El niño escucha una voz que cree que es su mamá mientras busca a su mamá en la quebrada. Siente miedo cuando se da cuenta que no es su mamá. Su abuela le cuenta sobre el gritón, un espanto, y lo regaña a su mamá porque el niño aún no ha sido bautizado. Su mamá y papá deciden bautizarlo rápido para protegerlo del gritón. Después del bautismo el niño recibe regalos incluyendo una bicicleta que siempre había querido.
1. El griton
Un día, cuando termine clase me fui corriendo para mi casa a contarle a mi mamá
que había sacado cinco cero (5.0) en matemáticas. Llegue y mi abuela me dijo
que estaba en la quebrada jabonando, así que corrí a buscarla. Cuando estaba
cerca le grite:
- ¡mamá, mamá!.
A lo lejos escuche una voz su voz que me decía:
-“acá mijo, venga”
Bajé corriendo emocionado, y volví a escuchar la voz “acá mijo, venga” cuando
me iba acercando a la sequía, mire que las hojas de los arboles caían y era raro,
porque no había viento, un perro aullaba feisisimo, y no sé por qué, sentí miedo.
Volví a escuchar la voz que gritaba “venga mijo, venga” pero, no era la voz de mi
mamá. Así que me di la vuelta y aunque soy pequeño, corrí muy rápido a mi casa
otra vez. Llegue y le conté a mi abuela, ella dijo que mi mamá estaba en la
quebrada de arriba, yo había ido a la de abajo. Me puso un escapulario de la
virgen del Carmen, bajó unas ramas secas que tenía en el soberado y empezó a
limpiarme. Me contó acerca del gritón, un espanto que se hace escuchar con
unos gritos que hacen dar mucho miedo.
Cuando mi mamá llegó, mi abuela la regaño, porque yo ya tenía 5 años y estaba
sin bautizar y por eso era que el gritón me quería llevar.
Mi mamá me tomo de la mano y me llevo buscar a mi papá, quien a pesar de que
vive muy cerca a mi casa, andaba muy perdido y últimamente, no me había
ayudado con nada. Cuando lo encontramos, le contó todo, él dijo que iba a pedir
prestada plata para hacerme bautizar rápido.
A mí se me quitó el susto, me puse muy contento, porque acá en mi tierra para
los bautismos, le compran ropa nueva, se pela cuy y gallina, compran ponqué,
invitan mucha gente que le lleva a uno regalos o plata. Por fin me comprarían la
bicicleta que tanto quería, ya no iba a tener a madrugar tanto para ir a la escuela.
¡Me olvide del espanto!
Ahora, cuando escucho a mi abuela decir que el gritón es malo, pienso que no es
así (pero no le digo nada) a mí, después de que lo oí, me pasaron cosas buenas,
me compraron ropa, me pelaron cuy, ya no madrugo tanto porque tengo bicicleta
2. para ir a la escuela y la profesora no me regaña por llegar tarde, mi madrina me
da moneda para el descanso y mi papá está más pendiente.
Un compañero, va a decir también que el gritón lo llamo, para ver si le hacen
una fiesta de bautismo y le compran una bicicleta y un balón. Ese es un secreto
de los dos.