Este documento resume los principios y valores fundamentales de la doctrina social de la Iglesia. Describe los cinco principios clave: la dignidad de la persona humana, el bien común, el destino universal de los bienes, la subsidiariedad y la participación. También explica valores como la verdad, la libertad, la justicia y la solidaridad. El objetivo final es construir una sociedad más justa y fraterna basada en el amor a Dios y al prójimo.
2. En esta frase Jesús nos ha mostrado
el camino que nos llevará a la
autentica vida, pues es el camino que
nos acerca al Dios Trinitario.
Camino, verdad y
vida.
“Amarás al Señor tu Dios, con todo tu Corazón, con toda
tu alma y con toda tu mente y Amarás a tu prójimo como
a ti mismo.”
3. El hombre tiene en Dios su origen y su
finalidad
En Dios, Padre, Hijo
y Espíritu Santo
descubrimos a Dios
como amor y
comunión.
La fe trinitaria es el
punto de referencia
para la construcción
de la verdadera
sociedad humana.
El hombre, imagen
del Dios trinitario, es
un ser
esencialmente
social.
El ideal humano no
puede ser el
individuo, sino el
sujeto en relación
Padre, Hijo y Espíritu Santo
“Creó al hombre a su imagen
y semejanza”
4. Del mensaje evangélico surgen por tanto unas exigencias
frente a los problemas que se desarrollan en la sociedad.
En el esfuerzo de responder a estas
exigencias, la DSI ha ido desarrollando unos
principios que hacen referencia a la realidad
social en su conjunto.
Son el primer y fundamental parámetro de
referencia para la interpretación y valoración
de los fenómenos sociales y como guía para
la acción social.
5. Principios
Dignidad de la persona humana
El Bien común
El Destino universal de los
bienes
La Subsidiariedad
La Participación en la vida
social
6. Estos principios tienen carácter
…
TEÓRICO porque recogen conceptos y doctrinas que
tratan de explicar la realidad del hombre y de la
sociedad utilizando análisis filosóficos, teológicos y
formulas culturales cristianas que expresan
progresivamente una visión del hombre y de la
sociedad.
PRÁCTICO Y DINÁMICO porque inspiran e impulsan a
la acción en busca de un orden social más acorde con
esa visión teórica.
Validez UNIVERSAL si expresan verdades de fe o
elementos esenciales del orden moral natural.
7. DIGNIDAD DE LA PERSONA
HUMANA.
Toda la doctrina social de la Iglesia se desarrolla a partir del
principio que afirma la inviolable dignidad de la persona
humana.
Esta dignidad intrínseca le viene al hombre por ser imagen de
Dios.
Como imagen de Dios la vida humana resulta sagrada e
inviolable.
Cada hombre tiene valor absoluto.
La igualdad fundamental de los seres humanos ante Dios tiene
como consecuencia la imposibilidad de justificar ninguna
discriminación ante las leyes humanas.
La persona debe ser defendida contra cualquier intento social
8. DIGNIDAD DE LA PERSONA
HUMANA
DECLARACIÓ
N UNIVERSAL
DE LOS
DERECHOS
HUMANOS
proclamada por
las naciones
unidas en
1948, es uno
de los
esfuerzos más
relevantes para
responder a las
exigencias
imprescindibles
de la dignidad
Los derechos humanos suponen la expresión social de la
dignidad humana.
La declaración parte de un principio básico de origen
cristiano: Todos los hombres han sido creados iguales.
En la Sagrada escritura son muchas las referencias a los
valores y derechos fundamentales del hombre.
El mandamiento del amor se expresa en una firme
voluntad de reconocer y promover la dignidad y el derecho
del otro.
El Magisterio de la Iglesia ha proclamado la importancia
que tienen para la vida de las personas y las sociedades.
Juan Pablo II afirmó que esta declaración era el documento
que hay que considerar como una piedra que sostenga el
progreso moral de la humanidad.
Es deber moral de todos los cristianos el darlos a conocer,
denunciar sus violaciones y trabajar por su autentica
realización.
