Henri Fayol fue un ingeniero y empresario francés del siglo XIX que realizó estudios pioneros sobre la administración y dirección de empresas. En 1916 publicó su libro "Administración Industrial y General" en el que describió 14 principios de la administración empresarial, entre los que se encuentran la unidad de mando, la autoridad y responsabilidad equilibradas, la jerarquía y la centralización, así como la justa remuneración de los empleados y el fomento de la iniciativa y el trabajo en equipo. Sus aportaciones lo conv
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1.
2. ¿QUIÉN ES HENRY FAYOL?
Henri Fayol, ingeniero, empresario e industrial de la última mitad del Siglo XIX y de los primeros años del XX,
realizó estudios y publicó sus tesis sobre la dirección y administración de empresas.
Tras los tremendos cambios que habían producido, en los últimos cien años, tanto las Revoluciones Francesas
como la Revolución Industrial y la aparición del primer capitalismo liberal, emerge (como algo totalmente nuevo) la
empresa como lo que sigue siendo hoy, una organización de personas y bienes económicos que produce o vende
bienes o servicios.
Una parte esencial de cualquier empresa es su alta dirección, las personas que diseñan la propia empresa (sus
objetivos, procedimientos, cultura y política), implementan ese diseño a través de la gestión y, por último, revisan y
comprueban los resultados que se obtienen para realizar los cambios y mejoras necesarias.
Para elaborar métodos y medios de esta actividad de dirección y gerencia surgieron, a lo largo de los Siglos XIX y
XX, diversas teorías y estudios entre los que vamos a destacar aquí los del americano Frederick Winslow Taylor.
En 1916 Henri Fayol publicó su libro “Administración Industrial y General” gracias al cual es conocido como el padre
de la administración empresarial hoy en día.
La empresa debe cumplir una serie de funciones para realizar sus objetivos, de carácter técnico, comercial,
financiero, contable, de seguridad y administrativo.
Según Fayol, estas últimas funciones, las administrativas, son las que deben coordinar y sincronizar a las cinco
anteriores, por lo que son la parte más importante de su libro en el que nos habla de 14 principios de
administración.
3. • Unidad de mando
Un empleado de la empresa debe responder, recibir órdenes e informar a un único superior.
Si son varias las personas que dirigen y ordenan a un trabajador se produce el desorden y
mermará la disciplina, eficiencia, productividad y rentabilidad de la empresa.
Para ello la empresa debe contar con un organigrama en el que se fijen de manera clara las
cadenas y líneas de mando en la empresa, existiendo una cabeza en la alta dirección y
transmitiéndose la autoridad de manera vertical.
• Autoridad y responsabilidad
Cada directivo de la empresa, en cualquier nivel, debe tener una autoridad que esté
perfectamente equilibrada con sus responsabilidades.
Si alguien tiene autoridad muy por encima de su responsabilidad en la organización abusará de
esa autoridad y si tiene que responder muy por encima de la autoridad se sentirá frustrado y no
podrá realizar bien sus cometidos.
Debemos hacer una distinción entre autoridad y poder, este último es la capacidad de hacer
cosas mientras que la autoridad se refiere al derecho a hacerlas.
4. • Unidad de dirección
Todas las actividades de la empresa que tengan una misma naturaleza y un mismo objetivo deben
estar dirigidas por un mismo mando y sujetas a unos mismos principio y procedimiento.
Así, el departamentos como marketing, producción o administración tendrán, cada uno de ellos, un
único superior jerárquico y estarán sujetos, también cada uno de ellos, a unos mismos procedimientos
y políticas.
• Centralización
En una estructura totalmente centralizada la cabeza de la organización tiene toda la autoridad y poder
mientras que en una descentralizada esas funciones de autoridad y poder se reparten y comparten
entre los distintos mandos y secciones.
Una centralización absoluta tendría el problema de que los directores subalternos no tendrían ninguna
autoridad para desarrollar sus funciones
Por otro lado, una absoluta descentralización hace que la dirección de la empresa no tenga autoridad
ni poder para controlarla.
En la práctica no existen de manera absoluta ninguna de las dos: debe haber un equilibrio entre
centralización y descentralización para que la empresa funcione.
5. • Jerarquía
En la empresa existirá una línea de mando (o cadena escalar) que va desde la alta dirección hasta
los puestos más bajos.
Todo el mundo debe tener muy claro quién es su superior y quién su subordinado.
Esta jerarquía supone una buena comunicación y no debe romperse.
Sin embargo, a veces es necesaria una acción rápida que puede suponer saltarse esta línea de
mando y ponerse en comunicación directa con jefes superiores al nuestro: ésto debe estar
previsto y regulado.
• Justa Remuneración
Es necesario tener una buena política de remuneración a las personas que trabajan en la
empresa, adecuada a los servicios que prestan, a su experiencia y capacitación profesional.
La remuneración tiene un importante componente económico pero también existe una parte de
la remuneración no económica (respeto, promoción, formación, etc.).
El resultado de gestionar bien las retribuciones a los empleados será una mejor productividad y
calidad de sus servicios.
6. • Equidad
Es una combinación de justicia y bondad, su utilización por la dirección de la empresa crea un
mejor ambiente de trabajo e, incluso, devoción de los empleados.
• Estabilidad del personal
Cada trabajador debe tener el tiempo necesario para adaptarse y aprender a desempeñar bien su
su cometido y, una vez que ha conseguido esa adaptación, tener una posición tranquila y estable
para realizar sus tareas.
No es una buena política estar renovando personal continuamente.
7. • Iniciativa
La dirección o gerencia debe permitir e, incluso, fomentar que los trabajadores realicen su propia
planificación personal de sus tareas y su puesta en práctica.
Deben asumir los trabajadores que, en esta planificación, se van a cometer errores.
El fomento de la iniciativa individual producirá una mayor satisfacción del personal y buenas
aportaciones al negocio.
• Trabajo en Equipo
No es sólo el fomento de trabajar en equipo sino la creación de un espíritu de cuerpo en el que
los trabajadores se sientan integrados y motivados por unos objetivos comunes.
Esto creará un mucho mejor ambiente de trabajo.