1. Nació el 21 de febrero de 1929 en el seno de una familia muy humilde. Su padre, Francisco
Gómez Linares dejó de existir dejando a sus tres hijos con su madre, Elsa Bolaños Cacho. Esta
admirable mujer luchó mucho para sacar adelante a sus tres hijos pequeños Francisco,
Roberto y Horacio. Según lo cuenta el mismo Roberto, su padre solía actuar y disfrazarse a
escondidas, pues por esos años el trabajo de actor era muy mal visto. Se desempeñaba como
retratista. Llevaba, sin duda, el arte en las venas.
Cuando don Francisco falleció, le dijeron a sus hijos que había "ido al cielo". Asi, el pequeño
Roberto esperó a su padre por muchos meses en la ventana de su casa esperando que llegara,
hasta que por fin supo que nunca sería asi.
Su madre, viuda a la edad de 32 años, trabajó con todo el amor del mundo para mantener a sus
pequeños, y pudo levantar al fin un pequeño edificio de condominios con locales comerciales
en el primer piso y tres departamentos en los pisos superiores. Sin embargo, la mujer no pudo
continuar con los pagos del préstamo y el banco decomisó la propiedad que tanto esfuerzo
había costado levantar. Asi tuvo que ir con su familia a vivir en las accesorias comerciales.
A pesar que vivieron muchas dificultades económicas que limitaron sobremanera su estilo de
vida, según cuenta don Roberto, "mi mamá era tan sensacional que nunca me di cuenta que
andábamos pobres. Nunca me compró una bicicleta, un tren eléctrico, pero nunca me faltó una
pelota. Fui súper feliz. Ella se mataba trabajando, de eso me di cuenta después."
SU CARRERA
Pocos saben que Don Roberto Gómez optó por la carrera de Ingeniería y que estudió en la
Universidad Autónoma de México. Sin embargo no concluyó los estudios, pues el arte fue el
bichito que cambió su destino para siempre. Así, la vida le tenía deparado un destino diferente
que lo converitría años después en el mejor comediante del milenio que pasó.
Su talento lo llevó a trabajar como creativo en la agencia de publicidad D'Arcy a los 22 años de
edad. Y en el período de 1960 a 1965 en su faceta de guionista, realizó los libretos de los
programas "Cómicos y Canciones" y "El Estudio de Pedro Vargas", que fueron tremendos
éxitos por esa época. Su nombre, empezó a sonar con fuerza entre los ejecutivos de la cadena.
En 1966 Mario Moreno "Cantinflas" eligió los guiones de don Roberto para una serie que se
llamaría "El Estudio de Cantinflas" Sin embargo debido a las altas pretensiones económicas
del talentoso actor, el patrocinaror que era la Cigarrera La Moderna, canceló el proyecto. En
1968 da su gran ingreso a la pantalla chica, vía TIM (Televisión Independiente de México)
quienes le dieron la oportunidad de tener su secuencia de media hora "Los Super Genios de la
Mesa Cuadrada" y "El Ciudadano Gómez" dentro del programa "Sábados de la Fortuna" que
tenía 5 horas de duración. Poco a poco el rating reveló que la gente veía más esa secuencia del
programa y finalmente en 1970 se le dió la oportunidad de tener su programa propio al que
llamó "Chespirito" todos los lunes en el horario estelar de las 8 de la noche.
Fue justamente en ese programa donde a la edad de 41 años, da rienda suelta a su imaginación
creando los personajes que todos conocemos: el Chómpiras, el Dr. Chapatín, el Chapulín
Colorado y el que sería su más grande éxito "El Chavo del Ocho". Cuando era sólo un sketch
del programa, "El Chavo.." no tenía aún los personajes como siempre lo hemos conocido. Por
ejemplo se sabe que Don Ramón trabajaba y la Chilindrina no era su hija. Asi, la gente fue
2. respondiendo mucho más con este personaje junto con el Chapulín Colorado (que inicialmente
iba a ser verde, pero por cuestiones técnicas tuvo que haerlo rojo) hasta que el programa quedó
chico y asi en 1972 Don Roberto tuvo a su cargo 2 programas más que serían super éxitos por
muchos años más: "El Chavo del Ocho" y "El Chapulín Colorado".
Debido a su permanente inclusión, primero accidental, de la desaparecida letra "CH" en los
nombres de personajes, objetos y lugares de sus creaciones, decidió hacerlo su sello personal.
Inclusive su nombre, cuando quedó inmortalizado como "Chespirito" por el director de cine
Agustín P Delgado, debido a su gran talento y trascendencia comparables a Shakespeare.
Bolaños era según el director "un Shakespeare chiquito". Y como no podía ser muy
latinoamericano el "Shakespirito" quedó finalmente como "Chespirito".
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A partir de 1980, don Roberto continuó con su brillante trabajo creador al frente del programa
"Chespirito" donde el Chavo y el Chapulín volvían a ser bloques para compartir su inmortal
suceso con el terrible "Dr. Chapatín"; "Los Caquitos" con la estrella "el Chómpiras"; "La
Chicharra" con el singular periodista "Chambón" y los irremediables "Loquitos" con
"Chaparrón Bonaparte". Jamás olvidó de interpretar personajes tan entrañables como
"Charles Chaplin", "El Gordo y el Flaco" y hasta el propio "Chespirito" donde podía realizar
cualquier papel. El programa funcionó muy bien todos esos años. Sin embargo, ante las
irremediables pérdidas de un buen porcentaje de su elenco original, la renuncia de Gómez a
seguir dando vida al Chavo, y a su deseo de producir, decidió dar por finalizado su exitosísimo
ciclo como actor de televisión hacia la segunda mitad de los noventas.
Pero la obra de Don Roberto no se limita a la televisión. También ha sido seducido por la
pantalla grande, llegando a ser Director de Televicine y además ha realizado varias películas.