Lectura crítica: habilidades y estructura

I.E JESÚS LEÓN GUERERO. AVENTURA Y EXPLORACIÓN POR LOS CAMINOS DE LA LECTURA.
UNIDAD 3. LECTURA CRÍTICA
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CURSO VIRTUAL DE COMPRENSIÓN LECTORA: AVENTURA Y
EXPLORACIÓN POR LOS CAMINOS DE LA LECTURA
Unidad 3: Lectura crítica
DOCENTE TUTOR: ELKIN FABIAN RIVERO PICO

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CONTENIDOS
Pág.
PRESENTACIÓN 3
La lectura como deber; la necesidad de comprender lo leído 3
Porqué debemos formar lectores críticos 4
Del papel a los ordenadores 5
1. CONCEPTUALICEMOS. ¿QUÉ ES LA LECTURA CRÍTICA? 6
2. ESTRUCTURA PARA UNA LECTURA CRÍTICA. 8
2.1 Hallar la Intencionalidad del autor 8
2.2 Consideración contextual del texto 8
2.3 Inferencia Proposicional. 9
2.4 Cuestione y compare con otros textos. 10
2.5 Evaluar las fuentes. 10
2.6 Modelar la estructura. 11
3. EXPRESAR JUICIOS Y TOMAR UNA POSTURA. 12
BIBLIOGRAFÍA

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PRESENTACIÓN
La lectura como deber; la necesidad de comprender lo leído.
Desde que iniciamos nuestra vida escolar, los libros están de una u otra manera
presente. Ellos, han acompañado la humanidad a lo largo de los siglos, porque
somos nosotros los seres humanos sus progenitores. Las mentes más brillantes
de la historia no han podido prescindir de la lectura y han encontrado en ella la
herramienta más poderosa para dejarnos su legado, sus conocimientos, sus
descubrimientos, su mirada del mundo que les tocó vivir, las historias que
imaginaron, los sucesos que presenciaron, los caminos que anduvieron y mucho
más. En fin, han sido los libros y por ende la lectura, esa proeza humana
significativa que ha permitido comunicarnos con el pasado, conocer el presente
e incluso mirar hacia el futuro.
Así pues, cuando los sumerios inventaron el maravilloso mundo de la escritura,
y al mismo tiempo nació la lectura, se transformó en esa necesidad que
fundamentalmente nos atañe como maestros de la enseñanza; mostrar el camino
a nuestros estudiantes para que puedan descodificar en las letras, el
conocimiento y los secretos de la humanidad guardados en las páginas de un
libro. No me cansaré de repetirlo, leer abre las puertas al conocimiento, a la
sabiduría, pero no basta con pronunciar fonéticamente de una manera correcta,
leer compresivamente es el mayor reto y ser críticos en este arte aún mejor.
Hablar entonces de nuestro deber lector en una cultura como la nuestra, donde
definitivamente es una actividad que más bien poca acogida tiene, o que se
encuentra dentro de las ultimas posibilidades para divertirnos, requiere sin duda
un trabajo arduo. Y cuando hablo de trabajo arduo no solo está en la voluntad

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de cada uno de nosotros como docentes, que bien a nuestro paso por la academia
entendimos, o al menos algo se nos quedó sobre esa imperiosa necesidad de
leer, pero de leer comprensivamente; sino también en formar excelsos lectores
y de otra manera verdaderos transformadores de conocimiento y autodidactas.
Seguro el trabajo arduo y más importante está en las nuevas generaciones de
escolares, en saber aprovechar las nuevas tendencias surgidas gracias a los
avances de la tecnología y las comunicaciones. Hay algo que como docentes
debemos entender; las generaciones de esta época si pueden leer pero seguro lo
harán de una forma diferente.
¿Por qué debemos formar lectores críticos?
Ya no es secreto que en este mundo o “aldea global” no solo es necesario
alfabetizar o como se afirmaba anteriormente; que los escolares pronuncian
letras, sílabas, frases, oraciones, párrafos y textos, sin muchas veces sin saber
que se está leyendo.
La lectura, desde hace varias generaciones, ha pasado a la necesidad que el
estudiante tome una postura frente a lo que lee, además de comprender muy
bien lo que lee, desde luego. El punto desde donde un lector puede ver el texto
puede variar y tener un mundo de posibilidades; es por eso que cien años de
soledad, para referirnos a un ejemplo, es para unos la historia de la familia Buen
Día, contada a través de las generaciones, y para otros no es más que la historia
de Colombia durante el último siglo; contada desde la perspectiva de García
Marques.
¿Pero dónde pueden surgir estas diferencias de las distintas interpretaciones de
esta novela? ¿Aureliano y los Buen Día representa la oligarquía colombiana?
La respuesta a estas preguntas está cuando interpretamos un texto de manera

