El VIH se transmite principalmente a través del sexo sin protección, la transmisión vertical de madre a hijo, el compartir de jeringas, los trasplantes de órganos infectados y las transfusiones de sangre infectada. Los síntomas incluyen falta de energía, pérdida de peso, fiebre y sudoración excesiva. El tratamiento consiste en una combinación de medicamentos antirretrovirales que no curan el SIDA pero ayudan a vivir más tiempo con una mejor calidad de vida.