9. EL BIEN COMÚN
Conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a
las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno
y mas fácil de la propia perfección (GS 26)
Supone el compromiso por la paz, la correcta organización de los
poderes del Estado, un sólido ordenamiento jurídico, la
salvaguarda del ambiente, prestación de los servicios esenciales
para las personas, y una verdadera cooperación internacional en
vistas del bien común de la humanidad entera.
Exige la capacidad y la búsqueda constante del bien de los
demás como si fuese el propio bien.
Es un deber de todos aunque la responsabilidad máxima compete
al Estado pues es la razón de ser de la política.
Supone que los ciudadanos puedan acceder a los bienes
necesarios (materiales, culturales, morales y espirituales) para
gozar de una vida auténticamente humana.
10. DESTINO UNIVERSAL DE LOS
BIENES
Dios ha dado la tierra a todo el género humano para
que ella sustente a todos sus habitantes.
Nadie puede prescindir de los bienes que responden a
sus necesidades primarias pues éstos son
absolutamente imprescindibles para alimentarse, crecer,
comunicarse y desarrollarse plenamente como persona.
Éste es un derecho inherente al hombre que se
desprende de su dignidad intrínseca.
El destino universal de los bienes exige un esfuerzo
común dirigida a cada persona y a cada pueblo hasta
lograr que todos dispongamos de lo necesario para
nuestra plena realización.
11. DESTINO UNIVERSAL DE LOS
BIENES
La
propied
ad
privada
debe ser
accesibl
e a
todos
por igual
No se trata de abolir la propiedad privada,
sino de incentivar el que todos y cada uno
puedan disponer de ella, pues asegura lo
necesario para la autonomía personal.
La propiedad privada no es un derecho
absoluto.
Es un medio para el bienestar del hombre y
no un fin, sino convertiría al poseedor en
poseído.
Tratar la propiedad privada como derecho
absoluto atentaría contra el reparto
equitativo de los bienes, afirmando que el
rico tiene derecho a serlo aunque el pobre
12. DESTINO UNIVERSAL DE LOS
BIENES
Exige una
OPCIÓN
PREFERE
NTE POR
LOS
POBRES
Sin excluir otras pobrezas, se refiere a la
pobreza socioeconómica.
Pobreza injusta e incompatible con la
dignidad de la persona humana.
Pobreza consecuencia de las estructuras
de pecado y del pecado de quienes
sostenemos esas estructuras.
“Da de comer al que muere de hambre
porque si no le diste de comer, lo mataste”.
GS 69, Decretum de Graciano c.21
dist.86
13. SUBSIDIARIEDAD
Impide que los individuos y grupos intermedios pierdan
su legitima autonomía.
Todas las sociedades de orden superior deben ponerse
en una actitud de ayuda (apoyo, promoción y
desarrollo) conforme a las menores.
Diversas situaciones pueden aconsejar que el Estado
ejercite una función de suplencia.
Tiene una serie de implicaciones negativas si se
prolonga o extiende más allá de lo estrictamente
necesario, pues podría convertir a la entidad inferior en
dependiente permanentemente de dicha ayuda.
14. PARTICIPACIÓN
Es una exigencia fundamental de la naturaleza del
hombre cooperar a la realización del bien común,
porque todos somos miembros activos de la vida
socioeconómica, política y cultural.
A través de la participación en la cultura el hombre
recibe unos valores que son esenciales para su vida
y a su vez puede modificarlos y hacerlos avanzar.
La participación en la vida comunitaria es uno de los
pilares de todos los ordenamientos democráticos.
Especialmente grave es la situación en la que viven los
ciudadanos de países con un régimen totalitario, pues
el derecho a participar en la vida pública es negado
de raíz.
15. SOLIDARIDAD
“La solidaridad no es un sentimiento
superficial por los males de tantas
personas cercanas o lejanas. Al
contrario, es la determinación firme
y perseverante de empeñarse por el
bien común, es decir, por el bien de
todos y cada uno para que todos
seamos realmente responsables de
todos”. SRS 38
16. SOLIDARIDAD
El mundo fragmentado, el abismo Norte/Sur, lejos de
caminar en pro de reducir semejantes diferencias corre
en direcciones opuestas, unos desde la
sobreabundancia, hacia la pérdida total de sentido;
otros desde la agónica pobreza, hacia la muerte.
