En conjunto, la cabeza y el cuello conforman el entorno óseo y la cubierta protectora del encéfalo y, en consecuencia, de los órganos de la visión, del oído, del olfato y del gusto. Antes de proceder a la exploración del sistema neurológico, es importante evaluar minuciosamente las estructuras que dan soporte al órgano que lo regula.
El cráneo se palpa con un suave movimiento rotatorio que evoluciona de forma progresiva de delante atrás. Ha de percibirse simétrico y uniforme. Los huesos del cráneo no deben diferenciarse, ya que sus puntos de fusión no suelen ser palpables después de los 6 meses de edad. No obstante, en algunos individuos se percibe el borde de la sutura sagital. El cuero cabelludo ha de moverse libremente sobre el cráneo, sin que se detecten signos como sensibilidad dolorosa, inflamación o depresiones a la palpación. Una indentación o depresión en el cráneo puede ser signo de fractura craneal.
4. ANATOMÍA
Y
FISIOLOGÍA
240 Capítulo 10 Cabeza y cuello
de los hidratos de carbono. Las glándulas parótidas se localizan en posición anterior a la oreja y por
encima de la mandíbula;las submandibulares se sitúan en posición medial a la mandíbula,en el ángulo
de la misma, mientras que las sublinguales se ubican en posición anterior al suelo de la boca.
El cuello está formado por las vértebras y ligamentos cervicales, y por los músculos esterno-
cleidomastoideos y trapecio, que le dan soporte y movimiento. En su parte inferior, el cuello se
inicia en las clavículas y el esternón, mientras que en la superior lo hace en la base del cráneo.
Contiene la tráquea, el esófago, las venas yugulares interna y externa, la carótida común, las arterias
carótidas interna y externa, y el tiroides (fig. 10-3). La movilidad horizontal es mayor entre las
vértebras cervicales 4 y 5 o 5 y 6 en adultos. El músculo esternocleidomastoideo se extiende desde
el esternón superior y el tercio medial de la clavícula hasta la apófisis mastoides. Por su parte, el
músculo trapecio se extiende desde la escápula, el tercio lateral de la clavícula y las vértebras hasta
la prominencia occipital.
Las relaciones de estos músculos, entre ellos y con los huesos adyacentes, da lugar a la formación
de triángulos que se utilizan como puntos de referencia anatómica.El triángulo anterior está formado
por el borde medial del esternocleidomastoideo, la mandíbula y la línea media (fig. 10-4). Por su
parte, el triángulo posterior está formado por los músculos esternocleidomastoideo y trapecio, y por
la clavícula (v. fig. 10-4), y contiene los ganglios linfáticos cervicales posteriores (fig. 10-5). (Para una
descripción más completa de los ganglios linfáticos de la cabeza y del cuello, v. figs. 9-8 a 9-11.)
El hueso hioides, el cartílago cricoides, la tráquea, el tiroides y los ganglios linfáticos cervicales
anteriores se sitúan en estos triángulos (v. fig. 10-3). La arteria carótida común y la vena yugular
interna se ubican en profundidad, y discurren en paralelo al músculo esternocleidomastoideo a
lo largo de su borde medial. La vena yugular externa atraviesa la superficie del esternocleidomas-
toideo diagonalmente. El hueso hioides se localiza inmediatamente por debajo de la mandíbula.
El cartílago tiroides presenta forma de escudo, y su escotadura en el borde superior marca el nivel
de bifurcación de la arteria carótida común. El cartílago cricoides es en anillo superior de los
cartílagos traqueales.
El tiroides es la mayor glándula endocrina del cuerpo y produce dos hormonas: la tiroxina (T4)
y la triyodotironina (T3). Sus dos lóbulos laterales tienen forma de mariposa y están unidos por
un istmo en su cara inferior (v. fig. 10-3). El istmo se dispone a través de la tráquea, por debajo
del cartílago cricoides. Un lóbulo piramidal, que se extiende en sentido ascendente desde el istmo
ligeramente a la izquierda de la línea media, está presente en aproximadamente un tercio de la
población. Los lóbulos se curvan en sentido posterior en torno a los cartílagos y quedan en buena
parte cubiertos por los músculos esternocleidomastoideos.
Lactantes
En los lactantes, los siete huesos del cráneo son blandos y están separados por las suturas sagital,
coronal y lambdoidea (fig. 10-6). Las fontanelas anterior y posterior son los espacios membranosos
Figura 10-2
Puntos de referencia faciales.
