1. SÉ DETERMINANTE
Texto Base: Ester 4: 16.
16
Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres
días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey,
aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.
Como ya sabemos, en los tiempos de la reina Ester se estaba cometiendo una injusticia con el pueblo judío, había un
decreto de muerte para todo aquel que perteneciera a esta nación a casusa del odio de un hombre cercano al rey de
Persia.
Ester, siendo la reina de toda Persia y demás provincias tomó una decisión determinante para su destino y el destino de
todo el pueblo judío: Ayunaron por tres días para pedir respiro y liberación a Dios para su pueblo, después de ese ayuno
se presentó al rey aún sin ser llamada (que era la costumbre formal), exponiendo su vida, pues quien no era llamado por
el rey y se presentaba en su recámara debía ser asesinado. Sin embargo, el rey extendió su cetro en señal de aprobación
a Ester (Ester 5: 2). (Y cuando vio a la reina Ester que estaba en el patio, ella obtuvo gracia ante sus ojos; y
el rey extendió a Ester el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces vino Ester y tocó la punta del cetro.)
que, Este mensaje de hoy nos enseña a ser determinantes en nuestras decisiones, aquellas que sabemos, aunque nos
cuesten vamos a obtener victorias más adelante. La determinación es un sinónimo de osadía, de valor: consiste en el cómo
se va a actuar para cumplir con alguna tarea o responsabilidad. ¿Te has puesto a pensar en cuántas veces tu falta de
determinación ha terminado en grandes consecuencias?, lo peor de todo es que esas consecuencias siempre afectan a las
personas que amamos y que nos rodean. Por ello, el día de hoy aprenderemos algunos consejos para ser determinantes
en nuestras vidas, veamos:
1. Ser determinante implica reconocer el primer lugar para Dios. (Ester 4: 16):
Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres
días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey,
aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.
A pesar de que en el tiempo que sucedió el decreto en contra de los judíos no se permitíamencionar a Dios, Ester reconoce
que lo primero que debía hacer era buscar su rostro en ayuno y oración, por ello convoca a un ayuno a todo el pueblo y
somete a sus doncellas a hacerlo; porque el primer lugar que ofrezcas en tu vida determina también el éxito de ella.
Debemos entonces preguntarnos lo siguiente: ¿Quién ocupa el primer lugar en mi vida? Fijémonos bien a quién le estamos
dando ese privilegio, porque es importante darle lo primero al primero (Mateo 22: 37-38). (Jesús le dijo: Amarás al
Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38
Este es el primero y grande
mandamiento.) Seamos determinantes en priorizar el lugar que Dios merece en nuestras vidas.
2. Ser determinante implica ser conscientes que nuestras actuaciones u omisiones repercuten en los que nos rodean.
(Ester 4: 13- 14):
Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Ester: No pienses que escaparás en la casa del rey
más que cualquier otro judío. 14
Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación
vendrá de alguna otra parte para los judíos; más tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe
si para esta hora has llegado al reino?
¿Crees que eres o estás en alguna posición laboral, familiar o espiritual porque sí? Recuerda que Dios es un Dios de
propósitos, el no obra teniendo en cuenta las casualidades. El lugar donde estás, lo que hoy eres y vives es con un propósito
determinante de Dios para ti y para los que te rodean (amigos, familiares, vecinos, compañeros de trabajo, clientes,
compañeros de clase, etc). Tienes que pensar siempre de qué manera tus decisiones afectarán al que te rodea, porque
ciertamente lo harán. A veces, seremos el único medio de que otros conozcan de Jesús, y que a través de nosotros Dios
2. se puede glorificar en la vida de las personas. Piensa que eres un libro abierto, escribe buenos capítulos para quien quiera
conocer de Jesús se deleite en cada letra.
3. Ser determinante en lo bueno y justo trae sus recompensas. (Ester 8: 16):
y los judíos tuvieron luz y alegría, y gozo y honra.
Seamos determinantes en decisiones que sabemos que traerán recompensas para aquellos que también esperan de
nosotros. Tenemos responsabilidades como padres, hijos, hermanos, sobrinos, nietos, primos, responsabilidades desde la
figura de amigo, jefe, compañero de trabajo, responsabilidades como creyente, como cristiano. Hoy es el día que lo
hagamos bien para recibir recompensas de nuestro actuar.
Querido Líder: Aprovecha tu grupo y ora por cada mujer que asiste, si puedes ten un detalle con ellas y hazles saber la
importancia que tienen en manos de Dios.