía una ola de dolor a través de mi pierna mala y
sólo parece excitarlo más. Gruñe en su garganta, un sonido agradable, y pasa su cara por
mi hombro, su mano apretando mi brazo. Sus caderas empujan contra las mías, y puedo
sentir su polla descansando contra mis bragas, y me aterroriza el momento en que me
separa las piernas. No sé qué hacer. Indefensa y frustrada, me sacudo las piernas de nuevo
para patearlo...
Y casi me desmayo por el dolor que me envía a través de mi pierna mala.
Me quedo quieta, tratando de respirar a través de la agonía. Sé que pasará. Sólo tengo que
esperar a que disminuya. Cierro los ojos, tratando de cerrar para protegerme mentalmente,
y mientras el dolor se va, me doy cuenta de algo curioso.
El hombre-dragón que está encima de mí no se mueve.
Deslizo mis ojos abiertos, mirándolo de nuevo. Todavía está encima de mí, pero la mirada
de feroz necesidad y placer en su cara se ha ido. Ha sido reemplazada por la confusión... y
la frustración. Me empuja de nuevo al brazo, como si me desafiara a luchar con él, y luego
mira mi cara.
Entonces me doy cuenta. Quiere que luche con él. Eso le excita.
Me obligo a quedarme completamente quieta, tomando sólo pequeñas respiraciones
superficiales y evitando el contacto visual. En cambio, miro la mano enroscada sobre mi
muñeca. La piel dorada, el calor de él que se siente tan ardiente como para dejar marcas

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rojizas en mi carne. Las garras demasiado largas que parecen peligrosas y curiosas a la vez.
Trato de recordar si las de Kael eran tan largas, y se siente extraño comparar este hombre-
dragón con el de mi hermana. No se parecen en nada. Kael es completamente devoto de mi
hermana.
Y este... no sé qué pensar.
Gruñe bajo, y el sonido es de enojo. Irritado. Frustrado. Continúo ignorándole, tratando de
calmarme, de relajarme. No necesito mostrar nada que le haga pensar que quiero atacar.
Así que espero. Y espero.
Con un sonido de frustración, se lanza lejos de mí, a unos pasos de distancia.
Miro por encima, apenas me atrevo a respirar. ¿Me... me está dejando? Pero sólo se mueve
hacia adelante y hacia atrás, cerrando y abriendo los puños una y otra vez como si no
supiera qué hacer. Su pelo se ondula detrás de él como una cortina desordenada, y se ve
tan extrañamente hermoso como amenazante. Pienso en las cicatrices blancas de su
cuello... y luego en la forma en que asesinó a mi dragón. Trago con fuerza. No puedo
permitirme pensar que es atractivo. No cuando puede quebrarme tan fácilmente como le
quebró el cuello a otro dragón.
El hombre-dragón gruñe y me mira de nuevo.
Me congelo en el lugar, mordiendo un gemido de miedo mientras nuestros ojos se traban.
Estoy medio esperando que vuelva a mi lado y me arranque el resto de mi ropa, o que se
ponga encima de mí una vez más y termine lo que empezó. Cuando él se acerca a mí, yo me
estremezco, levantando una mano a mi cara.
Eso lo detiene. Me mira y podría jurar que la expresión de su rostro es de shock. Se fue tan
rápido como le pasó por la cara, pero un momento después, toma los restos de mi vestido
del tejado y entierra su rostro en él, respirando mi aroma. Se queda así tanto tiempo que
me pregunto si está respirando.
Levanta la cabeza un momento después, y sus ojos son de oro puro. Hay una mirada de
soledad tan intensa en su rostro que parece como si me estuviera apuñalando en el corazón.
Oh... Conozco esa mirada. Conozco muy bien esa mirada.
Quiero decirle algo. Comunicarme con él de alguna manera. Aunque seamos enemigos,
siento pena por él.
Entonces su mirada se vuelve a mí y sus ojos se vuelven a poner negros. Me baja el vestido
y creo que se le va a caer, pero en vez de eso, se lo envuelve alrededor de la polla. Sus
caderas se adelantan y su boca se aplana. Gruñe, y un momento después, me doy cuenta
de lo que está haciendo.
Está... apareando mi vestido. Y lo hace con una mirada tan acusadora y desafiante en su
orgullosa cara que no sé qué pensar...
Aparte de que sospecho que mi hermana no me dijo toda la verdad sobre su primer
encuentro con Kael.

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Capítulo 5
RAST
ELLA SE SIENTE ATERRORIZADA de mí.
Es insoportable, este miedo que tiene. Pensar que he encontrado a mi pareja después de
tanto tiempo, sólo para encontrarla tan llena de miedo que no cambia a la forma de batalla.
Enfadado, meto mi polla en la suave piel que lleva su olor, pero no es lo mismo que tocarla.
No es lo mismo en absoluto, y por la expresión de su cara, no está contenta con mis
acciones. Esto lo hace aún peor, y estoy tan lleno de necesidad y frustración que quiero
gritar con ella.
Quemar algo.
Destruir.
Agito mi cabeza, tratando de eliminar esos pensamientos de mi mente. Debo concentrarme
en mi pareja. Ella es todo lo que importa ahora. No hay necesidad de quemar o destruir. No
en este momento. No hay ninguna guerra que pelear. Hasta que me llamen de nuevo para...
¿Para qué? Busco una respuesta y no tengo ninguna. Mi mente está demasiado llena de
humo y neblina. Vuelvo a bombear mi polla en su suave piel desprendida, pero el aroma de
su miedo impregna el viento a nuestro alrededor, y es imposible mantener mi erección. No
cuando ella me mira con los labios separados por el shock, con los ojos abiertos de par en
par.
Desafiarme es lo último que tiene en mente en este momento.
Arrojo a un lado la piel con asco, mi polla flácida. Si mi compañera no me quiere, debo
pensar en otra forma de atraerla a la batalla. Debe desafiarme para que pueda conquistarla.
Ninguna hembra Drakoni se permitirá tomar una pareja a menos que haya sido
conquistada primero. Mi necesidad de ella me roe la mente, pero trato de mantenerme
concentrado. Ella es mi pareja. Ella está aquí. Su olor está a mi alrededor y calmando mis
pensamientos. Necesito descifrarla, como cualquier otro rompecabezas. Desbloquear sus
secretos y hacer que se dé cuenta de que estoy aquí, su compañero. Que estoy esperando
que me desafíe, y que luego eso haga que cambie a la forma de batalla.
No la perderé de vista hasta entonces.
Me cambio a mi forma de batalla y me siento sobre mis ancas, mirándola.
La mejor manera de entender a un enemigo es observar sus acciones, y yo me conformo
con observarla.
La hembra permanece completamente quieta por algún tiempo, el único movimiento es el
de su pecho mientras respira. Ella me mira con amplios ojos marrones, pero no cambian
de color para indicar su estado de ánimo. No es necesario. Incluso desde aquí, puedo oler
su miedo. Amenaza con ahogar el dulce aroma de su cuerpo que flota en la brisa,
seduciéndome. Sin embargo, soy paciente. Mantengo mis sentidos alerta por si otro Drakoni

4. fire in his fury

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