El cloroformo es un potente anestésico que causa una profunda depresión del sistema nervioso central y puede entrar en el cuerpo a través de la respiración, digestión o piel. La ingestión oral de solo 10 ml de cloroformo puede causar la muerte en humanos, y las exposiciones prolongadas o repetidas pueden dañar el corazón. El mecanismo de daño parece ser la oxidación hepática del cloroformo a fosgeno a través del sistema microsomal.