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6. 242 Capítulo 10 Cabeza y cuello
Revisión
De
Los
Antecedentes
Relacionados
formados en los puntos en los que los cuatro huesos craneales se unen y se intersecan. Los espacios
entre los huesos craneales permiten la expansión del cráneo para acomodar el crecimiento del
encéfalo. La osificación de las suturas se inicia una vez completado el crecimiento encefálico,
aproximadamente a los 6 años de edad, y concluye en la edad adulta. Las fontanelas se osifican antes:
la posterior suele cerrarse hacia los 2 meses de vida y la anterior se cierra en torno a los 24 meses.
El nacimiento a través del canal vaginal a menudo causa el moldeamiento del cráneo del
neonato, proceso durante el cual los huesos craneales pueden modificarse y solaparse. A los pocos
días, el cráneo del lactante recupera su forma y tamaño apropiados.
NIÑOS Y adolescentes
Durante la infancia se registran algunos sutiles cambios en la apariencia facial. En los adolescentes
del sexo masculino, la nariz y el cartílago tiroides aumentan de tamaño y se desarrolla el pelo
facial, que aparece primero sobre el labio superior y, a continuación, en las mejillas, bajo el labio
inferior y en el mentón.
Mujeres Gestantes
Son varios los cambios que se registran en la glándula tiroides y las hormonas tiroideas durante
el embarazo. No obstante, la gestación es un estado eutiroideo. Durante la misma, se produce un
aumento precoz y sostenido del aclaramiento renal de yodo, compensado por el tiroides, que se
agranda y aumenta el aclaramiento plasmático de yodo, a fin de producir las suficientes hormonas
tiroideas (fig. 10-7). Mientras se mantenga una ingesta adecuada de yodo (225-375 mg/día [Becker
et al., 2006]), no se percibirán cambios en el tamaño del tiroides durante su exploración física. En
la ecografía puede apreciarse un leve agrandamiento.
Adultos Mayores
A lo largo del proceso de envejecimiento, la tasa de producción y degradación de T4 disminuye
de forma gradual y la glándula tiroides se hace más fibrótica.
Revisión De Los Antecedentes
Relacionados
Para cada uno de los síntomas o alteraciones analizados en la presente sección, se enumeran una
serie de cuestiones que han de incluirse en los antecedentes de la enfermedad actual. Las respuestas
a las preguntas relativas a tales cuestiones ofrecen pistas que sirven para orientar la exploración
física y para desarrollar una evaluación diagnóstica idónea. Se incorporan, asimismo, preguntas
relacionadas con el uso de fármacos (preparados con y sin prescripción), así como de tratamientos
complementarios y alternativos, para cada uno de los casos.
Figura 10-7
Agrandamiento del tiroides
durante el embarazo. Obsérvese
el gran nódulo presente en el
lóbulo izquierdo de la paciente. El
tamaño del tiroides aumenta
durante la gestación en áreas de
déficit de yodo, pero no en las
que este es suficiente. (Tomado de
Lemmi and Lemmi, 2009.)
