El documento habla sobre la importancia de los libros. En 3 oraciones resume que los libros son instrumentos creados por el cuerpo y el alma que desarrollan mentes y guardan historias del pasado para no olvidar. Además, los libros tienen la intención de cambiar el mundo y transformar mentes hacia un futuro mejor. Finalmente, el documento concluye que los libros son hijos del cerebro y merecen ser queridos y cuidados al igual que los hijos.
1. UNIVERSIDAD DE NARIÑO
LECTURA Y PRODUCCION DE TEXTOS II
TEXTO DE REFERENCIA: El libro – Jorge Luís Borges
ESTUDIANTE: DANIELA CAROLINA DELGADO SOLIS
PRODUCCION TEXTUAL INDIVIDUAL
1. LOS HIJOS DEL CEREBRO Y EL ESPÍRITU
En el mundo encontramos miles y miles de cosas que transforman la vida del
hombre, que le facilitan la vida y lo hacen desarrollarse, crecer y evolucionar.
Cosas como aparatos tecnológicos, descubrimientos científicos, que cumplen
con esta función. Gracias a ellas, con el tiempo nos hemos olvidado de algo un
poco más pequeño, pero no menos importante, un instrumento, que desarrolla
mentes, crea mundos, guarda historias y memorias de tiempos pasados que
nos sirven para no olvidar que siempre habrá un pasado, que es el hoy,
mañana.
Aquellos instrumentos creados por el cuerpo y redactados por el alma son los
libros. Pequeños, grandes, cortos o largos, todos tienen una parte del escritor,
todos llevan intrínseco entre sus páginas y entre cada letra la intención de ser
algo más que eso: letras, para cambiar el mundo, transformar mentes, y
evolucionar hacia un futuro mejor, donde la fantasía que existe en ellos sea la
realidad. Cambiar los papeles de ficción y verdad, es otra de sus miles
intenciones, las cuales se desarrollan en cada una de las páginas y envuelven
al lector de una manera tan compleja, que poco a poco, palabra a palabra, lo
incitan a seguir leyendo y hacer práctica de la irrealidad que ellos plantean, no
cometer los mismos errores de antes y si no es así, a informarte para ser más
culto.
Cuando hablo de la importancia del libro, siempre pienso en Adolfo Bioy
Casares, quien nos llena de amor a los libro cuando nos dice: “Creo que parte
de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros”, este es un muy bello
ejemplo de cómo los libros le dan un amplio sentido a la vida, porque no solo te
explican como es el mundo, sino que te enseña a vivir, a sentirlo, a probarlo,
pero sobre todo a aprovecharlo.
Duele mucho entonces pensar que no le demos el significado que ello tiene,
que sea un objeto más que esta en el mundo, pero que no tiene ninguna
utilidad que simplemente se usa para adornar un cuarto de estudio y para que
los vecinos digan que tiene una colección de libros, pero ¿de que sirve tenerlos
sino los aprovechamos? O más aún ¿de qué sirve que existan si no los
leemos?
En la antigüedad, mas exactamente en la edad media el consentimiento del
mundo era limitado, el pueblo del común no tenía derecho a conocer el mundo
y mucho menos a querer transformarlo. Y ¿qué hicieron los que querían tener
un pueblo ignorante? No escondieron las maquinas, no acabaron con la gente,
2. lo que hicieron fue prohibir los libros, las lecturas y las escrituras, por eso
muchos murieron con las palabras como corbata y los descubrimientos como
guillotina. Que lastima que no se les permitiera liberarse escribiendo, el único
consuelo que me queda es que con el tiempo esto ha cambiado. Recuerdo las
frases de uno de los personajes mas controversiales de todos los tiempos:
Sigmund Freid, quien con las frases elocuentes despertaba la envidia de
muchos, la admiración de pocos pero sobre todo incitaba en las mentes de
una revolución de pensamientos, el nos dijo: “estamos progresando. En la edad
media me habrían quemado y ahora se conforman con quemar mis libros”, lo
que me lleva a pensar si es que nos quitan el derecho a conocer o somos
nosotros los que no queremos hacerlo, espero que sea que no lo permiten ya
que como no lo dice Ray Bradbury: “Hay peores cosas que quemar libros, una
de ellas es no leerlos”.
Por otro lado y teniendo en cuenta algunas de las concepciones del famoso
escritor Jorge Luís Borges, en el texto que titulo EL LIBRO. Me atrevo a reiterar
que su propuesta sobre el libro, su relato expone muchas características, el
habla un poco de la historia de éste con respecto a la importancia que ha
tomado en cada época, pero lo que me llama más la atención es a quien
atribuye la creación del libro, el nos dice que es el espíritu, esto captó mi
interés, porque me lleva a cuestionarme ¿Qué es el espíritu? ¿Qué es la
expresión de éste? Y ¿Por qué es tan importante para la creación de un buen
libro?; primero, diría que como le podré atribuir algo real, o algo que podamos
tocar, así como algo subjetivo; simplemente podría decir que cuando hablamos
con el espíritu, lo hacemos con el corazón, dejamos que todo fluya y nos
permitimos a nosotros mimos expresar nuestros deseos más intensos.
Entonces el espíritu somos nosotros, sin tapujos, sin limitantes y sin miedos. El
espíritu de otra forma es el “yo libre”, el “yo reprimido” que expresa
espontáneamente nuestros deseos mas grandes, este nos permite ser uno con
el mundo y plasmar lo que sentimos, al ver lo que tenemos de una gran manera
tan personal que nuestra forma de escribir.
Hacer cosas mágicas que con el mundo y directamente con las personas que
leen lo que hemos escrito para ellos, pero lo más bello de esto, es que te da
una personalidad, una identidad, un estilo que reconocería cualquier persona
que halla leído con anterioridad un texto del mismo autor.
Recuerdo en este momento una frase que explica de una manera muy bella
como gracias al libro se transforma y se cree en el mundo, cierto día André
Maurois dijo: la lectura de un buen libro es un dialogo incesante en que el libro
habla y el alma contesta. Que bello es saber que por medio de la lectura
interactuamos con nuestra alma y que ella se expresa, es por eso que somos
tan felices al leer o escribir y es por eso que nos sentimos tan satisfechos de
existir.
Simplemente quiero terminar diciendo que los libros son hijos del cerebro y que
se quiere y cuida más en esta vida sino a los hijos.