Estudiar música o instrumentos musicales por al menos tres años acelera el desarrollo cerebral de los niños y mejora su memoria, atención, razonamiento espacial-temporal y capacidad de aprendizaje. La música de Mozart en particular ha demostrado aumentar las habilidades de razonamiento. Al desarrollar la percepción del sonido y el ritmo, la música fortalece las capacidades lingüísticas e intelectuales de los niños.