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8. 244 Capítulo 10 Cabeza y cuello
Revisión
De
Los
Antecedentes
Relacionados
◆ Aumento de la prominencia de los ojos (exoftalmos), hinchazón del área periorbitaria,
visión borrosa o doble
◆ Taquicardia, palpitaciones
◆ Cambios en el flujo menstrual
◆ Cambios en el hábito de defecación
◆ Fármacos: preparados tiroideos
Antecedentes Médicos
◆ Traumatismo craneal, hematoma subdural, punción lumbar reciente
◆ Tratamiento con radiación de cabeza o cuello
◆ Cefalea: migraña, vascular
◆ Cirugía para tratamiento de tumor, bocio
◆ Trastornos convulsivos
◆ Disfunción tiroidea
Antecedentes Familiares
◆ Cefaleas: tipo, carácter, semejanza con la del paciente
◆ Disfunción tiroidea
Antecedentes Personales Y Sociales
◆ Empleo: tipo de trabajo, riesgo de lesión craneal, uso de casco, exposición a tóxicos o agentes
químicos
◆ Estrés, tensión; necesidades domésticas, laborales o escolares
◆ Riesgo potencial de lesión: participación en actividades deportivas,disponibilidad de pasamanos,
uso de cinturón de seguridad, sillas o alzas infantiles en el automóvil, entorno poco seguro
◆ Nutrición: pérdida o ganancia de peso recientes, intolerancias alimentarias, hábitos de alimen-
tación (p. ej., saltarse comidas)
◆ Consumo de alcohol
◆ Consumo de drogas
◆ Deportes practicados, entrenamiento con pesas, nuevas actividades, uso de protecciones y
casco, si son necesarios
Lactantes
◆ Antecedentes prenatales: consumo materno de drogas o alcohol, anomalías uterinas, trata-
miento del hipertiroidismo
◆ Antecedentes de nacimiento: orden de nacimiento (los primogénitos tienen mayor probabili-
dad de padecer tortícolis); parto vaginal o cesárea; presentación, dificultad del parto, uso de
fórceps u otros dispositivos auxiliares (asociados a caput succedaneum, cefalohematoma, pará-
lisis de Bell, moldeamiento)
◆ Forma del cráneo inhabitual; abultado o aplanado (por anomalía congénita o posición en el
útero), lactante pretérmino, cabeza mantenida en ángulo, posición preferida en reposo
◆ Calidad del control de la cabeza
◆ Enfermedad aguda: diarrea, vómitos, fiebre, rigidez de cuello, irritabilidad (asociada a
meningitis)
◆ Trastornos congénitos; anomalías craneofaciales (p. ej., secuencia de Pierre-Robin, encefalocele,
microcefalia, hidrocefalia)
◆ Cribado neonatal de hipotiroidismo congénito
Mujeres Gestantes
◆ Semanas de gestación o posparto
◆ Presencia de enfermedad preexistente (p. ej., hipotiroidismo, hipertiroidismo), ingestión de
yodo o uso de fármacos antitiroideos
◆ Antecedentes de hipertensión inducida por el embarazo (HIE)
◆ Consumo de drogas
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10. EXPLORACIÓN
Y
HALLAZGOS
246 Capítulo 10 Cabeza y cuello
Figura 10-8
Síndrome de Cushing. A. Entre
los rasgos de la facies se cuentan
una cara redondeada, llamada
«cara de luna», con piel fina
y eritematosa. B. Vista lateral.
Se observa una almohadilla grasa
en la parte superior del tórax
(joroba de búfalo). (Por cortesía
de Freda Lemmi, 2009.)
Figura 10-9
Facies hipocrática. Obsérvense el aspecto
hundido de los ojos, de las mejillas y de
las áreas temporales; la nariz en punta y
la piel seca y áspera, en este paciente
terminal con cáncer de garganta. (Tomado
de Lemmi and Lemmi, 2009.)
Figura 10-10
Facies de mixedema. Obsérvense
la piel mate, hinchada y
amarillenta, el pelo grueso y
disperso, la pérdida temporal de
pestañas, el edema periorbitario y
la lengua prominente. (Tomado de
Lemmi and Lemmi, 2009.)
Figura 10-12
Exantema en mariposa en el lupus
eritematoso sistémico. Obsérvense el
exantema en forma de mariposa sobre las
superficies malares y el puente de la nariz.
Puede haber rubor con inflamación o
lesiones maculopapulares, rojizas y
escamosas. (Por cortesía de Walter Tunnessen,
MD, Chapel Hill, NC.)
Figura 10-13
Parálisis de Bell. Parálisis facial izquierda (par
craneal VII). La facies comprende asimetría de
un lado de la cara, párpados que no llegan a
cerrarse del todo, párpado inferior y uno de
los ángulos de la boca péndulos, y pérdida del
pliegue nasolabial. (Tomado de Lemmi and
Lemmi, 2009.)
Figura 10-11
Facies hipertiroidea. Obsérvense
la piel fina e hidratada, con pelo
fino, ojos prominentes y
retracción de la cejas, y con
expresión de sobresalto y mirada
fijada. (Tomado de Lemmi and
Lemmi, 2009.)
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12. EXPLORACIÓN
Y
HALLAZGOS
248 Capítulo 10 Cabeza y cuello
Los tics, que son contracciones musculares espasmódicas de la cara, de la cabeza o del cuello,
también deben anotarse. Pueden asociarse a cambios por presión o degenerativos en los nervios
faciales, a una manifestación del síndrome de Tourette o a procesos de origen psicógeno.
