Verdad

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¿Quién envía misioneros?
por Robert Breaker III
copyright 2000
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en línea.
Hay un buen libro por ahí sobre Misiones. Te dirá todo lo que quieras saber
sobre misiones, y algo más. Se llama el libro de los Hechos, y se encuentra en la Santa
Biblia. Las misiones, tal como las conocemos hoy, comenzaron con Jesucristo. Fue el
primer misionero con el evangelio. Llegó un largo camino hacia un pueblo que no lo
aceptó. Pero, él tenía unos pocos conversos. Después de regresar al cielo, los dejó para
continuar el trabajo. De eso se trata la misión. Un hombre lleva el mensaje, y luego deja
que los que él gana vayan y hagan lo mismo con su propia gente.
Pero, la pregunta debe preguntarse hoy: "¿Quién llama misioneros?" ¿Quién los envía?
Damos por sentado que todos los misioneros son enviados por Dios. Pero, ¿es esto así?
Hay muchos hoy en día que dicen ser misioneros y ni siquiera son enviados desde una
iglesia. Incluso hay muchas iglesias y cultos falsos que envían misioneros, pero no son
de Dios, ya que predican un falso evangelio. Y, ¿qué pasa con los hombres que van al
campo misionero que nunca han sido llamados? ¿Deberían estar allí? Bueno, echemos
un vistazo a las cuatro entidades en la Biblia que llaman y envían misioneros, y veamos
si podemos encontrar las respuestas a estas preguntas y más.
¡La primera persona que llama misioneros y los envía es Dios! En Hechos 13:
2 y 4 leemos: "Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo:
Sepárenme a Bernabé ya Saulo para la obra a la que los he llamado". Vs 4 "Entonces
ellos, enviados por el Espíritu Santo, se fueron a Seleucia; y de allí navegaron a
Chipre". De estos versículos, vemos que Dios estaba detrás del llamado y envío de estos
hombres para ir, y los separó para ese propósito. Esto nos muestra que Dios tiene
personas específicas a las que llama para que vayan a áreas específicas a predicar. Pero,
¿cómo sabemos quiénes son hoy y a dónde deben ir? La mejor manera es ayunar y orar,
como lo hicieron aquí Pablo y Bernabé. Y definitivamente lea las Escrituras para guía.
Luego, cuando Dios le muestra a un hombre su voluntad, y adónde quiere que vaya, ese
hombre debe hacer lo que Dios manda.
Demasiados hoy han rechazado el llamado de Dios a un campo misionero. Cuán cierto
es el sonido de este verso conocido: "La cosecha es verdaderamente abundante, pero los
obreros son pocos (Mateo 9:37)". Mira a Jonás a quien Dios llamó a predicar a Nínive.
Se negó, y lamentó mucho que lo hiciera. Entonces, cuando finalmente decidió irse, no

