El documento describe la gracia santificante a través del bautismo, el Espíritu Santo y las virtudes teológicas. El bautismo es el fundamento de la vida cristiana y abre el acceso a los otros sacramentos. El Espíritu Santo transforma nuestros corazones y nos une a la Santísima Trinidad. Todos los bautizados son discípulos y misioneros que deben evangelizar impulsados por la fuerza del Espíritu Santo.