El documento discute cómo los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y otros incidentes posteriores han llevado a Estados Unidos a prestar más atención a posibles fuentes de conflicto en América Latina. Sin embargo, Estados Unidos ve con recelo las posturas ideológicas de los gobiernos de Venezuela, Ecuador y Bolivia. El documento también menciona que en este contexto geopolítico mundial, los países de América del Sur buscan el diálogo a través de la UNASUR en igualdad de condiciones frente a Estados Unidos