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El ranchito de calderon
1. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES
AZCAPOTZALCO
Historia de México 1
Proceso: “El ranchito de Calderón,
al pie de los volcanes...”
Profesora:
Susana Huerta González.
Alumno:
Denisse Arista Escobar.
Grupo:
315
Ciclo Escolar: 2010-2011
2. El ranchito de Calderón, al pie de los
volcanes...
Juan Pablo Proal.
AYAPANGO, MÉX., 15 de marzo (Proceso).- “El presidente sólo viene de
vez en cuando, si acaso una vez al mes”, dicen los lugareños. No son giras
de trabajo; por el contrario: Felipe Calderón se encierra en el rancho San
José, una propiedad que no es nada ostentosa ni está a su nombre, pero
en la que ya se construye un cuartel militar y se muda el basurero que
colindaba con el predio, en tanto que el ayuntamiento recibió una
solicitud para introducir agua potable, con recursos municipales.
Es la estancia de placer de la pareja presidencial…
El rancho se ubica en este municipio, Ayapango, un “pueblo con encanto
del Bicentenario”, según lo llama el gobierno de Enrique Peña Nieto; una
comunidad marginada, con problemas de agua, desempleo y migración,
según la describen sus habitantes.
El secretario general del ayuntamiento, Édgar López Aguilar, dice que
Diego Heriberto Zavala Pérez, suegro de Calderón, compró la finca a
mediados de la década pasada. En el Registro Público de la Propiedad del
Estado de México el rancho parece no existir, pues no aparecen los
documentos correspondientes, y los dos militares que custodian la
entrada niegan que pertenezca a los familiares del presidente.
Pero el rancho existe y el gobierno federal lo reconoce. De noviembre de
2006 a la fecha, la Presidencia de la República ha desembolsado 4
millones 618 mil pesos para adecuar el lugar de descanso, habitado la
mayor parte del tiempo por los suegros de Calderón. Ese presupuesto
incluye la construcción de un cuartel militar, de acuerdo con las
solicitudes de información 0210000115009 y 0210000114709, publicadas
en la página del IFAI.
El gasto de recursos públicos abarca: 2 millones 882 mil 744 pesos en
materiales de construcción; 51 mil 750 del “proyecto ejecutivo”; 784 mil
465 pesos en material eléctrico; 248 mil 676 pesos para renta de
sanitarios; 220 mil 7 pesos de una planta de luz; 71 mil 315 pesos en una
3. toma de agua; 72 mil 42 pesos de un pararrayos, y 287 mil 683 pesos en
equipamiento.
Adicionalmente, la Presidencia de la República gastó el año pasado otros
144 mil 424 pesos en hospedaje y alimentación, más 85 mil 126 pesos en
transporte.
Esporádicamente, las aspas del helicóptero presidencial sacuden la zona
enclavada en las faldas de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl.
Calderón llega escoltado por el Estado Mayor Presidencial. Las visitas
suelen ser un sábado al mes, por la tarde.
Por tierra, el paseo es distinto. Para llegar aquí hay que pasar por Chalco,
todavía inundado de aguas negras por las lluvias de febrero. El tránsito es
lento.
Después de esto, letreros que ofrecen estancias maravillosas en sitios a
los que se califica de “paradisiacos” comienzan a inundar la carretera en la
zona de Amecameca, a unos minutos de llegar al rancho de los suegros de
Calderón: “Parque de los Venados Acariciables”. “Pase un día con tigres”.
“Parque ecológico rancho La Mesa”.
La mayoría de los 5 mil 947 pobladores de Ayapango debe utilizar las
combis que los comunica con Amecameca-Chalco y el Distrito Federal,
casi su única fuente de empleo. Sin tráfico, el recorrido toma dos horas;
los congestionamientos suelen hacerlos durar el doble.
Benigno Valencia López es de los pocos habitantes que decidió quedarse
en el pueblo. Es agricultor, siembra avena, maíz y frijol justo a un lado del
rancho de los Zavala.
“Aquí ya casi nadie vive; se van al Distrito Federal para hacerla de
policías”, lamenta con el rostro prieto, agrietado por el sol.
La primera impresión del lugar es grata. El pueblo se caracteriza por sus
angostas calles empedradas con banquetas perfectamente pintadas. La
mayoría de las casas fueron inspiradas en un estilo afrancesado y están
construidas con adobe y piedras rojizas. Predominan los techos a dos
aguas, con oscuras tejas de barro. Por su apariencia, Televisión Azteca
decidió filmar aquí, en 2009, la telenovela Enteramente tuya.
4. Tras bambalinas, lejos de ser una comunidad próspera, Ayapango está
sumida en la pobreza.
