2. • Primero fue la Unión Soviética, que al colapsar como sistema sociopolítico y
económico le retiró la ayuda. Cuba retrocedió y cuando comenzaba a pensar
que tenía que cambiar apareció el comandante Chávez, que se convirtió en su
“nuevo padrino”.
3. • El objetivo primario de la ley es “fortalecer el desarrollo
económico y social cubano”, para “elevar la calidad de vida de todo
el pueblo” de modo de “actualizar y consolidar el socialismo
cubano”.
4. • En CubanitoenCuba, otro sitio oficialista, destacan que se busca que la
inversión extranjera ayude “a la diversificación y ampliación de los mercados
de exportación, el acceso a tecnologías de avanzada y la sustitución de
importaciones, priorizando la de alimentos, (así como) la obtención de
financiamiento externo, la creación de nuevas fuentes de empleo y la
captación de métodos gerenciales”. Conjugadamente, buscan superar el alto
endeudamiento interno y resolver la escasez de divisas. Ante esto, solo cabe
preguntar ¿qué les pasó, chico?
5. •
La inversión extranjera podrá participar en la explotación de recursos
naturales no renovables (minería), construcción, producción agrícola,
administración hotelera, productiva o de servicios y los contratos para la
prestación de servicios profesionales. También podrán realizar “inversiones en
inmuebles y en viviendas y edificaciones de domicilio particular, para oficinas
o domicilios de personas jurídicas extranjeras o en inmuebles turísticos”.
6. • “El ‘padrino Venezuela’ ya no podrá seguirle manteniendo, no le queda más
que recurrir al capitalismo que tanto antagonizó y abrir las puertas a la
inversión extranjera, buscando que las ‘multinacionales’ que vilipendió por
décadas ‘salven la revolución socialista’”.