1. “Corriendo el riesgo de sonar pretencioso”
Ricardo otero, amante de los comics y el metal
Con cabello liso, negro azabache, ojos
visiblemente cansados, con un intento por
vocalizar lo mejor posible, Ricardo Otero,
comunicador social de profesión, fotógrafo y
desarrollador de contenidos audiovisuales,
habla con tono pretencioso sobre lo diferente
que es su trabajo de los demás.
Nacido el 11 de octubre de 1988. Recuerda
ser un niño feliz, amante de los comics, las
figuras de acción y las películas, le
sorprendía ver tanta magia, concebirse en
un recuadro. El súper héroe que más
admira, Batman, “por la determinación
absoluta al sentido de justicia y sacrificio
más allá del beneficio personal o
recompensas banales, un entendimiento del
oscuro escenario que es el mundo y las
drásticas acciones que requiere”
Es notorio que la silla le incomoda, se retuerce, se encorva mientras continua.
Estas preferencias no han cambiado mucho, han ayudado a construir sus
imaginarios fotográficos. Ya no quiere ser el espectador, desea ser el creador,
deslumbrante, mostrar lo maravilloso de la realidad, equilibrando estratégicamente
luces y colores.
“somos una suma de todas las experiencias que todos los seres que nos rodean,
ofrecen y moldean nuestra personalidad” Le apasiona viajar. Con sus amigos
hacen largas caminatas para acampar, huyen a otras ciudades explorando el
mundo banal. Mientras tanto en Cúcuta reuniones que incluyen cerveza, rock o
metal, un bar, el porche de uno de sus amigos, o una buena película.
Sigue fumando, su contextura delgada, el deterioro y el tono amarillezco de sus
dientes, demuestran la anterioridad de la práctica. Toma un sorbo de su bebida,
ríe un poco, e intenta hablar de él “Corriendo el riesgo de sonar pretencioso, la
diferencia entre mi trabajo y demás colegas radica sencillamente en mi preferencia
por el absoluto respeto a la naturalidad de la imagen obtenida de los diferentes
entornos”
2. ‘Las huellas del diablo’ un documental que relata acontecimientos oriundos de
cacota, un municipio ubicado en el sur-occidente de norte de Santander, sostenido
por la producción agrícola de su población.
Otero se encargó de mostrar con una pulcra
narrativa visual la tradición oral Cacoteña.
Con miraba baja, comenta lo que la hace
diferente, sus tradiciones, lo que la hace un
lugar detenido en el tiempo, lleno de
amabilidad, paz y tranquilidad.
Parpadea de más, toca su cabello
asiduamente, se asegura de usar un
lenguaje bastante técnico, un poco
egocéntrico, poetiza sus palabras, bromea
con amigos destacando sus debilidades,
este es Ricardo Otero, sigue siendo el
pequeño que jugaba con una figura de
acción del lobo del aire, solo que ha
cambiado su juguete por una cámara
fotográfica.
Tahilaiveth Vera López 97012603910
Kevin Carrascal 1090480410