LA FORMACIÓN MORAL EN LA EDUCACIÓN MEXICANA BELEGUI TUFIÑO AVILA

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Belegui Tufiño Avila
Ética, sociedad y familia
La formación moral en la educación mexicana.

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INDICE:
INTRODUCCIÓN……………………………………………………. 3
ARGUMENTACIÓN ……………………………………………… 5
DESARROLLO……………………………………………………… 9
CONCLUSIÓN……………………………………………………… 14
REFERENCIAS………………………………………………………………… 15

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INTRODUCCIÓN:
La complejidad de las relaciones sociales contemporáneas afecta las decisiones en el ámbito
profesional educativo con situaciones y fenómenos nuevos a los que los profesores deben hacer
frente por medio de una mediación efectiva, es decir, el docente debe adquirir una postura guiada
por principios éticos y morales que en ocasiones rebasan las atribuciones de su trabajo pedagógico y
responsabilidad profesional. En cada docente existe una formación profesional y especialización
que lo capacita para desempeñarse como guía en el proceso de aprendizaje en el aula (en forma
convencional o electrónica), sin embargo, a las situaciones problemáticas convencionales en el aula
hoy día el docente es llamado por las instituciones escolares a enfrentar problemáticas
convencionales manifestadas por los educandos como: indisciplina, conductas antisociales, bajo
rendimiento académico, capacidades diferentes, violencia intrafamiliar etcétera, desde nuevos
modelos de intervención pedagógicos, disciplinarios, clínicos, legales además de enfrentar y
resolver nuevos fenómenos como son las nuevas tecnologías de la información, instrumentos para
detectar y atender la conducta problemática de los alumnos y marcos legales para atender la
violencia que estos expresan dentro y fuera del aula.
Para hacer frente a lo anterior, el educador a cualquier nivel precisa contar con un marco ético y
moral que resuelva los conflictos que le competen como profesional por medio de criterios éticos y
morales firmes, es decir, que trasciendan las convenciones sociales, los criterios y creencias
personales, eso es posible adquiriendo un marco ético y moral propuesto por filósofos que discuten
y proponen soluciones a los dilemas éticos a los que un profesional de la educación debe hacer
frente. En cuanto a esto, los filósofos Bertrand Russell y Rosa Luxemburgo proponen principios
éticos fundamentales que el profesor debe considerar a la hora de tomar decisiones para mediar
entre los objetivos educativos y las conductas expresadas dentro y fuera del aula, por tanto, el
presente ensayo argumentativo-expositivo tiene como objetivo plantear soluciones comunes en aula
y el proceso enseñanza- aprendizaje, por ello, la primera parte de texto compone un conocimiento

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ético acerca de la ética del profesional de la educación en el contexto mexicano. En este mismo
sentido la segunda parte esta propone una hipotética mediación efectiva a un problema de caso
desglosado en cuestiones comunes en la realidad social de México. Todo lo anterior, para proponer
unas soluciones a problemáticas susceptibles de encontrar en el día a día dentro del aula.
ARGUMENTACIÓN
Sócrates 5.0

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Sócrates es reconocido en el ámbito filosófico como un sabio, pero sobre todo como un mentor, una
guía ética y moral para los ciudadanos atenienses. Fue esta convicción formativa ética y moral de su
pueblo que fue condenado a muerte (Platon, 2019), ya que los cargos por lo que fue juzgado fueron
blasfemar en contra de los dioses y pervertir el pensamiento de la juventud ateniense. La teoría ética
de Sócrates como mentor o educador de jóvenes se encuentra en varios diálogos platónicos. Sin
embargo, uno de los diálogos más importantes en este sentido es el "Protágoras" (Platón,1981). En
este diálogo, Sócrates sostiene que la virtud (excelencia o florecimiento) no puede ser enseñada,
sino que debe ser adquirida por el conocimiento y la reflexión. En otras palabras, la virtud no es
algo que se pueda transmitir a través de la enseñanza formal, sino que debe ser cultivada a través
del diálogo y la reflexión personal. Además, Sócrates también explica en el "Protágoras" la idea de
que la ignorancia es la raíz del mal, y que la búsqueda del conocimiento es el camino hacia la virtud
y la felicidad.
Por lo anterior, podemos proponer que desde hace siglos se discute sobre los modelos y prácticas de
enseñanza-aprendizaje, así como de sus fines. Las sociedad mexicana como otras que cuentan con
un alto nivel de desarrollo ha enfrentado con mayor o menor éxito problemas como: el
analfabetismo, infraestructura educativa, planes y contenidos de estudio, estos últimos
recientemente criticado por su sobre carga de temas, por no asomarnos a la realidad más aplastante
que sufre el país a nivel educativo; de acuerdo con indicadores de desarrollo de la OCDE (OCDE,
2019) México se encuentra por encima de la media del resto de los países miembros, pues cubre el
93 por ciento de la matrícula de nivel primaria y el 64 por ciento a nivel secundaria, sin embargo,
México todavía enfrenta importantes desafíos en el ámbito educativo, como la desigualdad en el
acceso a la educación, la baja calidad de la enseñanza y el bajo nivel de logro educativo en
comparación con otros países de la OCDE, realidad que nos posiciona entre los tres últimos lugares
en la prueba PISA de 2018.

