1. UNIVERSIDAD REGIONAL AUTONOMA DE LOS ANDES
UNIANDES
EXTENSIÓN SANTO DOMINGO
FACULTAD: ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS
CARRERA: EMPRESAS TURÍSTICAS Y HOTELERAS
NIVEL: NOVENO
COMERCIO ELECTRÓNICO
TEMA:
ORIGEN MONETARIO
AUTOR: CRISTINA VILLOTA
DOCENTE: OMAR SAMANIEGO
FECHA: 12 DE ABRIL DEL 2015
PERIODO ABRIL 2015 – SEPTIEMBRE 2015
2. 1. INTRODUCCIÓN
La moneda se encuentra íntimamente relacionada con el dinero y en diversas
situaciones es utilizada como medio de pago, es por este motivo que el siguiente
trabajo tiene como objetivo fortalecer los conocimientos sobre el origen monetario,
para lo cual es necesario realizar una investigación acerca de la historia de la
moneda, desde su origen hasta la actualidad, con el fin de aclarar dudas que se
tenga al respecto y familiarizarnos con el tema, para tener un mejor inicio con la
Cátedra de Comercio Electrónico. A continuación procederemos a detallar todas
las generaciones dentro de la historia de la moneda a nivel mundial.
2. DESARROLLO
ORIGEN MONETARIO
El dinero en la forma de una mercancía tiene la gran ventaja de ser un ítem de
consumo y a la vez un medio de intercambio. Los aztecas podían fácilmente moler
el cacao empleado como dinero y transformarlo en pasta de chocolate, luego lo
batían vigorosamente en un recipiente con agua y obtenían una deliciosa bebida,
muy valorada. A diferencia de los billetes y las monedas de bajo costo, que
pueden perder fácilmente su valor nominal, el dinero-mercancía posee un valor
por sí mismo y puede ser consumido siempre, sin importar cuál sea su estatus en
el mercado.
EL TRUEQUE Y SUS MODALIDADES
La aparición del trueque o sea el cambio directo de un producto o de una
prestación contra otro producto u otra prestación, constituye una simplificación de
los dones recíprocos, por ser más directo y, por consecuencia, más práctico. En
efecto, para realizar el intercambio de mercaderías, ya no es necesario esperar las
festividades religiosas. Debido a ello se ha designado a las operaciones de
trueque como intercambios laicos. Ahora bien, en el caso de los trueques también
3. existen dos modalidades primitivas: el “trueque libre” o “comercio mudo” y el
“trueque forzado” o “pillaje con indemnización”.
El trueque libre o comercio mudo se produce cuando los miembros de un
pueblo depositan sus mercancías en un lugar descubierto, próximo de otro
poblado, y se retiran. Los miembros de ese segundo pueblo se aproximan,
examinan aquellas mercancías y, si las desean, colocan otras al lado y se alejan.
Los primeros cambistas regresan y toman los objetos que se les ofrecen si los
estiman de su agrado; si no, recogen sus bienes y se van. Este tipo de comercio,
según Herodoto, fue ampliamente practicado entre Cartago y Libia.
El trueque forzado o pillaje con indemnización tiene lugar cuando, entre tribus
vecinas, una roba las cosechas de la otra y abandona a la tribu robada parte de
sus productos de caza o de pesca, por ejemplo, con el fin de evitar represalias.
INCONVENIENTES DEL TRUEQUE
Si bien las operaciones de trueque constituyeron una superación de los dones,
presentaban a su vez diversos inconvenientes, sobre todo cuando comienzan a
practicarse en escala creciente y por montos más importantes. Entre ellos
sobresales los siguientes:
1. Dificultad de coincidencia en los deseos respectivos de quienes truecan.
Los ejemplos que pueden ilustrar este inconveniente son múltiples: supóngase
que una persona posee peces y otra pieles; pero, ni la primera desea pieles a
cambio de sus peces, ni la segunda desea ceder su producto a cambio del que
se le ofrece.
