El documento describe un viaje a Masai Mara, Kenia, donde los motociclistas visitan un campamento de lujo y van de safari en moto para observar animales salvajes como jirafas, elefantes y búfalos. Una de las motos sufre una avería cuando una piedra perfora su cárter, pero es reparada en el campamento con la ayuda de amigos. Los viajeros disfrutan de la hospitalidad masai y la naturaleza durante tres días antes de continuar su viaje hacia la India.

1. VIAJES Vuelta al Mundo en Moto
La Ruta de los Exploradores Olvidados (VII) Kenya
Masai Mara, un
Safari en moto
Una de las cosas que más nos gustaría hacer aquí en Kenia, es ir a un Safari,
pero las cosas no son tan sencillas, o si? Estábamos en Nairobi con un buen
amigo, Topo Pañeda que nos invitó a hacernos de Cicerone en una fiesta
benéfica que organizaba una empresa española de safaris.
Alicia Sornosa
Ni cortos ni perezosos, nos subimos en el 4x4 de Topo y sali-
mos a recorrer las calles keniatas de la capital. En menos de La pista y la lluvia
una hora estábamos llegando a una bonita casa llena de niños, Para llegar a Mara hay que conducir unos 70 km por una dura
con música en directo de una colombiana y comiendo tortilla de pista. Dejé las maletas en el coche de Raúl y comenzamos a
patata. En la cola de las pizzas, un tipo alto, moreno, y con barba tragar piedras, agujeros, tierra y más piedras, el traqueteo es
poblada se acerca a Miquel y se pone a hablar con él. Resulta que insoportable, pero después de la pista de Moyale, esto está
ha reconocido su camiseta, se está leyendo su libro «Un Millón superado. Los Continental TKC 80, unos neumáticos de trail,
de Piedras» y, hablando y hablando, resultó que Raúl y Cristina son perfectos para estos menesteres aunque, todo hay que
tienen un campamento de lujo en Masai Mara estrenado hace decirlo, por asfalto no van nada mal. Tras las piedras llegó el
seis meses. Nos invitaron a pasar unos días allí. barro, vemos los primeros animales en los lados. Gacelas de
todo tipo pastan cerca de nuestras motos y los monos se alejan
asustados por el ruido de la imponente BMW, Atrevida, de Miquel.
Llegada a Massai Mara Las nubes comienzan a aparecer en la lejanía y amenazan con
lluvia. Hemos de darnos prisa. Como se ponga a llover el barri-
Con las motos un poco más ligeras de equipaje nos dispusimos zal de este suelo de arena blanca con piedras va a ser como
a hacer unos 250 km. Quedamos con Topo y Raúl por la mañana, conducir sobre la arcilla. De pronto, el coche de Raúl toma otra
Topo haría el camino en una Suzuki de 250 c.c. junto con Atrevida dirección, esta vez campo a través, así atajamos para llegar a su
(BMW 1200 GS) y Descubierta (BMW F 650 GS). Raúl iría en un campamento. La conducción sobre hierba mojada resulta muy
coche, un Land Cruiser, con carga para el campamento. Salir de divertida, sobretodo con mi BMW, que pesa menos que la de
Nairobi es complicado, pero el ánimo que teníamos hacía que Miquel, aunque el que disfruta de lo lindo es Topo y su pequeña
serpenteáramos entre el tráfico como colegiales en bicicleta. A Suzuki, se mueve como una lagartija.
las dos horas llegamos a el gran puerto desde el que se ve el valle A lo lejos oímos unos cánticos, y vislumbramos colores rojos,
del Rift, una enorme llanura que cruza de lado a lado nuestras es la entrada a Enkerende, el campamento de Cristina y Raúl. La
miradas. La subida es muy empinada, con el asfalto ondulado entrada es apoteósica. Los masai nos reciben con sus cánticos,
por el peso de los gigantescos camiones que circulan por él. saltos y gritos, a la vez que nos enseñan sus lanzas y nos invitan a
Bajamos el puerto y llegamos a una larga recta con un asfalto tomar un refrigerio junto con una toalla húmeda para limpiarnos.
casi recién puesto, llevábamos tres horas de camino. Al final Esto es el paraíso. Y es cierto, este campamento es mejor que
de la recta, un pequeño cruce lleno de señales de Masai Mara el de Memorias de África. Tiendas amplias con vistas al río Mara
(señales de Lodgs y Camps) hacía que el corazón nos latiera desde donde se oyen los hipopótamos subir y bajar expulsando
deprisa, la llanura había tomado posesión del paisaje. el agua por su nariz. Una ducha relajante en la tienda de cada
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2. VIAJES Vuelta al Mundo en Moto
uno que se adorna con maderas y candiles, con telas masai. Comodidad y lujo
en medio de África, es simplemente de película. Los dos perros de Enkerende, barro del día anterior, duro como una piedra, acumulado entre la tapa del cár-
nos reciben acompañan en el paseo que damos para visitar el Tented Camp. ter y la protección había hecho de palanca y agujereado esa pieza. Pero esto
Maravilloso, no tenía palabras y eso que lo bueno estaba por llegar. es coser y cantar, y en unas horas la moto estaba andando perfectamente.
