1. ¿Es el servicio de salud un bien público?
El marco de un bien privado es ser excluyente y rival al consumo, es decir, que
al poseer un bien o servicio, se impide que otra persona pueda disfrutar de este y
además, se extingue por completo su beneficio. Por otro lado, un bien público es no
excluyente ni rival al consumo, o sea, cualquiera puede utilizar el bien o servicio sin que
su uso reduzca la capacidad de otros. También, genera beneficios a personas no
involucradas directamente en la transacción. Entonces, teniendo en cuenta la diferencia
entre un bien público y privado, ¿El servicio de salud es un bien que permite que
absolutamente y sin importar las circunstancias todos puedan gozar de sus beneficios
directa o indirectamente?
Para comenzar, es importante mencionar que la salud pública no es un derecho,
pero se toma ese término para que se responda a las necesidades, pues hay una
deficiencia del servicio brindado.
Además, para distinguir entre la salud pública de la salud privada, se tienen como
criterios útiles los objetivos de la salud pública, que necesitan de una acción colectiva
donde resaltan las teorías morales y políticas dirigidas al bien común. Asimismo, se
requiere una política distributiva basada en un acuerdo generalizado para poder llegar
a todos de forma equitativa. Pero, en la realidad, a pesar de tener una buena
administración, se presentará una desproporción entre la cantidad de servicios que se
puede ofrecer a la población ya que a medida que aumentan los hospitales con fines de
lucro, más médicos firman contratos que los cargan con pacientes asegurados. Por lo
que se hace cada vez más difícil para las personas sin seguro acceder al sistema.
Para establecer el servicio de salud como un bien público es importante que la
sociedad en conjunto presente una estructura emocional o motivacional para el bien
común, más en la realidad no es así. Por ejemplo, los hospitales privados sin fines de
lucro, aparte de obstaculizar los procesos para poder gozar de los servicios de salud,
tienen un sistema que adopta los imperativos propios de la obtención de beneficios. Y
por otro lado, los hospitales con fines de lucro, limitan las operaciones de la sala de
emergencia o servicios en general para los que no son asegurados.
Si damos un enfoque donde no hay rivalidad al consumo, se requeriría la
dirección de una mejor cohesión social con fin al bien común. Sin embargo, existe la
desigualdad tanto como política como social y la falta de compasión y solidaridad por
los otros. Por ejemplo, las personas con más poder puedan tomar decisiones sobre el
sistema de salud que limiten la provisión colectiva que conducirá a un acceso limitado y
descuido de varias dimensiones de la atención de la salud.
En conclusión, el servicio de salud es un bien público y privado, ya que esto
funciona para llegar al objetivo del bienestar conjunto de la sociedad, una sociedad
saludable, pero por la falta de un caráctersocial hacia el bien común,el servicio de salud
se privatiza y si es público es limitado.
Fuentes:
Fisk, M. (2000). Toward a Healthy Society: The Morality and Politics of American Health
Care Reform. Estados Unidos: Kansas University Press.