El documento discute los conflictos entre la identidad de consumidor y ciudadano en la era de la globalización. Como consumidores, las personas disfrutan de bienes y medios de comunicación globales que llegan directamente a sus hogares. Pero como ciudadanos tienen menos representación política a nivel local debido al predominio de grandes empresas globales. Esto ha generado descreimiento en las instituciones políticas y ha redefinido el sentido de pertenencia e identidad de las personas.