Inspeccione el tamaño, la forma y la simetría del cráneo. Explore el cuero cabelludo, separando
sistemáticamente partes del pelo, desde la región frontal hasta la occipital, y tome nota de la
presencia de lesiones, costras, sensibilidad dolorosa, parásitos, liendres o descamación (fig. 10-23).
Preste especial atención a las áreas situadas detrás de las orejas, a la línea de arranque del pelo y
a la coronilla. Anote cualquier posible pauta de pérdida de pelo. En los hombres, es frecuente
apreciar recesión bitemporal de pelo o calvicie en la coronilla. En las mujeres jóvenes y adultas,
la pérdida de pelo se relaciona a veces con el uso de trenzas tirantes. En los niños, una causa
frecuente de pérdida de pelo es la tiña de la cabeza, una infección fúngica del cuero cabelludo.
Figura 10-19
Síndrome alcohólico fetal. Se trata de una
de las causas adquiridas más habituales
de retraso mental. Obsérvense la escasa
formación del filtro, los ojos de mirada
dispersa con pliegues epicánticos y ptosis
leve; el hirsutismo de la frente; la nariz
corta y el labio superior relativamente
delgado. (Tomado de Zitelli and Davis, 1997.)
Figura 10-20
Síndrome de Treacher-Collins.
Obsérvense la hipoplasia maxilar, la
micrognatia y la deformidad de las orejas.
(Tomado de Zitelli and Davis, 2007.)
Figura 10-21
Síndrome de Apert. Obsérvese la
hipoplasia maxilar y mediofacial grave.
(Tomado de Zitelli and Davis, 2007.)
Figura 10-22
Síndrome de Crouzon. Obsérvese la
hipoplasia maxilar y mediofacial grave
con orejas de implantación baja.
(Tomado de Zitelli and Davis, 2007.)
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14. EXPLORACIÓN
Y
HALLAZGOS
250 Capítulo 10 Cabeza y cuello
Cuello
Inspección
Inspeccione el cuello en la posición anatómica usual, en ligera hiperextensión y mientras el paciente
traga. Compruebe la simetría bilateral de los músculos esternocleidomastoideo y trapecio, la alinea-
ción de la tráquea, los puntos de referencia anatómica, y los triángulos anterior y posterior, así como
cualquier pequeña condensación en la base del cuello. Perciba las posibles masas, el exceso de
repliegue membranoso en los pliegues cutáneos,la cortedad inusual o la asimetría.Detecte cualquier
posible distensión de la vena yugular o prominencia de las arterias carótidas. La exploración de la
arteria carótida y de la vena yugular se describe en el capítulo 15, en las páginas 429-430.
El repliegue membranoso, un pliegue cervical posterior excesivo o un cuello demasiado corto
se asocian a alteraciones cromosómicas (p. ej., en el síndrome de Turner). La porción transversal
del músculo en el triángulo posterior a veces se confunde con una masa. El edema intenso en
el cuello se asocia a infecciones locales (p. ej., linfadenitis cervical). Una masa que llena la base
del cuello o un tejido tiroideo visible que se desliza en sentido ascendente cuando el paciente
traga pueden ser indicativos de agrandamiento del tiroides.
Evalúe la amplitud de movimientos, indicando al paciente que flexione, extienda, rote y gire
lateralmente la cabeza y el cuello (v. capítulo 21, págs. 669-670). El movimiento debe ser suave e
indoloro y no producir mareo. La rigidez de la nuca y la resistencia del cuello a la flexión se asocian
a irritación meníngea. El PC XI (accesorio espinal) también puede someterse a exploración
(v. capítulo 21, págs. 669-670, y capítulo 22, tabla 22-3, pág. 715).
Palpación
La capacidad para palpar e identificar estructuras en el cuello varía en función del hábito del
paciente.
Palpe la tráquea para determinar su posición en la línea media. Sitúe los pulgares a cada lado
de la tráquea en la parte inferior del cuello (fig. 10-25). Compare el espacio entre la tráquea y el
músculo esternocleidomastoideo de cada lado. Un espacio desigual es indicativo de desplaza-
miento de la tráquea de la línea media y puede asociarse a presencia de masa o alteración pato-
lógica en el tórax.
Identifique el hueso hioides y los cartílagos cricoides y tiroides. Los tres deben ser uniformes
y no sensibles, y han de desplazarse bajo el dedo del explorador cuando el paciente traga. A la
palpación, los anillos cartilaginosos de la tráquea en la parte inferior del cuello deben percibirse
diferenciados y no sensibles.
