Este documento presenta una descripción de varios lugares culturales e históricos importantes en el distrito de Barrios Altos en Lima, Perú. Incluye la Plaza Italia, el Colegio Alipio Ponce Vaquez, el Callejón del Buque, la Piedra Horadara, la Quinta Baselli, el Palacio Legislativo, el Museo de la Santa Inquisición, el Cementerio El Ángel, y varios artistas notables nacidos en Barrios Altos como Ricardo Palma, Manuel Ascencio Segura, y Felipe Ping
8. Unas cuantas palabras sobre el origen de mis dos calles predilectas. Cuéntese
que el diablo allá por los tiempos oscuros coloniales, paseándose un día por la
primera a sus anchas y con su habitual insolencia, se encontró de manos a boca,
cuando menos lo esperaba, con el santísimo que, salido de Santa Ana, iba en
sentido contrario al suyo, acompañado de muchos fieles y que, espantado con la
divina visión, no supo cómo esconderse para no ser visto. Volteó la cara a todas
partes, sin esperanza de escapatoria, y retrocediendo a trancos largos, hecho un
infierno en llamas tropezó con enorme peña que, a modo de pared, le impedía
proseguir su fuga vertiginosa, no teniendo entonces otro remedio que
horadarla, abriéndole tamaño hueco por el cual logró escabullirse y pasar a la
calle colindante por la izquierda dicha, donde al verse seguro y libre de los
campanillazos celestiales que tanto lo amartillaban, lanzó a pulmón abierto un
suspiro fenomenal que la ciudad escuchó atónita (¿no sería mejor decir bufido?).
Leyenda de la piedra Horadada
9. • Los testigos quedaron asombrados de la diabólica
escena, reflejando en sus rostros la indignación
producida por la huida del maligno rabudo, y desde esa
fecha, dice la tradición, las dos calles del cuento
quedaron bautizadas con los pintorescos nombres de
Peña Horadada una, y Suspiro, la otra. Viven aun en
esos barrios gentes benditas convencidas de que un
trozo de piedra existente en la primera, corresponde a
la auténtica agujereada en hora maldita y que en
algunas noches lóbregas, a la hora que cantan los
gallos, suelen escucharse en la segunda unos suspiros,
sin pizca de amorosos por cierto, capaces de hacer
temblar a las piedras y de poner los pelos de punta al
más valiente.. ¡Caracoles!
12. • Anclada en el Jr. Junín, la Quinta Baselli -el ‘Titánic’ de
los Barrios Altos de Lima –es considerado uno de los
lugares más tradicionales que conserva nuestra ciudad.
En ella, italianos y limeños se reunieron en un espacio
común y compartieron no solo el ideal de progreso,
también costumbres y lazos culturales.
• Inaugurada el 24 de marzo de 1929, la Quinta Baselli
representa una época de bonanza en Lima: sus
espaciosos y múltiples pasadizos, parejas habitaciones
y su prestancia arquitectónica evidencian el poder
adquisitivo que tenían algunas familias y autoridades
para construir inmuebles en una tipología de quinta
amplia y equipada con todos los servicios básicos
13. • La Quinta Baselli fue habitada por un considerable número de
italianos –el nombre que recibe esta quinta es, pues, resultado de
ello: se dice que los esposos Baselli, un matrimonio italiano, mandó
a construir la famosa quinta-. Los padrinos de la Quinta Baselli
fueron doña Elena Porras del Riego y el ingeniero don Felipe
González del Riego y hasta fue bendecida. Durante varias décadas el
inmueble conservó los enchapes de mármol de las escaleras, los
relieves en yeso y los barandales de madera. Mucho de este
mobiliario permanece.
• Grandes fiestas son celebradas en la Quinta Baselli, al más idéntico
estilo del carnaval veneciano –donde tanto máscaras, papeles
picados y músicas se entrelazaban para formar un ambiente lleno
de color y alegría-. Esto se da en el marco de una clara influencia
italiana en el lugar. La Quinta Baselli fue escenario también de
concurridas jaranas criollas. Se cuenta que el máximo compositor
peruano de música criolla, Felipe Pinglo, quien vivía a unas cuadras,
cerca a la Iglesia y Monasterio Virgen del Prado, visitaba y armaba
fiestas de rompe y raja en los interiores del ‘Titánic’.