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correcta y luego fundamentamos nuestros propios racionamientos, formulamos
hipótesis y finalmente decidimos cual será nuestra postura.
Quien sabe, tal vez el nobel colombiano nunca imaginó que estaba contando la
historia de Colombia durante el siglo XX o que los Buen Día eran el prototipo
de familia colombiana ligada a la oligarquía, o por lo contrario, representaban
el núcleo familiar típico y humilde de nuestra sociedad.
Todas esas posiciones y argumentos han surgido desde los lectores que de una
u otra manera han tomado diferentes juicios de valor, dando entonces como
resultado estas interpretaciones que esconde Cien años de soledad. Sin duda, y
para terminar de comprender el ejercicio crítico de leer, nos permite dudar de
lo quiso decir el escritor, entonces estamos frente a la posibilidad de comprobar
y formular nuestros propios conceptos. Por otra parte la importancia en
desarrollar habilidades críticas en los estudiantes se fundamenta en relación a
que los escolares están inmersos en una abundancia de información, donde es
necesario que seleccione lo verdaderamente pertinente y haga un lado la
“basura” informativa que circula en las redes. Desde un titular de prensa o
televisión, o una pintura, necesita un ojo crítico desde allí podemos entender
más la realidad que nos rodea.
Del papel a los ordenadores.
Hemos estado hablando a lo largo de este módulo para el curso de comprensión
lectora “Aventura y exploración por los caminos de la lectura, acerca de la
necesidad de comprender lo leído y ser unos lectores críticos. Ahora bien, el
libro si podemos decirlo de alguna manera, ha evolucionado y es preciso admitir
que las generaciones actuales leen diferente. Las nuevas tecnologías de la
información y las comunicaciones han revolucionado el mundo mágico de la

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lectura. Si bien es cierto, para muchos de nosotros un poco más clásicos, el libro
sigue siendo una herramienta fundamental en nuestro proceso lector y tener la
posibilidad de acariciar una cubierta y de respirar el aroma de sus hojas es algo
que no tiene precio, para quienes nos deleitamos en este estilo arcaico método
de leer. Existe sin duda, hoy un modelo virtual que desde luego debemos y más
aún si somos docentes tener en cuenta, sobre en todo en las nuevas generaciones
de educandos tan amantes de las herramientas virtuales. Las tabletas,
ordenadores, las redes sociales, los blogs y en fin, el internet con su cantidad de
posibilidades, ponen sobre la mesa nuevas tendencias para retomar el ejercicio
lector.
Y cuando se afirma que es necesario tener en cuenta la virtualidad nos referimos
a la capacidad de conectar estas herramientas tecnológicas con la lectura que
enriquezca su capacidad lectora-crítica. Así es que además, en el presente
módulo para el cursado de comprensión lectora, estaremos bastante
familiarizados con las herramientas tecnológicas en la medida que nuestro
contexto lo permita, para fundamentar una propuesta innovadora y que permita
a los cursantes proveerlos de herramientas que con la practica continua
estimulen y desarrollen mejor sus competencias lectoras.
1. CONCEPTUALICEMOS. ¿QUÉ ES LA LECTURA CRÍTICA?
"...Una historia tiene tantas versiones como lectores. Todo el mundo
toma lo que quiere o puede de ella y lo cambia a su medida. Algunos
eligen algunas partes y rechazan el resto, algunos estiran la historia a
través de su malla de prejuicio, algunos pintan con ella su propia
delicia”. John Steinbeck, El Invierno de Nuestro Disgusto (1961).

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Como bien afirma Jhon Steinbeck y parafraseando a nuestro contexto su
definición, acerca de la lectura crítica, es factible deducir que esta
habilidad lectora, además de disponer de un buen ejercicio de
comprensión inicial, nos exige la capacidad de realizar un examen,
mucho más minucioso y exhaustivo en el proceso lector, para luego poder
expresar nuestros propios contra argumentos o aseveraciones que
impliquen algún tipo de contradicción o posición frente a lo que ha dicho
el autor.
En síntesis, podemos definir a este nivel de lectura donde el estudiante
tiene la capacidad de valorar el texto y concebirlo como una realidad o
no. Desde luego, evidenciando para esta tarea una capacidad de análisis,
razonamiento y argumentación de alto calibre que pueda entenderse
como verdaderamente un lector crítico.
Y es que precisamente no podemos llegar a la lectura crítica si no hemos
hecho un buen trabajo de lectura literal e inferencial. Es básico e
importante conocer estos primeros niveles de lectura para llegar al
proceso crítico del texto. Recordemos estos niveles en la siguiente figura:

