Discipulado. serie manejo de emociones, actitudes y valores. el respeto
1. MINISTERIO APOSTÓLICO DE RESTAURACIÓN CASA NUEVA…
Pfta. Elizabet de Quintero.
GRUPO DE RESTAURACIÓN:
SERIE: MANEJO DE EMOCIONES, ACTITUDES Y VALORES.
2. EL RESPETO:
1. DEFINICIÓN:
Consideración, acompañada de cierta sumisión, con que se trata a una persona o
una cosa por alguna cualidad, situación o circunstancia que las determina y que
lleva a acatar lo que dice o establece o a no causarle ofensa o perjuicio.
Consideración de que algo es digno y debe ser tolerado.
"el respeto a los derechos humanos; el respeto a la libertad de expresión; el
respeto al propio cuerpo"
El respeto (del latín respectus, «atención» o «consideración») es la consideración
y valoración especial que se le tiene a alguien o a algo, al que se le reconoce valor
social o especial diferencia. Muchas formas de respeto se basan en la relación de
reciprocidad (respeto mutuo, reconocimiento mutuo, etc.), sin embargo, en lo que
se refiere al respeto de las personas hacia objetos, costumbres e instituciones
sociales, se fundamenta en otras consideraciones diferentes de la reciprocidad.
2. ¿POR QUÉ SE DEBE CULTIVAR EL RESPETO?
Hijos de Casa Nueva, si entendemos el respeto como honra, entonces el Ap.
Pablo nos exhorta que debemos honrarnos como hermanos. Rom. 12:10. Uno de
los valores que hemos dejado de practicar y enseñar es el respeto. El respeto es
un valor cívico, educativo, moral y espiritual. El respeto se demuestra con
palabras, gestos, actitudes, ademanes y hechos. El respeto se expresa hacia
personas, objetos, lugares y eventos. El respeto viene a ser como la expresión de
reconocimiento de alguien, de algo o de un lugar o de un evento por el cual nos
comportamos de una manera coherente.
2. MINISTERIO APOSTÓLICO DE RESTAURACIÓN CASA NUEVA…
En algunas partes del mundo no está bien visto que los niños estén de pie al lado
de un adulto sentado, pues quedarían por encima de él. Por eso se sientan en el
suelo junto a él como señal de respeto. También demuestran su respeto a los
mayores evitando darles la espalda. Por supuesto, cada cultura tiene su forma
particular de mostrar respeto a los demás. En cualquier caso, este ejemplo nos
recuerda el siguiente mandamiento de la Ley mosaica: “Ante canas debes
levantarte [en señal de respeto], y tienes que mostrar consideración a la persona
del envejecido” (Lev. 19:32). Lamentablemente, en muchos lugares se ha perdido
el respeto que antes había hacia la gente. De hecho, la falta de respeto está a la
orden del día.
3. ¿QUÉ ENTENDEMOS POR RESPETO HORIZONTAL Y VERTICAL?
En Marcan, tenemos la enseñanza de respetar a nuestras autoridades, esa idea
nos habla de honra o respeto vertical, entendiendo que al primero a quien le
debemos respeto es a Dios, a nuestros pastores o coberturas terrenales, a
nuestros padres físicos, y a nuestras autoridades humanas. En esta verticalidad,
también tenemos personas bajo nuestra cobertura, bien sean hijos espirituales,
empleados, estudiantes, o cualquier persona bajo nuestra responsabilidad, sin que
ello implique para nosotros en lo humano superioridad e inferioridad, sino más
bien niveles de responsabilidades diferentes, entendiendo que en nuestra visión el
único superior es Dios.
Pero también hablamos de respeto horizontal, refiriéndonos a toda la gente que
está a nuestra par, compañeros de estudios, de trabajo, de ministerio, amigos,
vecinos, etc. La Palabra de Dios da mucha importancia a honrar a los demás, es
decir, a tratarlos con profundo respeto. Por ejemplo, nos exhorta a honrar a
Jehová y a Jesús (Juan 5:23). También nos manda honrar a nuestros familiares, a
nuestros hermanos en la fe y a personas que no pertenecen a la congregación
cristiana (Rom. 12:10; Efe. 6:1, 2; 1 Ped. 2:17). Ahora bien, ¿cómo podemos
demostrar que respetamos a Jehová? ¿De qué maneras mostramos respeto por
nuestros hermanos? Analicemos estas preguntas y otras cuestiones relacionadas.
En el caso del rey David, el respeto es la lealtad, el reconocimiento, y el valor que
da al rey Saúl aun cuando este está tratando de matarlo. Saúl llego a sentir tanta
envidia, celos, y temores por la fama, el liderato, y lo que David estaba haciendo
que había determinado borrarlo de la tierra. Aun mas, el hecho de sentirse
descalificado por Dios y sustituido por David lo hacía sentirse amenazado hasta el
punto en su razonamiento solo estaba la alternativa de matar a David para
mantenerse como rey. Es por ello que, está decidido en perseguir a David por
todos los rincones del territorio y aun en las partes donde dominan los filisteos o
los moabitas (1 Samuel 20:31,33).
3. MINISTERIO APOSTÓLICO DE RESTAURACIÓN CASA NUEVA…
4. ¿QUÉ RELACIÓN GUARDA EL RESPETO CON LA CONFIANZA?
El Ap. Pablo escribió: “No critiques severamente a un hombre mayor. Por el
contrario, ínstale como a un padre, a los de menos edad como a hermanos, a las
mujeres de más edad como a madres, a las de menos edad como a hermanas,
con toda castidad. Honra a las viudas que realmente son viudas” (1 Tim. 5:1-3). En
efecto, la Palabra de Dios nos exhorta a honrar a todos los miembros de la
congregación cristiana. Pero también el Apóstol Pablo nos alertó de personas
indignas de nuestra confianza, (2 Timoteo 3:1-4).
El mayordomo en los tiempos Bíblicos era usualmente un sirviente, o en algunos
casos un esclavo, que se había merecido el respeto y la confianza del amo de la
casa. Esta confianza era tan completa que el amo ponía en sus manos toda la
operación de su estado. Lo que era aun más único en esta relación era el hecho
de que el mayordomo asumía esencialmente el poder y la influencia de su amo y
vivía el mismo estilo de vida. Mientras el mayordomo se mantenía fiel, se le
permitía estos privilegios especiales. Como diríamos hoy en día, "¡Era un buen
trato para el mayordomo!"
Otro personaje Bíblico bien conocido es José. Encontramos su historia también en
Gén. 39:8. José está hablando con la esposa de su amo Potifar y está rehusando
llevar a cabo sus planes malvados con él: "Y él no quiso, y dijo a la mujer de su
amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha
puesto en mi mano todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa, y
ninguna cosa me ha reservado sino a tí, por cuanto tú eres su mujer; ¿Cómo,
pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?
Amados hijos de Casa nueva, a mayor confianza que alguien nos otorgue, que
nuestra cobertura nos brinde, mayor respeto debe existir, en honor a esa
confianza.
Dios con ustedes. Isaías 41:10.
Suya en Cristo,
Elizabet de Quintero.
Caracas – Venezuela.