Otro apunte más que aporta a conocer la necesidad de la utilización de Software Libre, para ejercer nuestra soberanía personal, comunitaria y nacional.
1. Apuntes de Software Libre
Nuevas Tecnologías de la Información y la Conectividad
Año 2015 – Apunte 8
¿Qué es “crackear”? ¿el “crack”? ¿un crack
informático? ¿crackear un programa?.
“To crack” es un verbo del idioma inglés que
quiere decir “romper”.
Si nosotros queremos comprar un programa o
sistema operativo “legal”, propietario o de código
cerrado (si prefieren llamarlo así), cuesta bastante
dinero.
Sin embargo podemos “encontrarlo en el
mercado”, a muy bajo costo “crackeado”.
Es decir: a la copia original (legal) “se le ha roto
-cambiado- la contraseña de instalación” y se le ha
colocado “otra”, llamada crack. Por lo tanto esa
copia es “muy barata”.
De hecho hay comercios y ferias francas, donde
podemos conseguir casi cualquier programa
crackeado (aquí en Argentina).
Entre los archivos adjuntos de la copia que
compramos, habrá uno en formato texto, que nos
dará la “contraseña de instalación”.
Esta práctica generalizada es común y el software
adquirido es llamado “pirata”.
Más allá de las interpretaciones legales -que son
ajenas al espíritu de estos apuntes- la pregunta es:
“¿a quién le sirve una copia crackeada?”.
La primera respuesta es “creer que a nosotros”. Y
en alguna medida es cierto.
Pero fundamentalmente “le sirve” a la empresa
creadora del software, que “en parte y
aparentemente” le han sido hurtados sus derechos
de propiedad, al cambiarle la contraseña de
instalación del programa, para venderlo en el
llamado mercado negro.
Seguramente más de un lector de este apunte,
usuario de windows, verá a la derecha y abajo de
su monitor, que lleva la leyenda “esta copia de
windows no es original”.
Sin embargo el propietario del programa sigue
siendo la empresa que lo creó “que aun domina su
propio programa”, más, sabe que la copia que
usted usa no es original, se lo está diciendo
continuamente y por escrito en la leyenda de su
monitor.
A pesar de eso “no lo sabotea”, permite que usted
la use.
Aquí se impone otra pregunta: ¿es gratuito ese
permiso?. No, por supuesto que no. Nada en
software propietario de computación,
aparentemente gratuito, o de bajo costo lo es.
Nada, incluyendo los servicios de mail y/o
cualquier otro de las redes sociales.
Incluso cuando “ya hemos pagado legalmente
nuestro software propietario”, lo seguiremos
pagando. Porque hemos abonado por un software
del que “no somos propietarios” solo tenemos un
contrato de licencia de uso (sucede lo mismo
cuando el programa es uno crackeado ¿notaron
que firman un contrato, al aceptar un texto que
generalmente no leemos?).
El código fuente del programa nos permite hacer,
eso para lo cual lo instalamos, pero... “a la
empresa propietaria de ese código fuente cerrado,
también...” le permite hacer todo lo que quiera con
la información que le entregamos diariamente.
Nada es inocente en el mundo del software y
mucho, muchísimo menos, cuando es propietario,
corporativo y con código cerrado.
Las corporaciones disponen y comercializan los
datos de tendencias comerciales o políticas, por
zonas geográficas y niveles sociales. Las
aspiraciones, deseos, relaciones, compromisos,
opiniones... toda la información personal, o de la
comunidad a la que pertenecemos.
La soberanía de un país, los secretos
diplomáticos... y más, mucho más.
En el diario argentino Página 12, del miércoles 10
de junio de éste 2105, se publica un artículo
titulado “Lo que cambió después del
megaespionaje”, que termina así: “No hay
ninguna duda de que, en este preciso momento
en que usted, lector, llega a estas líneas a través
de una página de Internet, alguien, en algún
lado, sabe que usted las está leyendo.”.
Recomiendo la lectura completa del artículo, este
es el enlace a la fuente:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-
274557-2015-06-10.html
Pensando en próximo apunte: ¿como se
comportan los paquetes de programas office,
propietarios que usamos en las empresas?.