Con el cuello del paciente en extensión, coloque los dedos índice y pulgar de una mano a cada
lado de la tráquea, por debajo del istmo del tiroides (fig. 10-26). Una sensación de tracción en
INFORMACIÓN
CLÍNICA
Signos de Cardarelli
y de Oliver
El signo de Cardarelli puede
ser percibido por un médico
al presionar sobre el
cartílago tiroides y
desplazarlo hacia la izquierda
del paciente.Así se aumenta
el contacto entre el
bronquio izquierdo y la
arteria aorta, haciendo que
las pulsaciones sistólicas
de la aorta se perciban en
superficie en presencia
de un aneurisma. El signo de
Oliver se induce sujetando
con suavidad el cartílago
cricoides y aplicando presión
ascendente mientras el
paciente, de pie, mantiene el
mentón extendido hacia
arriba. Debido a la posición
anatómica del cayado
aórtico, que pasa sobre el
bronquio principal izquierdo,
puede percibirse un «tirón»
hacia la parte inferior de la
tráquea en presencia de un
aneurisma.
Figura 10-25
Colocación de los pulgares para valorar la
posición de la tráquea en la línea media.
Figura 10-26
Posición del pulgar y del índice para
detectar un «tirón» traqueal.
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16. EXPLORACIÓN
Y
HALLAZGOS
252 Capítulo 10 Cabeza y cuello
dedos de la mano derecha) y, con los tres primeros dedos de la mano izquierda mediales al esterno-
cleidomastoideo palpe el lóbulo izquierdo mientras el paciente vuelve a tragar. Para palpar el
lóbulo derecho cambie las manos a la posición inversa (fig. 10-28).
Cuando se perciben, los lóbulos tiroideos deben ser pequeños, uniformes y libres de nódulos.
La glándula debe ascender con facilidad en cada deglución. En su dimensión más ancha, el tiroides
mide unos 4 cm y, con frecuencia, el lóbulo derecho es un 25% más grande que el izquierdo. La
consistencia del tejido tiroideo debe ser firme aunque flexible. Una consistencia áspera o arenosa
es indicativa de un proceso inflamatorio. Si se perciben nódulos, es necesario establecer su número,
con independencia de que sean uniformes o irregulares o blandos o duros. Un tiroides agrandado
y con sensibilidad dolorosa puede ser sugestivo de tiroiditis.
Si la glándula tiroides está aumentada de tamaño, ausculte para detectar ruidos vasculares con
la campana del estetoscopio. En estados hipermetabólicos, la irrigación sanguínea experimenta un
drástico incremento y, en ocasiones, se ausculta un soplo de ruido acelerado.
Lactantes
Inspección
Mida el perímetro cefálico y compárelo con la medida esperada para la edad en una gráfica de cre-
cimiento, según se indica en el capítulo 5, en la página 104. Inspeccione la cabeza del lactante desde
todos los ángulos, a fin de determinar la simetría de la forma y percibir cualquier prominencia o
depresión. Inspeccione el cuero cabelludo intentando localizar descamaciones y costras, marcas de
nacimiento o lesiones cutáneas, venas dilatadas, exceso de pelo o una línea de nacimiento del pelo.
Las venas del cuero cabelludo dilatadas y un perímetro cefálico que aumente más rápido de lo previsto
pueden ser un indicio de incremento de la presión intracraneal (hidrocefalia; v. fig. 10-18).
Los traumatismos en el nacimiento pueden dar lugar a inflamación del cuero cabelludo. El
caput succedaneum es un edema subcutáneo que se desarrolla en la zona de presentación de la
cabeza en el parto (fig. 10-29). Se trata de la forma más habitual de traumatismo neonatal, y suele
aparecer sobre el occipucio y a través de las líneas de sutura. La parte afectada del cuero cabelludo
se percibe blanda, y los bordes de la misma están más definidos. En general, el edema remite en
pocos días.
El cefalohematoma es una acumulación subperióstica de sangre, delimitada por las líneas de
sutura. Suele producirse en la región parietal y, a diferencia del caput, en ocasiones no es evidente
inmediatamente después del nacimiento. Un cefalohematoma es firme y sus bordes aparecen bien
definidos; no se desarrolla a través de las líneas de sutura. Con el tiempo, el cefalohematoma puede
licuarse y aparecer fluctuante a la palpación (fig. 10-30).