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Las soluciones a la realidad educativa previamente mencionada pueden modificarse, pero hacen
falta voluntad y empresas de cambio en los ámbitos gubernamentales, sociales y culturales. De
acuerdo con Ortega Ruiz (Ortega, 2018) “Es imprescindible un cambio de rumbo en nuestro pensar
y hacer la educación; que es indispensable prestar atención a las circunstancias concretas de
cada sujeto que reclama ser atendido y escuchado en “su” situación, en la experiencia
concreta de su vida para poder ser educado en “su” proyecto de construcción personal; que es
necesaria una “reubicación” del profesor que le permita invertir sus prioridades y sus papeles como
agente de la enseñanza; que lo sitúe en un escenario distinto y lo coloque en una “situación ética” en
la que el alumno deje de ser objeto de “conocimiento y de control” para convertirse en
interlocutor necesario en su proceso de construcción personal”. La reubicación del profesor
propuesta por Ortega nos remite a la tesis socrática que cuestiona cual es el objeto y objetivo de la
educación manifestándose a favor de una postura mediadora entre el educando, la posición ética del
profesor y proceso vital que representa la edad de formación de los sujetos, su realidad psicosocial y
el proyecto de vida que constituye cada alumno. Desde este punto de vista la formación ética del
profesor como la del educando es de vital importancia.
Por otra parte, Esteve Zarazaga (Zarazaga, 1979) abunda en otro ámbito que deben considerar los
profesores hacia sus educandos, además de los programas de estudio y políticas educativas de
cualquier país: la educación moral. Para Zarazaga “La educación implica siempre unos valores que
se consideran como objetivos a alcanzar, y que se han seleccionado como meta educativa pensando
que llevarán al hombre a alcanzar alguna nueva perfección. Es decir, el definir la educación como el
proceso de formación del hombre, implica siempre una referencia a unos valores que se consideran
formativos, mientras que se abandonan otros por considerar que no lo son; y, además, sólo se habla
de resultados educativos cuando el educando realmente lleva a la práctica en su vida esos valores
propuestos.” Un ejemplo de este planteamiento lo encontramos al encontrar notas en cualquier
medio de comunicación y en diferentes tonos de critica el modelo educativo mexicano, que en la

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prueba pisa revela la dificultad de los alumnos para aprender de textos largos, por no mencionar su
dificultad para leer, más aún, recientemente en el ámbito educativo hoy en día se discute la vigencia
y arbitrariedad del Modelo Educativo Prusiano que determino un orden por grados, edades y
certificación escolar arbitrario y riguroso, así como la forma en que fue introducido en México y su
anquilosamiento para dar respuesta a la realidad que expresan los educandos: abuso de medios
electrónicos, abusos de profesores en contra de alumnos, bulling, embarazo adolecente, denuncias
públicas en medios de comunicación por solo mencionar algunas.
En vista de lo anterior, quienes desempeñamos funciones formativas en el ámbito familiar y como
parte del aparato educativo del estado y la sociedad debemos preguntarnos ¿Para quién educamos?
¿Para qué educamos? ¿Cómo y con quién educamos? El camino a las respuestas no es corto ni
llano. Está saturado de contradicciones y obstáculos que demandan soluciones. Como se ha
mencionado en trabajos previos al presente, la medicación efectiva es un proceso accesible al
educador que demanda el ejercicio de valores éticos y morales en su labor como mediador.
Filosofía ética y moral a las aulas
El siguiente caso de estudio sintetiza la necesidad reflexiva a la que llaman filósofos y profesionales
de la educación, focalizada en la sociedad mexicana, que es posible considerar como desigual,
violenta, clasista, racista (todas las sociedades presentan estas características en mayor o menor
medida) e inmersa en un proceso de cambio impulsado desde todos los sectores de la sociedad:
La formación moral en la educación mexicana. Bertrand Russell (filósofo de la educación
mexicana), en su obra Sociedad humana: ética y política de 1987, plantea que, en cada comunidad,
hay acciones obligadas y acciones prohibidas, es decir loables y reprobables, y por tanto debe haber
una ley y norma ética que combata el mal, y genere justicia. Es un propósito de la formación moral
y ética en los hombres. Esto ha dado una inquietud a las autoridades educativas, para incorporar a
los planes curriculares esta educación en valores, para comprender a la moral, como un conjunto de
juicios entre el bien y el mal para regir la conducta humana. La sociedad y sus integrantes no

