El documento ofrece tres recomendaciones para mejorar la calidad del aire: 1) mantener la higiene en el hogar para evitar la acumulación de polvo, 2) controlar el buen estado de los tubos de escape y sistemas de carburación de los vehículos para prevenir humo, y 3) minimizar el uso de clorofluorocarbonos en aerosoles.