2. Dificultad de concordancia en el valor de los bienes susceptibles de
truque. Suponiendo que el inconveniente anterior desapareciera, surge uno
nuevo: el propietario de las pieles no está dispuesto a cederlas a cambio de
peces, pues estima que su valor es mayor que el del producto que se le ofrece.
4. En esas condiciones, para que la operación pudiera concertarse, sería
necesario que el propietario de los peces ofreciera, además, otras mercancías.
Sin embargo, para cada una de las mercancías suplementarias que ofreciera,
surgiría la condición de que el otro la deseara y la aceptara.
3. Como puede apreciarse, el trueque no permite el establecimiento de una escala
general de valores para el conjunto de las mercancías objeto de intercambio. En
efecto, el trueque ofrece relaciones de valor entre mercancías tomadas de dos
en dos. En consecuencia, no proporciona un medio para apreciar, globalmente,
el lugar que le corresponde a un objeto particular en relación con el conjunto de
los demás. Así, por ejemplo, el trueque puede proveer una relación con el
conjunto de los demás. Así por ejemplo, el trueque puede proveer una relación
de cambio entre anzuelos y hachas, así como entre pieles y peces, pero no
indica cuál sería la relación de cambio entre los anzuelos y los peces o entre las
hachas y las pieles.
En términos generales, puede decirse que el trueque no constituye ni un buen
procedimiento para intercambiar mercancías, ni ofrece un medio cómodo para
medir los valores respectivos de estas.
ORIGEN DE LAS MONEDAS DE CUENTA
Ahora bien, la donación recíproca, origen de los “torneos de magnificencia”, exigía
una constante comparación entre los valores de los objetos y servicios que se
intercambiaban, puesto que se pretendía devolver con ventaja lo que se había
recibido, imponiéndose así la necesidad de disponer de una medida común de
valor. Igual requerimiento se presenta en las operaciones de trueque libre.
Se estima que fue con el propósito de resolver esta dificultad cómo surgió la
moneda de cuenta, la que sirvió de base para las estimaciones, de valorímetro,
pero no de instrumento de pago. El ganado tuvo durante mucho tiempo esta
función, como lo testimonian las estimaciones en número de bueyes, vacas o
5. terneras, respecto del valor de armaduras, esclavos u objetos que aparecen en La
Ilíada y en La Odisea. Esto no significaba que dichos animales deberían
efectivamente cederse como pago en caso de realizar una adquisición, lo cual
hubiera complicado en exceso las transacciones. En efecto, podría haberse
objetado la falta de homogeneidad de los animales. Estos en realidad no
constituían sino una moneda de cuenta, un valorímetro o medida común de valor,
un tertium comparationis.
EMPLEO DE LOS METALES PRECIOSOS COMO MONEDA
Si bien la moneda de cuenta proporcionó una medida de valor (tertium
comparationis) y las mercancías-moneda se constituyeron en un instrumento de
pago (tertium-permutationis), los objetos que llenaron dichas funciones carecieron
de uniformidad en sus características. Por ello, no obstante la diversidad de las
mercancías-moneda empleadas, los metales preciosos, que también llenaron esa
función, fueron adoptados en todas las sociedades como instrumentos de medida
de valor y medios de pago predilectos, toda vez que, en relación con otras
mercancías, ofrecían las siguientes ventajas:
Tener un valor intrínseco considerable, característica que cobro una
importancia decisiva a medida que las transacciones comerciales alcanzaron
valores de consideración.
Ser inalterables, en efecto los metales preciosos no se oxidan al contacto con el
aire y su deterioro por la acción de los agentes naturales es mínimo.
De fácil transporte. Independientemente de su elevado valor intrínseco, los
metales preciosos ofrecen, en relación con otros materiales, amplias facilidades de
transporte.
6. De calidad relativamente constante. A diferencia de otras mercancías (las
pieles, por ejemplo) la homogeneidad de los metales preciosos está prácticamente
garantizada.