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pueden vivir y evolucionar al margen de la moral y la ética. En el ámbito social y en el escolar,
resulta más práctico que hablemos de eticidad para aludir a los valores formados por la sociedad y
por la escuela. La eticidad genera múltiples sentimientos: perplejidad, asombro, angustia,
indignación, sensación de desprotección y gran incertidumbre que nos mantiene montados en
preguntas ya cotidianas sobre cómo hemos llegado a ser esto que hoy somos, cuando ocurrió el
«quiebre brutal» que nos acongoja, y a preguntarnos también —desde una perspectiva pacífica,
incluyente— ¿podemos llegar a ser algo distinto y mejor a lo que hoy somos? Cuando Rosa
Luxemburgo gritó que la humanidad se enfrentaba a la disyuntiva de marchar hacia una sociedad
más justa y solidaria o caer en la barbarie desatada por el capitalismo voraz, muchos cerraron los
ojos y oídos a esta previsión, pero los acontecimientos que vivimos actualmente le dieron la razón.
No se trata de diseñar la ética del futuro, pero sí de reflexionar sobre la posibilidad de construir las
condiciones a través de la educación. Históricamente no tenemos responsabilidad sobre las acciones
de quienes nos antecedieron ni sobre los valores que las orientaron, tampoco tenemos
responsabilidad sobre las estructuras del presente en las que se mueve nuestra vida, ni sobre el
sistema de 2 creencias y valores que heredamos, pero si somos responsables de asumirlos o
rechazarlos críticamente, de igual forma, sí tenemos responsabilidad sobre nuestras acciones y las
consecuencias de éstas. La educación puede contribuir a sedimentar las creencias y valores o a
transformarlos, porque la etnicidad del presente se construye con sedimentos del pasado y
elementos de la actualidad.

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DESARROLLO
Primera cuestión: ¿Cuál es la base medular de los planteamientos de Bertrand Russell?
Uno de los planteamientos medulares de Bertrand Russell en relación a la ética y la educación es la
idea de que la educación debe estar orientada a fomentar el pensamiento crítico y la libertad
individual, en lugar de imponer una moralidad específica. Russell consideraba que la moralidad no
puede ser impuesta por una autoridad externa, sino que debe ser construida por cada individuo a
través de su propia reflexión y experiencia. Por lo tanto, la educación debe proporcionar a los
estudiantes las herramientas necesarias para pensar por sí mismos y cuestionar las ideas
preconcebidas. Principio que casi por completo es suprimido en la educación pública a nivel básico.
Los educandos además de ser normativamente formados (uso de uniformes, juramentos a la bandera
etcétera) no son invitados a la reflexión de lo enseñado y aprendido en el aula, en pocas palabras no
desarrollan capacidad analítica y creativa. Si esta se desarrolla en los alumnos es por cuestiones que
no podemos exponer en el presente texto.
Además, en su obra "Education and the Social Order" (Rusell,1932), Russell sostiene que la
educación debe estar orientada a desarrollar la inteligencia crítica, la curiosidad intelectual y la
creatividad, en lugar de simplemente transmitir conocimientos y habilidades prácticas. Según
Russell, esta educación basada en la libertad individual y la reflexión crítica puede ayudar a los
individuos a desarrollar una moralidad más auténtica y personal, en lugar de simplemente seguir las
normas impuestas por la sociedad. Es decir, coincide con Sócrates en necesitar de educar templando
el carácter moral y ético de los sujetos.
Cuestión 2: ¿Por qué la educación moral es primordial en la época moderna?
Si bien José Esteve, como expusimos anteriormente, manifiesta el carácter indispensable de incluir
en la educación una dimensión moral, no extiende su análisis a las cuestiones de fondo que generan
esta necesidad en el modo que lo hizo una pensadora liberal con ideas cercanas al comunismo: Rosa
Luxemburgo. Para Luxemburgo, la educación moral es primordial en la época moderna porque

