4. Cruzar el paseo de Rosales, subir por
Marqués de Urquijo, girar a la
izquierda por Princesa, hasta la
Moncloa, pasar por el túnel que se
abre bajo las casas militares, hacia
Isaac Peral y al final de esa calle al
otro lado de la plaza de Cristo Rey
está el Clínico.
Llevaba el itinerario en la cabeza:
Marcos Alonso 1ºB
7. Alejandro Benedí Aunque el aparcamiento
del hospital estaba lleno,
1ºB Nº 5 encontró un hueco para
8. Fátima Tudela
Borraz N 22 2b
E.S.O.
Y ahora Adrian su novio
,también la llevaba a su
pesar , pues ella no quería
apartarse de la puerta de
los boxes.
10. Diseño del título
SUBTÍTULO
Cruzar el paseo de
Rosales, subir por
Marqués de
Urquijo, girar a la
izquierda por
princesa, hasta
Moncloa, pasar por
el túnel que se abre
bajo las casas
militares, hacia
Isaac Peral, y al
final de esa calle, al
otro lado de la
plaza de Cristo
Rey, estaba la
entrada del
Clínico.
Jorge Pallás
15. Hospital Clínico de Zaragoza
Aunque el aparcamiento del hospital Clínico estaba lleno, encontró un hueco para su
moto entre un todoterreno y un árbol. A continuación, se dirigió hacia las rampas
que conducían a urgencias. Nada más franquear la puerta de entrada, le llamó la
atención la gran cantidad de gente que había por allí.
Verónica Latorre 2º B
16. Y Javier se fue corriendo al
hospital a ver a su novia y vio
que en la sala de urgencias había
muchos heridos, y entre esos
heridos estaba la madre de su novia
17. Regresó a la sala de espera y
se sentó en la butaca en la
butaca en la que se había
encontrado Nuria.
Alicia Ramón 2º B
19. La noche era muy oscura.
Adrián levantó la cabeza y buscó la
luna.
No la encontró.
Ana Abad 4º B
20. DAVID ROY GUERRA
Claudio coloco la piedra sobre el pretil de la barabdilla y espero, con la mirada fija e
21. Canal imperial de
Aragón y Cataluña
El cauce del río, el pequeño río de
Madrid, que parecía artificial, de juguete,
completamente canalizado, lleno de
pequeñas represas, con pasarelas para
peatones y con pequeños balcones para
pescadores de pacotilla. Sus aguas ni
siquiera llegaban a mansas, pues en
realidad estaban estancadas.
• María Rivera
• 2ºB
22. Alfredo Gómez Cerdá
No tuvieron que esperar mucho tiempo. Un resplandor lejano los avisó de que se acercaba
un vehículo. En lo alto de la pasarela, Borja alertó a Claudio. Él debía tirar la primera piedra.
Carlos Magallón 4º B
23.
24. El lugar era perfecto.
El primer tramo de la carretera de Castilla, saliendo de la ciudad, se encontraba completamente
a oscuras. En cuanto se dejaba atrás el puente de los Franceses se entraba de lleno en la boca
del lobo. Solo los que habitualmente hiciesen ese recorrido podrían saber que a la izquierda se
hallaba el bosque de pinos de la casa de campo, y a la derecha, las praderas onduladas del
campo de golf. Y ni una sola luz. Ni siquiera se distinguía el perfil de los árboles centenarios
recortando caprichosamente la noche. Todas las farolas que tachonaban la carretera estaban
apagadas, sin duda por alguna avería.
25. “Ahora le tocaba el turno a Borja, seguro que
él no iba a fallar”
Luis Rubio 4º B
26. Y Borja tampoco falló. Arrojó la piedra en el momento adecuado y,
como la vez anterior, esta se estrelló contra el asfalto unos
metros antes de que el coche llegase
Miguel Castán 4º B
27. El primer tramo de la carretera de Castilla, saliendo de la ciudad, se encontraba
completamente a oscuras. En cuanto se dejaba atrás el puente de los Franceses
se entraba de lleno en la boca del lobo.