Inspeccione la cara para definir la distribución espacial de los rasgos faciales, la simetría, la
posible parálisis, el color de la piel y la textura. La posición en el útero puede inducir cierta asime-
tría facial en el recién nacido.
Figura 10-27
Palpación del lóbulo tiroideo derecho y del borde lateral,
estando frente al paciente.
Figura 10-28
Palpación del lóbulo tiroideo derecho desde
detrás del paciente.
INFORMACIÓN CLÍNICA
¿Es ésta la glándula
tiroides?
La glándula tiroides se
mueve al tragar; la grasa
subcutánea que puede
parecer un bocio, no.
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18. EXPLORACIÓN
Y
HALLAZGOS
254 Capítulo 10 Cabeza y cuello
Palpación
Palpe la cabeza del lactante, identificando las líneas de sutura y las fontanelas. Perciba cualquier
posible punto de sensibilidad dolorosa en el cuero cabelludo. Las líneas de sutura se notan en relieve
hasta aproximadamente los 6 meses de edad, después de lo cual ya no suelen ser palpables. Los
bebés nacidos por parto vaginal pueden presentar moldeamiento, con bordes prominentes en las
suturas deslizantes. Las fontanelas pueden ser pequeñas o no palpables en el nacimiento. El mol-
deamiento del cráneo en el parto puede resultar un importante generador de estrés para los padres.
La forma anómala suele desaparecer en poco tiempo, por lo que es importante hacérselo saber y
tranquilizarlos (fig. 10-31). Puede servirse de dibujos para explicar que los huesos del lactante se
solapan y que su relativa falta de desarrollo supone un mecanismo de protección para el encéfalo.
Confirme a los padres que la simetría del cráneo suele recuperarse en el plazo de 1 semana, y que
las fontanelas y las líneas de sutura recuperarán su tamaño y forma normales. Una tercera fontanela
(la mastoides), localizada entre la anterior y la posterior, puede ser una posible variante que, no
obstante, es también frecuente en lactantes con síndrome de Down. Cualquier prominencia o borde
palpable, además de las líneas de sutura, puede ser indicativo de fractura craneal.
Mida el tamaño de las fontanelas anterior y posterior en dos dimensiones (anteroposterior y
lateral). En lactantes de menos de 6 meses de vida, el diámetro de la fontanela anterior no debe
superar los 4 o 5 cm. A partir de esa edad, el tamaño se va reduciendo, cerrándose por completo
entre los 18 y los 24 meses.
Con el lactante sujeto en posición, palpe la fontanela anterior para detectar abultamientos o
depresiones. Debe percibirse como una leve depresión en la que se nota cierto grado de pulsación.
Una fontanela abultada protruye por encima del nivel de los huesos del cráneo y se nota tensa,similar
a la percibida en un lactante durante la fase espiratoria del llanto. Si la fontanela abultada presenta
pulsaciones manifiestas, ello puede ser indicio de un aumento de la presión intracraneal debido a
masa ocupante de espacio o a meningitis. En todos los lactantes de riesgo es necesario proceder a la
evaluación de una posible meningitis, incluso en ausencia de una fontanela abultada.
Palpe el cuero cabelludo con firmeza, por encima y por detrás de las orejas, a fin de detectar
un eventual craneotabes (término derivado de la palabra «cráneo» y del latín tabes, «desgaste»),
un reblandecimiento de la tabla externa del cráneo. Una sensación de chasquido, que recuerda a
la que se siente al apretar una pelota de pimpón, es sugestiva de craneotabes, potencialmente
asociado a prematuridad, raquitismo, hidrocefalia, marasmo, sífilis o talasemia.
Palpe el músculo esternocleidomastoideo, evaluando su tono y la eventual presencia de masas.
Una masa en el tercio inferior del músculo puede indicar la presencia de un hematoma. Palpe la
tráquea. El tiroides es difícil de palpar en un lactante, a no ser que esté aumentado de tamaño. La
presencia de bocio, que puede causar dificultades respiratorias, se debe a privación intrauterina
de hormona tiroidea. Palpe las clavículas. Un crujido en ellas es indicio de fractura, que suele
producirse en el parto.
Figura 10-31
Localizaciones de hemorragias
extracraneal (y extradural) en el
lactante. (Tomado de Zitelli and
Davis, 2007.)