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consideraba que la sociedad capitalista de su época estaba caracterizada por la falta de valores
éticos y morales, lo que llevaba a una profunda crisis social y política.
En su obra "Reforma social o revolución" (Luxemburgo, 1899), Luxemburgo sostiene que la
educación moral es esencial para la construcción de una sociedad justa y equitativa. Según ella, la
educación debe estar orientada a fomentar valores como la solidaridad, la cooperación y la
responsabilidad social, en lugar de inculcar una competencia individualista y egoísta. Luxemburgo
consideraba que la educación moral debía ir más allá de la simple transmisión de conocimientos y
habilidades técnicas, y abarcar una formación integral de la personalidad. Para ella, la educación
debía estar orientada a formar individuos críticos y conscientes, capaces de reflexionar sobre su
papel en la sociedad y de luchar por una transformación social profunda.
Hoy en pleno siglo XXI como a finales del Siglo XIX el pensamiento se puede considerar vigente,
para Rosa Luxemburgo, la educación moral era primordial en la época moderna porque consideraba
que era necesaria para superar la crisis social y política de su época, y construir una sociedad justa y
equitativa basada en valores éticos y morales, justo lo que este ensayo plantea, pues la sociedad
mexicana cambia cada vez más rápido es decir al ritmo de países desarrollados, que han
desarrollado sistemas educativos competitivos y complejos orientados a la producción de ciencia y
tecnología.
Cuestión 3: ¿Consideras que muchos de los males morales y éticos son un pronunciamiento al
pasado histórico?
No necesariamente. Si bien es cierto que la historia y las circunstancias históricas pueden influir en
la formación de valores y normas éticas, también es importante reconocer que los problemas éticos
y morales persisten en la sociedad contemporánea y que a menudo están relacionados con desafíos
específicos del presente. Por no mencionar que problemas y dilemas éticos del pasado se han
normalizado en forma de convenciones sociales, tradiciones o folklor.

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Por ejemplo, la discriminación racial, la desigualdad económica y la explotación laboral son
problemas éticos y morales que han persistido a lo largo de la historia, pero también son problemas
que se enfrentan en la actualidad en muchos lugares del mundo. Los problemas con los que este
ensayo ilustra la realidad y retos de los profesores de la actualidad lo viven en los países más
socialmente prósperos y felices como Finlandia y Canadá.
Además, la globalización y el avance de la tecnología han creado nuevos desafíos éticos y morales,
como la privacidad en línea, la inteligencia artificial y el cambio climático, que no tienen
necesariamente una conexión directa con el pasado histórico. Además, no se puede culpar solo a
una persona, grupo de personas, un pueblo o un país de todos los males. El bien y el mal son
latentes en el pensamiento y conducta de todos los seres humanos, por esto mismo una adecuada
formación moral y ética tendrá en el mayor de los casos como resultados ciudadanos éticas y
moralmente positivos.
Por lo tanto, aunque la historia y el contexto histórico pueden tener una influencia importante en la
formación de valores y normas éticas, también es importante reconocer que los desafíos éticos y
morales persisten en la sociedad contemporánea y que a menudo están relacionados con desafíos
específicos del presente. En México existe la necesidad inmediata de plantear foros de discusión
sobre que el modelo educativo, las políticas que arrojaran mejores resultados en las pruebas PISA y
sobre todo preguntarnos ¿Qué futuro podemos alcázar si orientamos el modelo educativo nacional y
la práctica docente hacia el pensamiento reflexivo y la producción de ciencia y tecnología?
Cuestión 4: Rosa Luxemburgo tenía razón al visualizar los males morales y ético, ¿por qué?
Rosa Luxemburgo tenía una visión crítica y profunda de los problemas éticos y morales de su época
en la que no existían salarios justos, servicios públicos de salud, vivienda, pensiones por
discapacidad y jubilatorias, EDUCACION PÚBLICA) y en muchos aspectos, sus análisis siguen
siendo relevantes. Por ejemplo, una de las razones por las cuales Luxemburgo tenía razón al
visualizar los males morales y éticos es porque reconocía que la explotación y la opresión eran