Ser objeto de una demanda constante. Por los múltiples usos a los que se les
puede destinar, los metales preciosos han sido en todas las épocas objeto de una
demanda sostenida.
Ser relativamente escasos. No es posible producir metales preciosos
artificialmente, con lo cual su cantidad no sufre alteraciones de consideración, lo
que les permite conservar su alto valor intrínseco.
Ser perfectamente divisibles. La posibilidad de fraccionar los metales preciosos
en partes iguales de idéntico valor o fusionarlos, reviste una importancia primordial
en el campo monetario, pues permite adaptarlos a operaciones comerciales de
magnitud diversa.
EVOLUCIÓN DE LOS METALES PRECIOSOS COMO MONEDA
Originalmente los metales preciosos no sólo fungieron como moneda, sino que
conservaron, además, su carácter de mercancía. Posteriormente, y en forma
paulatina, fueron cobrando un aspecto especial que los fue diferenciando cada vez
más de otras mercancías y les dio forma y atributos adecuados a su función
específicamente monetaria.
De la moneda pesada y ensayada a la moneda contada. Cuando se emplearon
los metales preciosos en las transacciones comerciales en forma de lingotes,
barras o adornos, era necesario ensayarlos y pesarlos para determinar su valor en
cada operación. Para superar este inconveniente, se optó por grabar una marca
en el lingote o barra, para testificar su calidad y su peso. Tal señal debía proceder
de personas que gozaran de la confianza general: comerciantes o banqueros de
7. prestigio reconocido. A partir de este momento, los lingotes o barras sólo serían
contados.
Del lingote a la pieza. En forma paralela a la evolución anotada, la moneda sufre
modificaciones en su presentación material. Abandona la forma de lingote, barra o
adorno, y adopta características más acordes con su uso monetario. Aunque en
un principio fue de forma irregular, como lo testimonian las primeras monedas
griegas conservadas hasta el presente, con el tiempo se propendió a regularizar
sus características físicas, dándosele la forma ovoide y, finalmente, la del disco
plano.
De la moneda facultativa privada a la obligatoria pública. Por lo expuesto
hasta aquí, se aprecia que es la costumbre la que hace que en una sociedad dada
se adopte como moneda tal o cual mercancía y que fueran algunas
personalidades privadas las que asentara las primeras marcas sobre monedas
metálicas. En esas condiciones los particulares y los cambistas las recibían
porque querían, pues no existía ninguna disposición legal que los obligara a ello.
Cuando el uso de la moneda metálica se generalizó, llegó un momento en que los
poderes públicos intervinieron para sancionar su uso. Así, fue el Estado quien
marcó las monedas para certificar su peso y su calidad, otorgando a las mismas
una consagración oficial que dio un nuevo estímulo a su circulación y a su
aceptación.
Si se reflexiona un poco, se llega a la conclusión de que los diversos tipos de
moneda que coexisten actualmente en la circulación (moneda fraccionaria o de
vellón, generalmente metálica; los billetes de banco y la moneda escritural) llenan
las funciones que enumera la definición transcrita y, si acaso, cabe precisar que
algún tipo de ella llena mejor una función que otra.
8. 3. CRITERIO
Esta investigación nos indica la historia de la moneda, desde la antigüedad
cuando se realizaba el trueque o intercambio de productos entre diversas tribus
para cubrir la necesidades que tenían las personas, posteriormente conforme paso
el tiempo se empezó a utilizar materiales preciosos como medios de pago, y ahora
se utiliza a nivel mundial la moneda, dentro de lo que es el sistema económico y
monetario, aunque la moneda tiende a cambiar dependiendo el país de origen, es
muy utilizada.
4. BIBLIOGRAFÍA
Libro: Curso de Teoría Monetaria y Política Financiera.
Autor: Roberto Martínez Le Clainche
Año: 1996