Gracias a Topo Pañeda por su material, a David por sus manos y maña, y a Raúl
De safari con las motos por hacer de jinete cuando no podía más.
Rumbo a la India
Al día siguiente y tras escuchar la lluvia toda la noche, damos un paso con
uno de los masai, David y el siempre vigilante Ranger. Podemos ver, casi tocar
las gacelas, los antílopes, las jirafas y los elefantes, incluso llegamos a ver una Tres días fueron los que pasamos en Enkerende, disfrutando de motos y
tortuga de unos 40 años. David explica cada planta, cada huella, estoy disfru- conducción y de la compañía y amistad de Raúl y Topo. Pero todo lo bueno se
tando de lo lindo. Pero lo mejor fue poder disfrutar de la llanura del Masai Mara acaba, y salimos hacia Nairobi con unas enormes nubes delante que prometían
con las motos. Pudimos acercarnos a los búfalos y las jirafas nos miraban con descargar sobre nuestra cabeza, cosa que sucedió en la entrada de la ciudad,
sus grandes ojos. Recorrer la hierba mojada, incluso encharcada en muchos ríos de agua cruzando el asfalto, un atasco monumental, trozos de carretera
lugares, con las motos ya sin peso extra ha sido disfrutar de lo lindo. Correr destrozada y un buen golpe, por ambos lados en mi moto, que gracias a las
al lado de una cebra, alucinar con la atenta mirada de los elefantes, e incluso maletas de que 2Tmoto montó a Descubierta, se quedó sólo en un susto. Ago-
parar para hacer fotos con los animales al lado ha sido increíble. Desde estas tados y llenos de sonidos salvajes de los hipopótamos, los monos, los elefantes,
páginas animo a todos los amantes de los animales, las motos o los coches caímos en lo brazos de Morfeo. Nuestra siguiente etapa, Asia.
a disfrutar de este lugar mágico, frente al río Mara donde la hospitalidad de Camino de Masai Mara, Para trasladar las motos decidimos que lo más económico desde Nairobi era
cristina y Raúl, la atención de los masai, sus pueblos con mercadillo, los colores nos cruzamos con jirafas, en avión. Buscamos una compañía de transporte y en Jungle Junction, la casa
de sus vestiduras y la estupenda compañía, han hecho que Kenia sea uno de hotel para overlanders regida por el alemán Chris, prepararon unas cajas de
los lugares más auténticos del viaje. Más info en www.enkerendesafaris.com.
antílopes y elefantes madera con las motos dentro. Las cajas son mínimas para pagar menos ya
que cuenta el espacio y el peso. Para ello se desmonta la rueda delantera, se
Otra piedra en mi camino baja el manillar, se quita el parabrisas delantero y se deshincha la trasera. Las
maletas a ambos lados, se fumiga la madera y listo, las motos en unos días
Una de las anécdotas que espero que no vuelvan a suceder más es la segunda estarían esperando en el aeropuerto de Bombay y allí en Goa buscaríamos a
rotura, por culpa de una piedra, del cárter de la BMW. Un pequeño golpe ines- otro de los exploradores españoles Olvidados, S. Francisco Javier, un jesuita
perado al cruzar una pista de barro hizo que cuando parábamos a hacer fotos español que viajó con los portugueses a una de las ciudades cristianas con
a las jirafas viésemos que de nuevo, perdía aceite por debajo. Como ya se más sabor portugués fuera de Europa, Panjim.
«operar» este tipo de lesiones y llevo una lata de aceite por si acaso, rellené
y llegamos a Enkerende. Allí, con la ayuda de Topo y David, uno de los masai,
vaciamos el cárter, lo desmontamos, pusimos masilla en el pequeño agujero,
lijamos, esperamos y volvimos a montar y rellenar. Nos dimos cuenta que el
Como está Descubierta
He preguntado a mi moto, Descubierta, una BMW F650 GS, que cómo lleva el
camino. Por ahora, ha pasado por el quirófano debido a que he tenido que bajar
la suspensión y la tija delantera, que unido a su «low size» (este modelo como
en otros la marca alemana vende un modelo más «bajito») ha permitido que
llegue bien al suelo, pero que esté muy cerca de las piedras picudas del camino.
Por eso se agujereó el cárter y fue reparada en Jungle Junction. En Nairobi
los masai pasó su segunda revisión y tan sólo hubo que cambiar el líquido de frenos y
El colorido de
olvidable el
los filtros. Me dice que no le duele nada, que el corazón le late perfectamente.
xxx convirtió en in Es verdad, su motor suena de bien como el primer día. Las suspensiones, yo
paso por Kenia temía por ellas debido al peso extra que carga (unos 90 kilos más 50 míos), ni
chirrían ni han reventado pese a la cantidad de baches, agujeros y todo tipo
de vibraciones que soportan por estos andurriales. La parte electrónica va
como un reloj, nunca mejor dicho, sin un fallo de ningún tipo. Vamos, que quien
piense que esta moto, la pequeña de las GS es simplemente apariencia, se
equivoca. El tren de arrastre está perfecto y sólo me he tenido que ocupar de
limpiar y engrasar la cadena de vez en cuando. Por lo que me dice, Descubierta,
la alemana viajera, está perfectamente de salud.
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