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estructurales en el sistema capitalista. Para Luxemburgo, el capitalismo era un sistema que generaba
desigualdades económicas, sociales y políticas, y que estas desigualdades eran la causa de muchos
de los problemas éticos y morales que enfrentaba la sociedad. Además, Luxemburgo hacía hincapié
en la importancia de la educación moral como un medio para transformar la sociedad y fomentar
valores como la solidaridad, la cooperación y la responsabilidad social. Según ella, la educación
moral era fundamental para formar individuos conscientes y comprometidos con la lucha contra la
opresión y la injusticia.
En la actualidad, muchos de los problemas éticos y morales que enfrentamos como sociedad siguen
estando relacionados con la desigualdad económica y social, así como con la discriminación y la
exclusión de ciertos grupos de la sociedad. En la realidad mexicana podemos encontrarnos con
graves problemas de normalización de la violencia en espacios públicos, la corrupción al interior y
exterior de instituciones públicas, la brecha salarial y por tanto la disparidad de ingresos y calidad
de vida entre grupos que integran la sociedad.
Cuestión 5: ¿Cómo evaluarías la moral y la ética educativa en la actualidad? y ¿qué tipo de faltas
son las que existen hoy en día?
Evaluar la moral y la ética educativa en la antigüedad y en el presente es una empresa compleja y
multidimensional, que requiere un análisis cuidadoso de los diferentes aspectos que influyen en ella.
En general, se pueden identificar ciertas tendencias y faltas en la ética y la moral educativa que son
relevantes hoy en día. Pero existen limitantes, comenzando por la historia de vida de quien escribe
este ensayo, las limitaciones de conocimiento del tema, el alcance de sus juicios y la relatividad que
enfrenten estos últimos frente a los de otras personas.
Una de las faltas más comunes en la ética y la moral educativa en la actualidad es la falta de
atención a las necesidades y perspectivas de los estudiantes. Muchas veces, los sistemas educativos
están diseñados para cumplir con ciertos objetivos políticos y económicos, sin tomar en cuenta las

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necesidades y aspiraciones de los estudiantes. Esto puede manifestarse en la falta de recursos y
apoyo para los estudiantes más vulnerables, la falta de inclusión y diversidad en asignaturas y la
enseñanza, y la falta de enfoques pedagógicos que fomenten el pensamiento crítico y la creatividad.
Como profesionales de la educación también somos seres humanos susceptibles de cometer errores,
pero de igual modo podemos cambiar y ser mejores para superar avatares de la vida y ser justos y
positivos en nuestra practica educativa.
Otra falta importante en la ética y la moral educativa es la falta de integridad y honestidad en la
práctica educativa. Esto puede manifestarse en la falta de transparencia y rendición de cuentas por
parte de los líderes y administradores educativos, la manipulación de datos y resultados para
satisfacer intereses particulares, y la falta de ética en la investigación y la publicación académica.
Además, la falta de ética y moral en la educación puede manifestarse en la discriminación y la
exclusión de ciertos grupos de la sociedad, ya sea por motivos de género, raza, orientación sexual,
religión, en la falta de recursos y apoyo para los estudiantes de estos grupos, pero, sobre todo, la
falta de enfoques pedagógicos que fomenten la igualdad y la justicia social.

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CONCLUSIÓN
La ética y la moral educativa en la actualidad enfrentan una serie de faltas importantes que deben
ser abordadas de manera efectiva para garantizar que la educación cumpla su papel en la formación
de ciudadanos conscientes, críticos y comprometidos con la transformación social que visiblemente
demanda la sociedad mexicana. Una educación ética y moral efectivas permitirían reformar el
pensamiento y actuar colectivo de la sociedad mexicana, envuelta desde hace años en una espiral de
cambios muchos de ellos no atendidos, por lo que estallan en forma de narco cultura, violencia
institucionalizada, corrupción sistémica y todas aquellas realidades distorsionada que solo alguien
educado bajo un marco solido de principios morales y éticos podrá ver como cosas que no están
bien, como alienación de personas, como algo que no está bien y es necesario cambiar.

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REFERENCIAS
Luxemburgo, R. (1899). Reforma social o revolución. Ediciones Era.
Luxemburg, R. (1918). "The crisis of German social democracy." Marxists
Internet Archive.
OECD. (2019). PISA 2018 Results (Volume I): What Students Know and
Can Do. OECD Publishing. https://doi.org/10.1787/5f07c754-en
Ortega Ruiz, J. (2018). Ética y educación: una propuesta educativa. Revista
Redipe,
30-45. https://doi.org/10.36260/rbr.v12i2.1932
Platon. (2019). Diálogos I (1.a ed.). Gredos.
Platón. (1981). Protágoras. Ediciones Cátedra.
Russell, B. (1932). Education and the Social Order. George Allen & Unwin.
Zarazaga, E., & Manuel, J. (1979c). Los problemas de la educación moral en
nuestra sociedad contemporánea. Revista Espanola De Pedagogia, 37(145), 113-
122. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=763911