Pablo Gallego 1º B
31. A las seis, una hora antes de su cita, Adrián ya se encontraba en el lugar
que habían fijado para el encuentro, junto a la barandilla que le separaba
del cauce del río, el pequeño río de Madrid, que parecía artificial, de
juguete, completamente canalizado, lleno de pequeñas represas, con
pasarelas para peatones y con pequeños balcones para pescadores de
pacotilla
Carmen Viader 1º B
32. Acodado sobre la barandilla,
se quedó mirando al agua,
los múltiples reflejos que allí se confundían
y a los que la luz del sol, que comenzaba a declinar, daba sorprendentes tonalidades
Sandra Valgañón 4º B
33. A las seis, una hora antes de su cita, Adrián ya se encontraba en el lugar que
habían fijado para el encuentro, junto a la barandilla que le separaba del cauce
del rio, el pequeño rio de Madrid, que parecia artificial, de juguete,
completamente canalizado, lleno de pequeñas represas, con pasarelas para
peatones y con pequeños balcones para pescadores de pacotilla.
Diego Imaz 1º B
34. •Adrián ya se encontraba en el lugar que
habían fijado para el encuentro, junto a la
barandilla que le separaba del cauce del río, el
pequeño río de Madrid, que parecía artificial,
de juguete, completamente canalizado, lleno
de pequeñas represas, con pasarelas para
peatones y con balcones para pescadores de
pacotilla.
•Pablo Molpeceres. 1ºB
35. El Río
Paula Muñoz
Con decir (el río) era suficiente. Rodeaba todo el barrio y atravesaba
la ciudad; pero para ellos quedar en el río era quedar en un punto
exacto.
36. La Ribera del Ebro
Rodeaba todo el barrio y atravesaba la ciudad; pero para ellos quedar en el río era quedar
en un punto exacto, antes de cruzar el puente de la ermita de San Antonio de la Florida, a la
derecha, en un paseo ajardinado, junto a la barandilla de hierro que delimitaba el canal por
donde transcurría el agua. Daba igual unos metros más arriba o más abajo. Era siempre el
lugar el lugar de encuentro. El río. Ese río que parecía artificial, casi como el estanque de un
parque de atracciones.
Irene Rubio 2º B
37.
38. El río Ebro que en el libro se representa el río Manzanares
Miguel Peña 4º B
39. Miraban las aguas remansadas del Manzanares
,aguas más bien aprisionadas entre pequeñas
represas ,agua que seguramente levaban siglos
esperando unas lluvias torrenciales que
provocasen una riada furiosa que saltara hasta
los puentes , aguas que en la espera se habían
vuelto cenagosas y turbias ,solo pobladas por
grandes carpas que los jubilados del barrio
solían pescar una y otra vez ,pues siempre las
devolvían a el río.
Miguel Artazos 1º B
42. Después de la breve visita a la UCI se
dirigió a la cafetería del hospital, sobre
todo porque Adrián de que aquel día ella no
había probado bocado desde el desayunado
43. -Conozco una heladería cerca de aquí-le explicó-
.Damos un paseo y nos compramos un helado.
-Sí, me apetece un helado-esta vez ella no opuso
resistencia , sino que hasta se mostraba animada con
la idea.
Laura Esteso 1º B
44. Lucia Bergua Nº6 1ºB
-De leche merengada con turrón -pidió ella.
-De naranja con chocolate -pidió el.
-¿Me darás un poco del tuyo?
-Solo si tú me das del tuyo.
Se miraron a los ojos y sonrieron.
46. Llegaron a la verja del instituto. Entraron y cruzaron las canchas
de baloncesto hasta llegar a la puerta metálica y Borja el más
ágil trepó hasta la ventana.
50. Primero se había marchado Adrián, y luego, sus padres. Los
tres iban al mismo sitio: el tanatorio donde se encontraban los
restos de la madre de Nuria
LAURA
IRACHE
1ºB