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Figura 1. Niveles de comprensión lectora
2. ESTRUCTURA PARA UNA LECTURA CRÍTICA.
El arte de “masticar libros” y desde luego, si deseamos tener la capacidad de
ser unos lectores críticos, nos exige un riguroso procedimiento y aplicación de
una serie de herramientas que como aprendices o como docentes es necesario
aplicar para gozar de un buen ejercicio crítico lector. En las herramientas o
subniveles que describiremos a continuación se señala fundamentalmente los
pasos a seguir para hacer una lectura crítica. Recordemos que para ello es
necesario tener suficientemente claros los niveles anteriores: literal e
inferencial (véase figura 1)
 2.1 Hallar la Intencionalidad del autor: Definir la intención del autor al
momento de comunicar lo expresado en el texto será nuestro primer
trabajo que nos atañe en el ejercicio de leer críticamente. El autor está
afirmando, o está negando, se está cuestionando, está planteando
hipótesis, que busca comunicar y como lo dice; en síntesis, de esta
manera podemos definir esta primera etapa del ejercicio crítico lector.
Aun no hay lugar para dar paso nuestras opiniones, tan solo estamos
examinando en realidad cual fue la intención real del autor para al
momento de plantear su obra.
 2.2 Consideración contextual del texto
Ser críticos en nuestro trabajo de leer debe ocupar desde luego un lugar
importante en este proceso. Los pensamientos, ideas, y en si el
conocimiento ha venido evolucionando a través de los siglos. Por tanto,
al momento de “masticar una lectura”, la habilidad del lector para
conocer la época, es decir el momento histórico, político y social en que
el autor escribió su obra debe estar a la orden del día. Será necesario,

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desde luego investigar su vida y no como una simple biografía, sino tratar
de escudriñar más allá; sus pasiones, sus inclinaciones político-sociales,
y momentos que han marcado o marcaron su existencia. Cualquier tipo
de información que podamos relacionar la época, el lugar con la obra nos
servirá de gran ayuda para este análisis.
La importancia de este subnivel radica entonces, principalmente, en que
de esta manera podemos marcar el camino de una idea mucho más global
del texto, nos abre las puertas para iniciar un escudriñamiento minucioso
de la obra y de lo que finalmente el autor quiso decir. El contexto
indiscutiblemente influye en el pensamiento del escritor y el lector debe
descifrarlo.
 2.3 Inferencia Proposicional.
“Las frases que componen un texto poseen diferente valor
estructural…los lectores no dan el mismo valor a todas las frases de un
texto. Algunas de ellas resultan más determinantes para la comprensión
del texto, reflejando mejor el sentido general de éste, mientras que
otras tienen un papel más secundario…Las distintas unidades poseen
mayor o menor importancia dependiendo el grado en que la
información que conllevan se refiera al tema central del texto.” M.
Vega (1990)
En la lectura inferencial se hace fundamental que el lector deduzca las
proposiciones más importantes de cada uno de los párrafos, pero ahora
se hace necesario reducir esas proposiciones a otras más importantes. Por
ejemplo, podemos reducir el anterior texto de Vega a la siguiente
proposición: Los lectores definen en un texto cuales ideas son más
importantes y cuales son secundarias.

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Precisamente en este punto la habilidad corresponde a tomar lo más
fundamental del texto aquellos argumentos que definitivamente son la
clave o la base simiente de todo el escrito. El lector entonces, para este
subnivel, recupera y establece una serie de Macro proposiciones que
configuran todo el sentido semántico y pragmático del texto.
 2.4 Cuestione y compare con otros textos.
No aceptar en un principio como dogmas de fe lo que ha dicho alguien
en un escrito, y más si éste se trata de algún tipo de ensayo o artículo de
opinión es una obligación de todo lector crítico. Para ello, podemos
comparar con otros escritores sobre el tema u otras fuentes que dispongan
de la misma o parecida información. Las macro proposiciones nos
ayudarán de manera más fácil en este trabajo.
Dudar de los textos constituye una construcción de más conocimiento.
Cuando cuestionamos y comparamos desde luego hallamos nueva
información que nos servirá para más adelante refutar el texto o apoyar
el mismo. ¿Por qué afirma esto? ¿Cómo lo afirma? ¿En qué momento
histórico lo afirma? Son preguntas que inicialmente podemos plantear en
el ejercicio crítico de cuestionar una lectura.
 2.5 Evaluar las fuentes.
Esta etapa dentro del proceso crítico del lector está bastante ligada al
anterior. Se ha separado para propiciar una explicación más objetiva y
detallada dentro de todo este proceso que hemos venido desarrollando.
Las fuentes constituyen una forma de evaluar que tan verídico o
comprobable es la información que nos brinda un texto.
Cuando escuchamos una noticia en la radio o la televisión, algunas veces
podemos tener nuestras preferencias en ciertos canales o ciertas emisoras.
Esto básicamente porque confiamos en su veracidad, es decir son fuentes