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20. EXPLORACIÓN
Y
HALLAZGOS
256 Capítulo 10 Cabeza y cuello
Sea precavido al evaluar la amplitud de movimientos del cuello en personas mayores. En vez
de indicar al paciente que realice una rotación completa, proceda lentamente y valore cada
movimiento por separado. Observe cualquier posible dolor, crepitación, mareo, sacudida o limi-
tación del movimiento.
Con la edad, el tiroides se hace más fibrótico y resulta más nodular o irregular a la
palpación.
Resúmenes de
exploración en
formato audio
Puede encontrar una revisión
de los pasos necesarios para llevar
a cabo una exploración física de
la cabeza y el cuello en
http://evolve.elsevier.com/Seidel, en
formato PDF imprimible y en otros
formatos descargables.
Muestra de documentación
Antecedentes y exploración física
Subjetiva
Una mujer de 32 años acude a consulta con inflamación indolora de la garganta. No presenta
dificultad de deglución ni en el movimiento del cuello. Su abuela materna y dos tías maternas
padecen bocio. En los últimos 2 meses ha perdido de forma no intencionada 2,5 kg de peso.
No refiere nerviosismo, palpitaciones, debilidad ni cambios menstruales.
Objetiva
Cabeza: la mantiene erguida y en la línea media; cráneo normocéfalo, simétrico, uniforme y
sin deformidades; rasgos faciales simétricos; glándulas salivales sin sensibilidad dolorosa;
pulsaciones en la arteria temporal visibles bilateralmente, blandas y no dolorosas a la palpación;
no hay soplos.
Cuello: tráquea en la línea media; no hay distensión venosa yugular (DVY) ni prominencia de
la arteria carótida; tiroides palpable, firme, arenoso a la palpación y con agrandamiento
simétrico; el tiroides y los cartílagos se desplazan con la deglución; ausencia de nódulos, de
sensibilidad dolorosa y de soplos; amplitud de movimientos del cuello completa, sin molestias.
Para una muestra de documentación adicional, véase capítulo 26, págs. 794-797.
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22. ANOMALÍAS
258 Capítulo 10 Cabeza y cuello
Anomalías
Cabeza
CEFALEAS
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Motivo de consulta frecuente
◆ Probablemente una de las alteraciones más
automedicadas
◆ Descripción (es decir, constante, intensa,
recurrente)
◆ Síntomas asociados (p. ej., lagrimeo)
◆ Exposiciones
◆ Véase cuadro «Diagnóstico diferencial»,
pág. 257
◆ En muchos casos, exploración física normal
◆ En algunos casos, déficits neurológicos
◆ Debe procederse a una evaluación
neurológica completa
TUMOR DE GLÁNDULAS SALIVALES
Puede desarrollarse en cualquiera de las glándulas salivales, aunque es más habitual en la parótida (fig. 10-33)
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Bultos indoloros de desarrollo lento, frente
a la oreja o bajo la mandíbula
◆ Debilidad facial, fijación del bulto, pérdida
sensitiva, ulceración, dificultad para abrir la
boca y entumecimiento o debilidad de la
lengua
◆ Los tumores benignos suelen ser
uniformes; los malignos, irregulares
CUELLO
QUISTE EN EL CONDUCTO TIROGLOSO
Masa quística palpable en el cuello
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Remanente del desarrollo fetal
◆ Se desarrolla a partir del agujero ciego, en
la unión de los dos tercios anteriores y el
tercio posterior de la lengua (fig. 10-34)
◆ Cualquier parte puede persistir y causar
un seno, una fístula o un quiste
◆ Sensibilidad dolorosa, rubefacción,
inflamación en la línea media del cuello
◆ Dificultad para tragar o respirar
◆ Masa quística de movimiento libre en la
línea media del cuello
◆ Se desplaza hacia delante al protruir la
lengua y al tragar
◆ Puede presentar una pequeña abertura en
la piel, con drenaje de moco
Figura 10-33
Tumor maligno en la glándula parótida derecha.
(Tomado de Lemmi and Lemmi, 2000.)
Figura 10-34
Localización de un quiste en el tejido tirogloso.
