Las brechas en el acceso a la salud en el Perú se deben al estatus socioeconómico y cultural, ya que los sectores más pobres que viven en zonas alejadas a menudo no tienen acceso a postas médicas cercanas y no pueden pagar atención médica privada, y debido a factores culturales no conocen cómo atenderse en centros de salud, recurriendo en su lugar a curanderos tradicionales.