“Podemos tocaren las casas y a veces nos encontramos con gente que no
tiene qué comer en sus hogares”, expone el secretario general del
ayuntamiento, Édgar López Aguilar, quien se queja de las magras
participaciones hacia el municipio, considerado “de marginalidad muy
baja”.
En los hechos, las autoridades locales estiman que casi dos terceras
partes de la población del distrito de Pahuatlán emigró a Canadá o
Estados Unidos.
“Nosotros creamos nuestro propio empleo. Ya quedan muy pocos; la
mayoría huye al Distrito Federal”, secunda José Pilar Peña, productor de
leche desde hace 50 años. No es cualquier personaje: es compadre del
suegro del presidente.
Un día, Diego Zavala le pidió a José Pilar reforestar el rancho San José,
sembrado de maíz, avena y alfalfa. Él accedió, y gracias a su trabajo se
estrechó la relación. Zavala apadrinó el bautizo de su hijo, Antonio Peña
Reyes.
José Pilar Peña es testigo de la prosperidad de Diego Zavala: “Ha
comprado algunas hectáreas más”, dice, y calcula que actualmente el
predio tiene unas 20. Empleado del rancho entre 1995 y 1997, dice que
actualmente trabajan ahí alrededor de 10 habitantes de Ayapango.
Como a muchos en el pueblo, las lluvias de febrero le pegaron a José Pilar
Peña. Él y otros 20 productores de leche estuvieron a punto de perder las
pocas vacas con las que elaboran sus quesos artesanales.
Dos ancianos quisieran que llegara más agua, pero a sus casas… Aseguran
que desde la llegada de los Zavala el suministro comenzó a escasear. Uno
de los habitantes más viejos del pueblo se queja de que al menos dos
veces por semana el agua ya no llega a su vivienda.
López Aguilar cuenta que hace 12 años los suegros de Calderón pidieron
que el ayuntamiento, con sus propios recursos, estableciera una red de
agua potable para alimentar al rancho, ubicado a 10 minutos de la
cabecera.
5. El entonces alcalde accedió, pero la comunidad se lo reprochó
airadamente. Mercedes Gómez del Campo, madre de Margarita Zavala,
“dijo que mejor lo dejara así, que no quería tener problemas con la
población”.
No es el único problema que ha tenido la propiedad de los suegros de
Calderón. Cualquier habitante del lugar que quiera pasar por el camino del
rancho San José se enfrenta con un retén de dos soldados que suelen
catear a los intrusos e impiden el paso de vehículos.
En la zona destaca un tractor. El operador de la maquinaria confió que
fueron contratados para deshabilitar el basurero municipal, que colinda
con la propiedad, y pasarlo enfrente, donde no afecte a los Zavala.
A simplevista, más allá de otros cuatro soldados que custodian la entrada
al rancho San José, el inmueble parece integrado sólo por una modesta
casa de un piso, un área verde dondepastan 10 vacas y decenas de metros
de terreno baldío.
El ayuntamiento no autorizó la construcción del cuartel, aunque el Estado
Mayor Presidencial justifica la obra porque es su deber “garantizar la
seguridad del presidente”, según el artículo cuarto de su reglamento. De
cualquier forma, en ese paraje no se percibe cuartel alguno.
La inversión del gobierno federal también incluyó una cancha de futbol
rápido, construida con recursos de la Sedesol.
Esta nueva área deportiva luce desierta, como el resto de Ayapango,
donde 4 mil 25 de los 5 mil 947 pobladores no es derechohabiente de los
servicios de salud, una de las tantas razones por las que migran al Distrito
Federal.
Aquí, las comodidades son para los turistas, para quienes pueden pagar
más de 2 mil pesos por un masaje en el spa de la hacienda La Ratana, para
los productores de telenovelas o para el presidente de la República y sus
familiares.
Reportaje publicado en la edición 1741 de la revista Proceso, actualmente
en circulación.
6. Aprendizajes del Reportaje Elaborado.
No puedo creer cuanto dinero es que se invierte, en los placeres de unos
cuantos, cuando más del 50% de la población, no tiene que comer, ni un
lugar digno donde vivir, comunidades marginadas, en la que los niños no
tienen zapatos, ni una cobija, y el presidente, derrocha dinero, en el
rancho de sus suegros, donde hay canchas de fútbol rápido, un cuartel del
ejercito, y lo peor de todo es que no lo hace con sus ingresos, si no con el
de todo los mexicanos que pagan sus impuestos.
Me da mucho coraje que México sea un país tan pobre y unos cuantos
tengan estos lujos, queno son necesarios, y si quisieran hacer tales gastos
en su “bienestar” mínimo fuera con sus recursos y no aprovechando lo de
los demás, ni los de Sedesol, no obras hidráulicas con recursos del
municipio, cuando solo beneficia a una familia, la del presidente.
Bibliografía
http://www.proceso.com.mx/