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24. ANOMALÍAS
260 Capítulo 10 Cabeza y cuello
TIROIDES
HIPOTIROIDISMO
Reducción de la actividad tiroidea
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Más frecuente que el hipertiroidismo
◆ Puede dar lugar a ganancia de peso,
estreñimiento, fatiga e intolerancia al frío
(tabla 10-1)
◆ Tiroides normal, bocio o nódulo(s)
HIPERTIROIDISMO
Tiroides hiperactivo
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Puede inducir pérdida de peso, taquicardia
y sensibilidad al calor (v. tabla 10-1)
◆ Tiroides normal, bocio o nódulo/s
MIXEDEMA
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Trastorno cutáneo y tisular generalmente
debido a hipotiroidismo prolongado grave
(v. fig. 10-10)
◆ Reducción del metabolismo basal, que da
lugar a acumulación de ácido hialurónico
y sulfato de condroitina en la dermis
◆ El depósito de glucosaminoglucano en
todos los sistemas orgánicos produce
edema mucinoso en los rasgos faciales
◆ Deterioro cognitivo, actividad mental lenta,
falta de concentración, reducción de la
memoria a corto plazo, aislamiento social,
retraso psicomotor, ánimo deprimido y
apatía
◆ Estreñimiento
◆ Dolores musculares
◆ Problemas auditivos, sordera
◆ Piel engrosada y áspera, engrosamiento de
la nariz, hinchazón de los labios y en torno
a los ojos
◆ Habla lenta
◆ Embotamiento mental, letargia, problemas
mentales
◆ Ganancia de peso
◆ Pelo fino y quebradizo, con calvas
parcheadas
TABLA 10-1 Hipertiroidismo e hipotiroidismo
Sistema o estructura afectada Hipertiroidismo Hipotiroidismo
Constitucional
Preferencia de temperatura Clima frío Clima cálido
Peso Pérdida Ganancia
Estado emocional Nervioso, fácilmente irritable,
muy enérgico
Letargia, complaciente,
desinteresado
Pelo Fino, caedizo; no mantiene una
ondulación permanente
Áspero, con tendencia a
quebrarse
Piel Caliente, fina, con
hiperpigmentación en puntos
de presión
Áspera, con descamación, seca
Uñas Delgadas, con tendencia a
romperse; puede haber
onicólisis
Engrosadas
Ojos Proptosis bilateral o unilateral,
retracción palpebral, doble
visión
Inflamación en la región
periorbitaria
Cuello Bocio, cambio en la talla de
cuello de las camisas, dolor
en el tiroides
Sin bocio
Corazón Taquicardia, disritmia,
palpitaciones
No se perciben cambios
Gastrointestinal Aumento de la frecuencia de
las deposiciones; diarrea
infrecuente
Estreñimiento
Menstrual Flujo escaso, amenorrea Menorragia
Neuromuscular Debilidad creciente, en especial
en los músculos proximales
Letargia, aunque con fuerza
muscular suficiente
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26. ANOMALÍAS
262 Capítulo 10 Cabeza y cuello
MICROCEFALIA
Perímetro cefálico menor de lo normal, debido a que el encéfalo no se ha desarrollado lo suficiente o a que ha interrumpido su
crecimiento (fig. 10-38)
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Presente en el nacimiento o desarrollada
en los primeros años de vida
◆ Obedece a múltiples causas, entre las que
se cuentan las infecciones y las anomalías
neuroanatómicas (p. ej., disgenesia cerebral
o craneoestenosis)
◆ Asociada a retraso normal y desarrollo
cerebral normal
◆ Perímetro cefálico con 2 o 3 desviaciones
estándar con respecto a la media para la
edad
CRANEOSINOSTOSIS
Cierre prematuro de una o más suturas craneales antes de que se complete el crecimiento cerebral
Fisiopatología Datos subjetivos Datos objetivos
◆ Da lugar a deformidad del cráneo
(fig. 10-39)
◆ Las suturas afectadas determinan
la forma de la cabeza
◆ Cráneo de forma anómala, que no suele ir
acompañado de retraso mental
◆ Crecimiento craneal limitado, en
perpendicular a la sutura fundida
◆ Si varias suturas se funden mientras el
cerebro aún está en crecimiento, la presión
intracraneal puede incrementarse (v. signos
de aumento de la presión intracraneal en
el capítulo 27, pág. 828)
Figura 10-38
Microcefalia familiar primaria. (Tomado de
Dyken and Miller, 1980.)
Figura 10-39
A. Vista cenital de una plagiocefalia con
deformación del lado derecho que muestra
una forma craneal en paralelogramo. B. Vista
cenital de una craneosinostosis lambdoidea
en el lado derecho que da lugar a una forma
craneal trapezoidal. (Tomado de Zitelli and
Davis, 2007.)
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