1. ana, lullaby, ninnananna, wiegenlied, cançao de ninar… las canciones
de cuna son conocidas y utilizadas en todas las culturas del mundo.
Son canciones de ritmo suave y relajante para arrullar al bebé y
N
ayudarle a dormir. Su melodía le tranquiliza, refuerza la comunicación y el
vínculo, invita a balancearse mientras se le acuna, estimulando además el
desarrollo del sistema vestibular o del equilibrio.
Si indagamos en el desarrollo fetal, descubriremos
que, hacia la mitad del embarazo, el bebé ya tiene
desarrollado el sentido de la audición. Es en ese
momento, es cuando el bebé comienza a reconocer la
voz de su madre y de su padre y a preferirlas a
cualquier otra, preferencia que se mantendrá tras el
nacimiento.
Pero, si investigamos un poquito más, descubriremos
que los sonidos que emite la madre, hacen vibrar sus
cuerdas vocales, vibración que se transmite fácilmente
a través de sus estructuras óseas, sobre todo a través
de aquellos huesos más grandes. La vibración
producida por el canto o la voz materna se transmite
por la columna vertebral hacia la pelvis, morada del
bebé durante las primeras etapas de su desarrollo.
Revista Digital +Q9meses
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CRISTINA FERNÁNDEZ y SARA BARRETO
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CANTO PRENATAL
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2. Revista Digital +Q9meses
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Canto Prenatal Las Palmas
El anillo óseo que constituye la pelvis se convertiría así en una especie de
catedral sonora donde resonaría la voz materna envolviendo al bebé en un
agradable micromasaje, que ya es percibido por él en etapas tempranas de la
vida intrauterina.
La comunicación con el bebé comienza mucho antes del nacimiento…
El canto prenatal nació en Francia, de la mano de la cantante lírica Marie
Louise Aucher, que lo introdujo en las salas de parto del Hospital de Pithiviers
junto con el gran obstetra Michel Odent.
El canto prenatal aporta un repertorio
específico a los padres para favorecer
esta comunicación y estimulación
temprana utilizando recursos que
permitan vocalizar respetando su
propio cuerpo, sin forzar la voz o las
cuerdas vocales, aprendiendo a dejar
fluir los sonidos y a gestionar el aire.
A su vez, esta toma de conciencia
corporal, a la par que las herramientas
aprendidas e interiorizadas pueden suponer un gran apoyo en el momento del
parto, como mecanismo de autocontrol y autogestión de la respiración y de
las sensaciones percibidas durante las contracciones.
No se requiere ningún conocimiento musical, ni se persigue un objetivo
estético, el fin del canto prenatal es dejar fluir la propia voz de manera
fisiológica, disfrutando de la comunicación madre-padre-niño y
aprovechando los beneficios que de ella se derivan.
Deja que tu voz sea tu aliada…
“La voz es un medio analgésico natural que posee el cuerpo,
favorece la dilatación, permite vivir de forma más activa y
positiva las contracciones y nos facilita estar más en contacto
con nuestras sensaciones y necesidades en cada momento”.
(M.L. Aucher)