Las estructuras de pecado que dominan dichas
relaciones deben ser transformadas en estructuras
de solidaridad.
Es un compromiso de vida que busca siempre el
bienestar del otro a cualquier nivel
17. SOLIDARIDAD
La cumbre insuperable de la perspectiva indicada es la
vida de Jesús de Nazaret, el hombre nuevo, solidario
con la humanidad hasta la muerte.
A la luz de la fe, la solidaridad tiende a superarse a sí
misma.
El prójimo ya no es solamente un ser humano con sus
derechos y su igualdad con todos, sino que se convierte
en la imagen viva de Dios Padre, rescatada por la
sangre de Jesucristo y puesta bajo la acción
permanente del Espíritu Santo.
Debe ser amado, con el mismo amor con que le ama el
Señor, y por él se debe estar dispuesto al sacrificio,
incluso extremo: "dar la vida por los hermanos”.
18. Los hombres tienen una especial obligación de tender
continuamente hacia la verdad, respetarla y atestiguarla
responsablemente.
Solo desde la verdad las relaciones sociales podrán ser
fecundas y conformes a la dignidad humana.
Los medios de comunicación o la economía son ámbitos
donde la verdad juega un papel esencial para la trasparencia y la
honestidad.
Es imprescindible que la educación se esfuerce en crear
hombres y mujeres que valoren y se empeñen en la búsqueda
LA VERDAD
LOS VALORES FUNDAMENTALES DE LA VIDA SOCIAL
19. Como imagen de Dios el ser humano es un ser
libre.
No debe entenderse como la autarquía total del yo
sino como el derecho fundamental del pleno
autodesarrollo.
La plenitud de la libertad consiste en la capacidad
de disponer de sí mismo con vistas al autentico
bien en el horizonte del autentico bien universal
LA LIBERTAD
LOS VALORES FUNDAMENTALES DE LA VIDA SOCIAL
20. No es una simple convención humana porque lo que
es justo no está determinado originariamente por la
ley sino por la identidad profunda del ser humano.
Consiste en la constante y firme voluntad de dar a
Dios y al prójimo lo que le es debido.
La doctrina social complementa a la justicia con la
solidaridad llenándola así plenamente de sentido y
elevándola a un fin más alto a través del amor, el cual
presupone y trasciende la justicia.
LA JUSTICIA
LOS VALORES FUNDAMENTALES DE LA VIDA SOCIAL
21. “Amarás al
Señor tu
Dios, con
todo tu
Corazón,
con toda tu
alma y con
toda tu
mente y
Amarás a
tu prójimo
Verdad, justicia y libertad nacen y se
desarrollan de la fuente interior de la
caridad.
Caridad no es un elemento exclusivo de la
acción individual sino que supone el
elemento esencial sin el cual jamás se
podrán afrontar con eficiencia los
problemas del mundo.
El prójimo, se presenta en sociedad, de
modo que amarlo significa socorrer su
necesidad sirviéndose para ello de las
EL PRINCIPIO DE LA CARIDAD
SOCIAL
LA CARIDAD
22. “PARA LA IGLESIA EL MENSAJE SOCIAL
DEL EVANGELIO NO DEBE
CONSIDERARSE COMO UNA TEORÍA,
SINO, POR ENCIMA DE TODO, UN
FUNDAMENTO Y UN ESTIMULO PARA LA
ACCIÓN.
HOY MÁS QUE NUNCA, LA IGLESIA ES
CONSCIENTE DE QUE SU MENSAJE
SOCIAL SE HARÁ CREÍBLE POR EL
TESTIMONIO DE LAS OBRAS, ANTES QUE
POR SU COHERENCIA Y LÓGICA
INTERNA”.
JUAN PABLO II CA
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