Debido a factores como la acidificación del agua, la sobrepesca, la contaminación y la pérdida de hábitat, muchos animales acuáticos como la foca monje mediterránea, la vaquita marina, el tiburón blanco, la tortuga boba, la ballena gris y el pingüino africano ahora están en grave peligro de extinción, con algunas especies teniendo menos de 600 individuos restantes.