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fue un amor por la gente lo que lo persuadió, sino el temor de ser tragado por una
ballena.
Entonces, cuando Dios llama, un hombre necesita asegurarse de que también tenga una
carga. La carga no es la llamada, y la llamada no es la carga. El llamado viene primero y
obligará al hombre a irse, y la carga viene después, y obligará al hombre a permanecer
en el campo. Jonás no tenía ninguna carga para los gentiles y se fue tan pronto como
pudo. Y, terminó su ministerio con amargura y enojo. Así no es como debería ser.
La segunda entidad que envía misioneros es la Iglesia Local. En Hechos 13: 3,
leemos: "Y cuando ayunaron y oraron, y les impusieron las manos, los despidieron". El
"ellos" se refiere a la iglesia. Sí, la iglesia local es una entidad que puede enviar
misioneros y ayudarlos. La mayoría de los creyentes de la Biblia de hoy son enviados
de una iglesia local. Pero, muchos también son enviados de una "Junta de la Misión".
Por favor, no me malinterpretes. No estoy en contra de los Consejos de Misiones, pero
decir que un Consejo de Misiones te envía es un pequeño bazar y no es bíblico. Cuando
la gente me pregunta de dónde salgo como misionera, digo: "Iglesia Bautista Bíblica".
Estoy siendo enviado por mi iglesia local, pero tengo una junta de misiones que me está
ayudando. No encuentro nada malo en una tabla de misiones. La única tabla que
encuentro en la Biblia fue para ayudar a un misionero. Fue el tablero en el que Paul
flotó cuando naufragó. Y, no veo que la junta le diga qué hacer o que tenga autoridad
sobre él. Muy por el contrario, estaba allí para ayudarlo. ¡Y los misioneros necesitan
toda la ayuda que puedan obtener! Pero, su propia iglesia local debería ser su mejor
aliada, y sostenerlos en oración y ayuno, tal como lo hizo la iglesia en Jerusalén para
Pablo y Bernabé.
La tercera entidad que envía misioneros es el hombre mismo. El hombre puede decidir
cuándo y dónde irá. Él tiene libre albedrío, y en última instancia decide su propio
destino. En Hechos 15:36, Pablo decide que irá a algún lugar y hará algo. Pero, en
ninguna parte del versículo, ni de los que lo rodean, dice que Dios dijo "sepárense a mí,
Pablo y Bernabé ..." como lo hizo en el capítulo 13 de Hechos. ¿Llamó Dios a Pablo
para ir a estos lugares, o ¿Se decidió a ir él mismo? Te dejaré decidir eso por ti mismo.
Pero, les diré que en Hechos 21: 10-14, a pesar de las advertencias del Espíritu Santo y
de los hermanos, Pablo decidió que iría a Jerusalén de todos modos, aunque fuera en
contra del plan de Dios.
Eso me muestra que un hombre puede llamarse a sí mismo a un campo de misión e
incluso ir, pero Dios no está en él. Dios puede bendecirlo, como Pablo vio a algunos
salvados en Jerusalén y Roma. Pero, esa es la voluntad permisiva de Dios, y no su
voluntad directiva. He conocido a varios misioneros que están yendo a un campo, y no
tienen testimonio de la salvación, o de un llamado al campo. Algunos incluso me han
dicho que ni siquiera tienen una carga para la gente. Simplemente van porque ganan
más dinero como misioneros o van a pasar tiempo con su familia en un país extranjero.
Es enfermizo pensar que hay "misioneros" que van al campo y que no tienen un llamado
de Dios en sus vidas. ¿Harán algo? Si usted es un pastor que está leyendo esto, obtenga
el testimonio de los misioneros que vienen a su iglesia pidiendo apoyo. Hay demasiados
"modales" en la delegación hoy en día. ¡Debemos asegurarnos de que nuestro dinero
misionero vaya a aquellos que tienen un llamado de Dios en sus vidas y están dispuestos
a trabajar para el Señor!

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Finalmente, la última entidad que llama misioneros es el mismo diablo.
¿Sabías que la Biblia lo llama "ángel de luz"? Mira lo que dice en el mismo pasaje. "Por
lo tanto, no es gran cosa si sus ministros también se transforman como ministros de
justicia; cuyo fin será según sus obras (2 Corintios 11:15)". ¿Viste eso? El diablo tiene
ministros que parecen ser ministros de justicia. Eso significa que el diablo también debe
tener algunos misioneros. ¿Te das cuenta hoy que los mormones tienen un "misionero"
en todos los países de este mundo excepto en dos? ¡Y, el testigo de Jehová 'tiene
"misioneros" en cada nación en esta tierra! Qué triste es que aquellos que tienen la
verdad no hagan nada con eso, pero los cultos, y los que tienen una mentira, harán todo
lo posible para tratar de contarles a los demás. La triste verdad de hoy es que el diablo
tiene más misioneros que los creyentes en la Biblia. ¿Cómo podría ser esto? Sólo puede
haber una razón. ¡No estamos haciendo nuestro trabajo como creyentes en la Biblia para
seguir el libro de Hechos e ir a todo el mundo y predicar el evangelio! Necesitamos
volver a la oración y al ayuno como Pablo y Bernabé y preguntarle a Dios: "¿A dónde
me quieres ir y qué me quieres hacer?" ¡Ojalá tuviéramos cuidado y preocupación por
los perdidos! De eso se trata la misión. Cristiano, ¿orarás por y para las misiones?