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informativas válidas para nosotros. En el trabajo crítico de la lectura
debemos tener la capacidad para evaluar y determinar de dónde y cómo
el autor afirma, niega o plantea hipótesis o argumentos en el texto. Desde
luego, esto permite considerar la información como un fundamento real
y no como simple “literatura” o peor aún “basura informativa”. Es así,
que las fuentes constituyen un paso gigante en la postura que iremos o
tomar, o en los juicios que luego consideraremos pertinentes al finalizar
todo el trabajo el trabajo de lectura crítica.
 2.6 Modelar la estructura.
“Las personas comprende las cosas y razonan sobre ellas empleando
modelos mentales…Un modelo mental es el conjunto de
representaciones que se emplea para extraer una conclusión sobre algo,
para ir más allá de la información dada”
A. Stanford (1990)
Ya hemos descrito desde diferentes perspectivas el trabajo crítico de leer.
Cabe precisar que seguramente existirán diferentes modelos o etapas para
este proceso, pero en realidad todo apunta hacia la misma meta.
Ahora bien, conviene para todo buen lector, desde el punto de vista
crítico, representar gráficamente la información que está analizando, no
solo para fines de retener la información, sino para comprender de
manera óptima y mejor el texto; y finalmente, prepararse para la etapa
donde deberá expresar su postura, conjeturas, hipótesis, análisis, contra
argumentos o valoraciones compartidas que dan el paso final al ejercicio
de lectura crítica.
Modelar la estructura no es más que la habilidad del lector, entonces para
encasillar aquellos conceptos a partir de la inferencia proposicional que
ha hecho anteriormente, y que hemos descrito en una anterior etapa. Para

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ello, lo más pertinente es usar mapas conceptuales, diagramas o
presentaciones donde se evidencie la conceptualización más
fundamental que ha hecho el lector de la obra.
Un ejemplo de ello lo podemos observar en la siguiente gráfica sobre el
ensayo: Teoría de las seis lecturas de Miguel de Zubiría.
Figura 2. Teoría de las seis lecturas: Miguel de Zubiría.
2. EXPRESAR JUICIOS Y TOMAR UNA POSTURA.
Hemos llegado quizá a la etapa o fase más importante de todo el proceso.
Ya hemos hecho todo el trabajo de comprensión que ha iniciado desde la

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lectura literal y hemos analizado minuciosamente el texto por las etapas
sugeridas dentro de ejercicio lector crítico.
Ahora nos compete realizar nuestros ejercicios de valor, tomar una
postura frente al mismo. Estamos o no en concordancia con sus
principales postulados y con lo que sugiere el texto. Es importante
clarificar en esta parte que resulta fundamental de igual manera
argumentar coherentemente frente a nuestra opinión que vayamos a
expresar; no sería justo con todo el trabajo que ya se ha realizado expresar
juicios frente a la obra o el texto sin ningún tipo de fundamento. Por ello,
ya hemos cuestionado la obra, se ha tomado en consideración su contexto
o momento histórico en que fue escrita, hemos analizado sus fuentes y
representado sus principales conceptos para una mejor aprehensión de la
misma.
Por lo tanto, será difícil expresar opiniones, valoraciones fuera de
contexto y que vayan en contravía de lo que es una lectura crítica.
Para este punto es totalmente recomendable que como lectores críticos
tomemos la herramienta del ensayo puesto que es la forma textual más
conveniente y útil para expresar nuestros juicios, argumentar nuestra
postura y defender o desaprobar el texto leído. Solo así, de esta manera
habremos concluido nuestro ejercicio de lectura crítica e iniciado el
camino hacia verdaderos lectores autodidactas.

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BIBLIOGRAFÍA
ASISTEN J. (2017). Tipos textuales de la educación virtual. Instituto latinoamericano de
profesionalización docente.
GARCIA ARETIO L. (2009). Las unidades didácticas. Bened.
CHARLES T. M. STEPHEN S. S. (1997) Mangrum-Strichart Learning Resources.
Recuperado de: https://www.how-to-study.com/about-us.asp
ZUBIRIA DE M. (1996) Teoría de las seis Lecturas Tomo Uno. Bogotá: Fundación Alberto
Merani. Fondo de Publicaciones.

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